¿Por qué es tan difícil ganarse el apoyo de Gustavo Petro para la alcaldía?

La carrera por la Alcaldía de Bogotá avanza y todavía no se conoce al candidato oficial de Colombia Humana. Todavía Gustavo Petro no le ha dado su bendición a ningún aspirante. El exalcalde ha dicho que le dará su aval al ganador de una alianza de centro izquierda. Pero además también ha condicionado su apoyo a que ese candidato se comprometa a retomar el metro subterráneo.

Con la primera condición de Petro parece que no hay mayor problema. Hace unos días Claudia López (Alianza Verde), Celio Nieves (Polo), Luis Ernesto Gómez (Activista), Hollman Morris (Mais), Jorge Rojas (UP) y Luis Eduardo Garzón (En Marcha) se comprometieron a definir un candidato único que tenga serias posibilidades de ganar la alcaldía.

“Acordamos establecer un mecanismo democrático para la selección de una sola candidatura para la alcaldía por nuestras propias organizaciones. También acordaremos mecanismos democráticos para integrar Bogotá, previo a un acuerdo programático, financiando las listas al Concejo y las Juntas Administradoras de todas las localidades”, explicaron en un comunicado. En este momento están trabajando en un acuerdo programático y ya en junio se definiría cuál sería la fórmula para elegir al que representaría a este bloque de centro izquierda el 27 de octubre.

La segunda condición de Petro es la que complica las cosas. El principal inconveniente es que esta administración está poniendo todo su esfuerzo en dejar adjudicada la primera línea de metro antes de que termine el gobierno de Enrique Peñalosa. Si este es contratado, echarlo para atrás implicaría unas sanciones millonarias a favor del consorcio que gane la licitación.

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Petro ha asegurado que la coalición está garantizada prácticamente en todo el país, “con excepción del metro subterráneo o elevado que puede romper la coalición bogotana, porque para nosotros es un tema fundamental que tiene que ver con la política de la vida”. Cuando se le pregunta si no le preocupa el posible detrimento que se podría configurar asegura que “siempre habrá un contralor tan obtuso como el que tenemos hoy, que lo ponga así”.

Al respecto, en una entrevista a Dinero la Contraloría dijo que cada caso tiene sus particularidades y no es posible decidirlo en abstracto y menos cuando se trata de un proyecto de esa magnitud. Pero que en aras de un ejercicio académico “si se desembolsan recursos y se comprueba que la gestión fiscal allí desplegada es antieconómica, desborda la ley de manera dolosa o gravemente culposa y existe un daño fiscal estaríamos frente a un detrimento patrimonial”.

Tan es así que ningún candidato se ha comprometido abiertamente a echar para atrás el metro. El único que se arriesgaría es Hollman Morris porque lo considera “ilegal”. Celio Nieves, del Polo, fue uno de los concejales de Bogotá que demandó el proyecto y espera que se pueda reversar antes de que sea adjudicado. Sin embargo, le ha dicho a esta revista que de llegar a ser adjudicado sería muy difícil revertirlo.

Jorge Rojas dice que está cruzando los dedos para que no sea adjudicado y así retomar el metro subterráneo, pero tampoco lo revertiría de ser contratado. Y Claudia López, quien puntea en las encuestas, cuando escuchó de esta condición aseguró en una entrevista con SEMANA: “Yo no le acepto chantajes ni a Petro ni a nadie (...) No, no, no. Es que no me chantajean los paras y los uribistas pues mucho menos los amigos”.

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La excongresista también dijo que si el metro es adjudicado “no haría la peñalosada de botarlo a la caneca”. Lo construiría y trataría de hacer una nueva contratación para alargarlo hasta Suba y Engativá.También quisiera que fuera mucho más allá de la calle 72. Lucho Garzón haría lo mismo y esa misma opinión tiene Luis Ernesto Gómez. Tampoco lo reversaría y ahora propone que cuando se haga la selección del candidato único de centro izquierda también se invite a la ciudadanía a poner una papeleta en la que diga si está de acuerdo con la construcción de este metro y con la troncal de TransMilenio por la Séptima, ya que estas dos obras son "codependientes".

Así las cosas solo quedaría Hollman Morris. Pero, Petro se ha negado a darle su aval después de que se conocieron las acusaciones de su expareja, Patricia Casas. De hecho, hace poco Petro insinuó que le gustaría que Alejandro Gaviría fuera candidato de  Fuerza Ciudadana, movimiento que hace parte de la alianza de la Colombia Humana, conformada también por la UP, Mais y la UP. Eso todavía no se ha concretado. 

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Con la demanda por doble militancia que tiene Ángela María Robledo por haber pertenecido a la Alianza Verde y haber terminado como fórmula vicepresidencial de Petro en las pasadas elecciones hay quienes especulan que de ser anulada su elección, ella podría ocupar esa tercera plaza de la Colombia Humana. Robledo todavía no se quiere adelantar a los hechos, pero tampoco descarta esa opción. En la campaña presidencial ella aseguró que apoyaría la construcción del metro subterráneo, pero en una eventual candidatura a la alcaldía y de ser adjudicado el metro, las cosas podrían ser distintas. 

Si Petro se empeña en que el metro sea revertido, como él mismo lo dijo, esta coalición podría romperse. Si esto sucede a este bloque de centro izquierda se le dividirían los votos y candidatos de derecha como Ángela Garzón, del Centro Democrático y Miguel Uribe, quien se lanzó por firmas con el movimiento Avancemos, y cuenta con el apoyo del Partido Liberal, tendrían una ventaja. Ellos también han dicho que elegirán a un solo candidato en una alianza a la que podrían entrar Carlos Galán y David Luna si se deciden. Galán, aunque no ha confirmado su posible aspiración, es hasta el momento el único que riñe en las encuestas con Claudia López. 

La primera línea del metro es una obra que costaría más de 13 billones de pesos, que tendría 24 kilómetros, 16 estaciones y 28 edificios de acceso. La ruta inicia en el sector El Corzo, al suroccidente de la ciudad, donde se ubicará el Patio Taller. Avanzará hasta el Portal Américas, seguirá su recorrido por la avenida Villavicencio y avenida Primero de Mayo. Girará levemente hacia el nororiente a la altura de la avenida NQS para tomar la calle 8 sur y la calle 1 para girar al norte por la avenida Caracas hasta llegar  a la calle 78. Peñalosa espera adjudicarla en octubre de este año. Por eso, seguirá siendo un caballo de batalla en estas elecciones.