¿Por qué los gremios no quieren que se ratifique el acuerdo de Escazú?

Hace unas semanas un grupo de ambientalistas, políticos e integrantes de varias organizaciones pidió al presidente Iván Duque cumplir con su compromiso ambiental y por esa razón se le solicitó urgir al Congreso la ratificación del Acuerdo de Escazú.

En las últimas semanas se han hecho varias reuniones políticas para definir el futuro de ese proyecto radicado en el Congreso. Aunque el trámite se destrabó con el inicio de la discusión, en donde el Gobierno hizo una férrea defensa del contenido de la iniciativa, antes de votar se harán varios foros regionales para escuchar a la comunidad.

Justamente este lunes se hizo el primero de ellos en Cúcuta, en donde los integrantes de las Comisiones Segundas de Senado y Cámara escucharon las diferentes posturas alrededor del acuerdo de Escazú, tema que aún espera la ratificación en el Congreso pero el trámite no está nada fácil.

El presidente de la Comisión Segunda del Senado, Juan Diego Gómez, explicó que el sentido de los foros es el de buscar acuerdos para sacar adelante este tratado y que por ello las opiniones son importantes antes de hacer una votación en el Congreso.

“Esperamos que con este foro se puedan resolver varias dudas que tenemos en torno a este tema. Escuchamos que varios congresistas de diferentes bancadas tienen dudas en torno a la ratificación del tratado de Escazú. Entendemos lo que significa este acuerdo en trono a la consulta previa, la protección de líderes ambientales y esperamos que nos podamos acercar a un consenso. Buscamos ampliar la participación, escuchar a los diferentes sectores del país, escuchar a todos los sectores y a partir de allí podamos resolver las dudas y que los partidos tengan más herramientas para tomar una decisión sobre el tratado”, dijo el legislador.

Los que se oponen

No obstante, integrantes de varios gremios del país no están de acuerdo con la ratificación del acuerdo de Escazú y por ello pidieron su hundimiento en el trámite legislativo que se está adelantando.

El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, Jorge Bedoya, aseguró que dicho tratado podría traer una inseguridad jurídica y que por ello lo mejor es hundir esa iniciativa: “El espíritu del Acuerdo de Escazú es loable, pero desafortunadamente su contenido contiene una serie de vaguedades desde el punto de vista jurídico, elementos que se pueden prestar a cierto tipo de interpretaciones y algunas redacciones que hacia adelante generan problemas desde el punto de vista de la seguridad jurídica y de proyectos productivos que puedan generar empleo”, manifestó Bedoya.

Sandra Forero, presidenta del Consejo Gremial, dijo que ya hay bastantes medidas ambientales en Colombia pero que se deben poner es en práctica antes de tener otras más que sencillamente podrían generar confusiones por desconocimiento de la ley.

“Nuestras inquietudes frente al acuerdo de Escazú no van enfocadas a una destrucción del medio ambiente, van enfocadas a lograr el equilibrio entre la producción formal, seria, la producción del empleo y el respeto al medio ambiente. Nosotros lo que decimos es que en Colombia ya hay un marco normativo suficiente, completo, garantista, que ya tienen muchas de las cosas que plantea el acuerdo”, dijo Forero.

Los foros: ¿un intento por hundir la iniciativa?

Un sector de ambientalistas no está de acuerdo con la realización de estos foros y ha manifestado que se trata de medidas para dilatar la discusión y hundir la iniciativa por falta de trámite. Joanna Barney, magíster en paz y resolución de conflictos e investigadora del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, considera que dichos foros no son más que un distractor, pero sostuvo que eran preferibles, a que se formaran unas mayorías absurdas en contra de los enunciados de Escazú, los cuales “ya estaban en buena parte, en lo fundamental, en la Constitución y en la ley”, dijo.

“Los foros que acordaron sobre la ratificación del Acuerdo de Escazú en realidad son una muestra del equilibrio de fuerzas entre los que defienden y atacan; también indica las tensiones internas en las bancadas que se oponen. El aislacionismo con respecto a compromisos en espacios multilaterales, es una estrategia para intentar cambiar normas que obligan a informar, consultar y a contar con instancias de arbitramento. Es imperativo el respeto a la participación y a los defensores del territorio y el ambiente”, comentó Barney.

Lo cierto es que para la próxima semana se hará nuevamente un foro para seguir recibiendo insumos que permitan adelantar la discusión política en el Congreso. El Gobierno ha pedido al legislativo aprobar esta iniciativa para promover el cuidado ambiental en Colombia