ANÁLISIS
¿Por qué los tambores de guerra de Putin retumban en Colombia?
Analistas temen que el empoderamiento de Putin aliente a sus aliados, que son enemigos de Colombia, a asumir más hostilidades. Preocupación porque Rusia quiera jugar su ajedrez en América Latina.
La distancia entre Colombia y Ucrania es de unos 10.617 kilómetros, en línea recta, pero las bombas lanzadas por Rusia este miércoles sobre ese país, podrían tener impacto en Colombia a mediano plazo.
Aunque Colombia no tiene nada que ver con Ucrania, un país vecino de Rusia que comenzó a ser invadido militarmente por orden de Vladimir Putin, podría llegar a compartir algunos referentes.
Para explicarlo sería más fácil hablar del ajedrez político mundial que juegan las potencias, y del que algunos países como Ucrania y Colombia son apenas peones.
La BBC reportó que Rusia desplegó al menos 190.000 soldados rusos cerca de las fronteras con Ucrania y reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk, dos ciudades de la región del Donbás, cuyo territorio fue tomado por separatistas prorrusos en 2014.
Aunque Putin ha negado insistentemente que quiera controlar todo el territorio de Ucrania, analistas internacionales aseguran que va por él.
Después de muchos movimientos para generar incertidumbre, Putin entró en Ucrania ante la mirada atónita del mundo entero que no lo pudo impedir.
Washington y Naciones Unidas quedaron inmóviles ante la decisión de Moscú.
Putin ha sido amenazante para cualquiera que pretenda detener sus ambiciones.
“Cualquiera que intente interferir con nosotros, o más aún, crear amenazas para nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y lo llevará a consecuencias como nunca antes ha experimentado en su historia. Estamos listos para cualquier giro de los acontecimientos”, advirtió el imponente líder ruso.
Se creía que Estados Unidos actuaría para proteger a sus aliados, pero cuando llegó el momento de la invasión rusa, el presidente estadounidense Joe Biden dijo que no se enfrentará a Rusia por defender a Kiev.
“No vamos a estar en una guerra con Rusia o poner tropas militares en Ucrania para luchar contra Rusia”, dijo Casa Blanca.
¿Cuál es el riesgo para Colombia de que Putin haya hecho lo que le dio la gana en Ucrania, ante la mirada impotente de Naciones Unidas, de Washington y de Europa?
La respuesta es sencilla: que Rusia es el principal soporte que mantiene en pie la dictadura de Nicolás Maduro, principal amenaza externa de Colombia.
Rusia, además, no solo sostiene políticamente al actual régimen venezolano de Nicolás Maduro, sino a otros dos aliados enemigos de Colombia: Cuba y Nicaragua.
La presencia de Rusia en Venezuela es una realidad, pero sobre todo el potencial peligro de esa alianza para Colombia.
El apoyo de Rusia a Venezuela se ha dado en la venta de millones de dólares en armas y tropas enviadas a su territorio.
El Ministerio de Defensa de Colombia tiene información de que hay un batallón cibernético de influencia rusa, en la frontera de Venezuela con Colombia.
La presencia de tropa rusas en la frontera con Colombia es tan real que el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, habló del tema. Dijo que hay “informes de inteligencia que señalan que Rusia tiene acciones de cooperación con la fuerza militar bolivariana”.
Ese hecho llevó a que el presidente Iván Duque llamara al embajador de Moscú en Colombia. “En estos temas yo creo que lo importante es que sigamos manteniendo el espíritu cooperante, el espíritu franco, y obviamente mantener esto en el nivel diplomático que corresponde, sin lugar a dudas vamos a tener la posibilidad de hablar con la representación diplomática de Rusia en Colombia”, dijo Duque.
En efecto, el embajador de Moscú en Bogotá, Nikolav Tavdumadze, fue citado a la cancillería colombiana hace una semana para que diera explicaciones sobre las armas vendidas por su país al régimen de Maduro.
SEMANA supo que el embajador ruso se comprometió a que la cooperación y asistencia técnica a Venezuela no será utilizada ni contra Colombia ni contra otro país de la región.
Para esa misma fecha la subsecretaria de Asuntos Políticos de los Estados Unidos, Victoria Nuland, dijo: “Estamos preocupados donde quiera que Rusia apoye regímenes autoritarios y lo están haciendo en muchas partes de este hemisferio, no solo en Venezuela, sino en Cuba y Nicaragua”.
Hay que recordar que el gobierno de Nicolás Maduro protege y alienta a las guerrillas del ELN y las disidencias de las Farc (máximas expresiones del crimen del narcotráfico), que amenazan sistemáticamente la estabilidad de la democracia en Colombia.
Alentar a rebeldes para atacar a un país vecino fue precisamente la táctica que permitió a Putin llegar a Ucrania.
Lo que muchos han advertido es que si Putin queda ahora como el gran poder militar del mundo, ante la impotencia de Washington y Europa, le dé por jugar su ajedrez en América Latina para incomodar a Estados Unidos y aliente a Venezuela contra Colombia con su apoyo.
Nicaragua y Cuba
No solo el apoyo de Rusia a Venezuela preocupa a Colombia. También le inquieta el respaldo a Nicaragua y Cuba.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien acaba de ganar su cuarto mandato luego de encarcelar a todos sus opositores, se sostiene fundamentalmente con el apoyo de Moscú y sus aliados de izquierda en la región.
Ortega es un enemigo declarado de Colombia, como quiera que cada vez tiene más pretensiones territoriales sobre Colombia.
Daniel Ortega ya le ganó un pleito a Colombia en la Corte de La Haya, en 2012, y gracias a esa sentencia amplió su espacio marítimo en el Caribe, a costa de Colombia.
Nicaragua tiene nuevas demandas ante el mismo tribunal y pretende lograr más control sobre aguas del Caribe que hoy le pertenecen a Colombia.
Ortega y su régimen han sido hostiles a Colombia de manera sistemática.
Las relaciones de Colombia con Cuba han sido históricamente complejas. Bogotá ha roto relaciones con la Habana acusándola de proteger a miembros de la insurgencia colombiana.
De hecho en la actualidad la cúpula del Ejército de Liberación Nacional (ELN) organización a la que el gobierno del presidente Iván Duque acusa de liderar la arremetida terrorista urbana par desestabilizar la democracia, tiene protección del gobierno cubano.
Colombia ha pedido la extradición de los cabecillas guerrilleros en muchas ocasiones y el gobierno cubano se niega a aceptar la solicitud.
Reacciones en Colombia
Tras conocerse las primeras acciones de Putin sobre Ucrania, en Colombia se levantaron voces de alerta.
El precandidato presidencial Enrique Peñalosa dijo que “el conflicto entre EE. UU. y Rusia en Ucrania puede tener graves implicaciones en Colombia. Las potencias pueden ver a Venezuela y Colombia como lugares para intervenir de diversas maneras, otras fichas con las cuales jugar sus conflictos geopolíticos. Nada bueno resultaría de eso”.
Peñalosa dijo que ha realizado consultorías tanto en Kiev como en Moscú y deploró el clima de guerra en esa región; pero lo más grave, llamó la atención de lo que eso podría significar para Colombia.
El ex embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, también se sumó al coro de preocupaciones, porque las bombas sobre Ucrania tengan un impacto en Colombia.
“Lo que sucede en Ucrania es una amenaza a la democracia en todo el mundo. En Colombia está en grave riesgo por el populismo que apoyado desde Venezuela, Cuba y Nicaragua quiere destruir la libertad. No nos podemos equivocar en las próximas elecciones”, dijo Santos.
Los ecos de la invasión de Rusia a Ucrania también amenaza con convertirse en tema de la campaña presidencial en Colombia, por cuenta de que el candidato presidencial de izquierda, Gustavo Petro, ha dicho que si gana la Presidencia, reestablecerá relaciones diplomáticas con Nicolás Maduro.
Algunos ven en ese anuncio de Petro el futuro de una posible conexión entre Bogotá, Caracas, Moscú, pasando por La Habana y Managua.