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¿Por qué mataron al exguerrillero Alfredo Camelo de un tiro en Suiza?
El exguerrillero colombiano de 67 años, uno de los condenados por el asesinato del exministro Rafael Pardo Buelvas en 1978, apareció muerto de un disparo en Ginebra, Suiza.
Probablemente, a muchos millennials colombianos no les suene el nombre de Alfredo Camelo Franco. Sin embargo, su vida está atada a uno de los episodios más dolorosos de la historia reciente del país: el asesinato del exministro de Gobierno Rafael Pardo Buelvas, crimen que en 1978 inauguró la modalidad de los magnicidios en el país.
Se recuerda por la frialdad con que se cometió: los asesinos llegaron hasta el baño de su residencia, donde él se encontraba haciendo ejercicio en una bicicleta estática, y allí le dispararon. Pardo Buelvas, nacido en Córdoba, había sido ministro de Gobierno de Alfonso López Michelsen hasta septiembre de 1977 y antes había ocupado la jefatura de la cartera de Agricultura.
Aunque Camelo no fue quien disparó, sí pertenecía al grupo terrorista ADO (Autodefensa Obrera) que planeó el asesinato y por ello fue hallado culpable del crimen. Su nombre hoy vuelve a ser noticia porque el 5 de septiembre fue encontrado muerto en Ginebra al borde del Ródano.
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Camelo no pagó toda la condena por el crimen de Pardo Buelvas. Fue liberado en 1988, tras haber cumplido ocho años, 11 meses y 15 días de su pena en las cárceles de Gorgona y La Picota. Al recuperar su libertad, pidió asilo en Suiza, donde se radicó de manera permanente. Allí estudió psicología y creó la fundación Pluriels, centro de consultas y estudios etnopsicológicos para inmigrantes. Luego obtuvo la nacionalidad suiza.
También fue artista e hizo varias exposiciones de sus pinturas en Suiza, la primera en 1992 y firmaba los cuadros como Calof. En 2018 fue candidato al Parlamento del cantón de Ginebra, pero no fue elegido. Hizo campaña electoral por las Farc en esa ciudad. Camelo además colaboraba con la Comisión de la Verdad en Colombia.
El 26 de agosto habló por teléfono con unos amigos y luego desapareció. Unas 40 personas, entre ellas varios miembros del grupo de izquierda Ensemble à Gauche emprendieron su búsqueda poniendo multitud de avisos hasta que se encontró su cadáver.
En un comienzo, las autoridades suizas no descartaron la teoría del suicidio. Pero más de dos meses después la investigación no ha concluido. El cuerpo de Camelo permanece en la morgue de Ginebra y no ha sido entregado a los familiares.
En 1987, Pablo Escobar mandó sicarios desde Colombia para matar en Hungría al embajador Enrique Parejo, quien se salvó del atentado. Sin embargo hoy la única persona que se atreve a ordenar asesinatos de opositores políticos en países europeos es Vladímir Putin. En 2006, por ejemplo, ordenó matar a Alexander Litvinenko, que fue envenenado en Londres con polonio radioactivo. En 2018 mandó envenenar con un agente nervioso a Serguéi Skripal y a su hija en Inglaterra.
Ambos se salvaron
Algunos se preguntan si la muerte de Camelo, descartado el suicidio, el delito pasional o una venganza, podría ser un crimen ejecutado u ordenado por colombianos. En ese caso se trataría del asesinato de un ciudadano suizo en territorio suizo por motivos políticos. En los últimos 100 años solo hubo cuatro asesinatos políticos de extranjeros residentes en Suiza.
El último ocurrió en 1990, cuando un opositor del régimen iraní fue asesinado por agentes secretos de ese país mientras se dirigía en carro a su casa, cerca de Ginebra.
En Suiza hubo 46 homicidios en 2019, en una población de casi 9 millones de habitantes. Ese mismo año, los homicidios en Colombia fueron 11.630 en un país de 50 millones de habitantes.