POLÍTICA
¿Por qué se fue la minga de Bogotá y qué viene ahora?
Los líderes de la minga anunciaron que este miércoles regresarán a sus territorios. Durante los días que permanecieron en Bogotá los indígenas dieron ejemplo de civismo y marcharon pacíficamente.
La minga indígena llegó a Bogotá el pasado domingo y fue recibida con arengas y aplausos luego de varios días de recorrer el país con un objetivo: hablar con el presidente Iván Duque. Había comenzado su trayecto en el Cauca, pasaron por Cali, Ibagué, entre otras ciudades, hasta llegar a la capital del país.
A su arribo, la alcaldesa Claudia López les dispuso el Palacio de los Deportes para su estadía y allí se quedaron durante tres días. El pasado lunes miles de indígenas se concentraron en la plaza de Bolívar para esperar a Duque, que nunca llegó. La imagen que quedó fue una silla vacía con el nombre del presidente.
Según tenían contemplado en su agenda, su paso por la capital era hasta este miércoles. El senador Feliciano Valencia, líder indígena nasa, declaró: “La minga tenía una agenda trazada desde Monterilla (Cauca), Cali y después la ciudad de Bogotá. El día lunes que pasó era el debate con o sin el presidente y así se hizo. Por eso el día de hoy miércoles, después de terminar la jornada del paro nacional, nos regresamos a las regiones para evaluar la minga, evaluar el resultado y continuar en movilización. La movilización sigue, la lucha continúa”.
El propósito de la minga era claro. Como lo habían advertido desde un comienzo su objetivo era hablar con el presidente Duque directamente y si él no asistía a las citas propuestas, le harían un “juicio político” en la capital. Este juicio era de carácter simbólico para las comunidades para protestar contra el Gobierno.
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El reclamo no era por el incumplimiento de los acuerdos que se han avanzado con el Gobierno desde la anterior minga. Los funcionarios han respondido que se ha generado inversión y se está trabajando en mesas coordinadas con los indígenas.
En el fondo, la protesta era para evidenciar su desacuerdo con el presidente Duque y reclamar por hechos que vienen sucediendo históricamente: la ausencia del Estado en sus territorios, la presencia de grupos al margen de la ley y las consecuencias violentas de estas condiciones.
Para muchos el comportamiento de la minga en la capital fue ejemplar. El lunes que llevaron a cabo la marcha no se presentaron desmanes, no hubo actos de vandalismo e incluso los mismos líderes del CRIC han dicho que evitaron que se infiltraran las manifestaciones, utilizando sus propios mecanismos de seguridad. El Gobierno había advertido que se podrían presentar filtraciones a la minga.
Desde la Alcaldía se reconoció otro factor y fue el aseo y la cultura que demostraron durante su estadía. El secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, manifestó: “Tras horas de trabajo de limpieza, así devolvió la Minga el Palacio de los Deportes a la Alcaldía de Bogotá”.
Tras horas de trabajo de limpieza, así devolvió la Minga el Palacio de los Deportes a @Bogota pic.twitter.com/7EVYJ535Rd
— Luis Ernesto Gómez👟 (@LuisErnestoGL) October 21, 2020
Para muchos la minga ha tenido un claro planteamiento ideológico cercano a corrientes de izquierda y al mismo Gustavo Petro, quien los ha apoyado estas semanas, sin embargo siempre han pedido no ser estigmatizados.
A su llegada a la capital se generó una polémica por una pancarta que pedía la muerte del expresidente Álvaro Uribe, pero el consejero mayor del CRIC, Hermes Pete, rechazó este mensaje y dijo que “no le deseaban la muerte ni a su peor enemigo”.
Su protesta coincidió con una nueva jornada de paro nacional convocada para este 21 de octubre, pero contrario a lo que muchos pensaban, que se unirían completamente a la marcha y acompañarían esta protesta en contra del Gobierno, lo cierto es que anunciaron que estarán un rato en sus chivas, buses y vehículos y luego continuarán a sus territorios. Como han manifestado continuarán con sus exigencias.