MEDIOS

Porno en familia

La televisión por cable en Colombia está pasando cada vez más películas pornográficas. Aunque la ley los cobija, hay mucha indignación al respecto.

5 de julio de 2009

A muchos padres de familia les ha pasado. Viendo televisión en compañía de sus hijos, mientras hacen zapping para ver qué hay, desembocan en unas escenas explícitas de sexo entre parejas heterosexuales y lesbianas, entre tríos y grupos, haciendo el amor o practicando sexo oral.

Lo anterior ocurre prácticamente todos los días en algunos canales por suscripción y en ciertas ocasiones a partir de las 9:30 de la noche. A pesar de que esto viene sucediendo desde hace años, la verdad es que en lo familiar nadie ha podido acostumbrarse como si fuera una situación totalmente normal. El cine rojo hace unos 20 años era exclusivo de ciertos teatros tenebrosos donde sólo hombres entraban avergonzados tratando de ocultarse entre gabardinas y anteojos negros para un desahogo sexual.

El mundo ha cambiado mucho. Pero no deja de sorprender que poco tiempo después del '1,2,3' de Claudia Hoyos en CM&, cualquiera que esté en familia pasando canales con el control remoto se encuentre con ese mismo tipo de material fílmico. Estas películas se ven por canales como Cinemax y Max Prime, cuya programación es general y familiar durante el día. Las mismas cadenas las anuncian como erotismo o porno suave. Pero de vez en cuando es escandaloso que emitan lo que debería ser únicamente parte de canales de pague por ver (PPV) como Venus, Playboy, Private Gold, Private Blue o Gay Channel.

Hay dos tipos de pornografía: la suave o soft-core porn y la hard-core porn. La programación básica de cable supuestamente sólo puede mostrar la primera. Soft-core muestra desnudos y simulación de la relación sexual sin mostrar los genitales. Sin embargo, en ocasiones aparece en forma inexplicable la hard-core. En esta el acto sexual no es simulado sino real, se ven los órganos genitales masculinos y femeninos en primer plano, y todo lo que sucede es explícito.

Sin censura

Aunque en el país está prohibida la transmisión de pornografía a través de la televisión abierta -Caracol, RCN, Canal Uno, CityTV-, el caso de los canales por suscripción es diferente. Todos los operadores de televisión paga, entre los que están Telmex, Directv, Telefónica-Telecom y EPM-UNE, pueden emitirla a partir de las 9:30 de la noche como lo señala la Ley de Televisión.

Así esto escandalice a algunos y el horario para adultos inicie muy temprano, la norma dice que no hay problema. Y aunque cada canal tenga un compromiso tácito en cuanto al tipo de contenido que presenta, "tienen la libertad de poner otro contenido después de cierta hora. Es la libertad de expresión", observa Germán Yances, director de la especialización en televisión de la Universidad Javeriana.

Ese principio de la no censura que rige en la Constitución tiene maniatada a la Cntv. Como explica Juan Andrés Carreño, presidente de la Comisión, "si viéramos que los operadores infringen las normas, no los podríamos cortar, ni técnicamente ni legalmente, sólo sancionarlos. Por ejemplo, la primera vez que ordenamos retirar del aire un programa de televisión abierta -el 'talk show' 'María C. contigo'- por considerar inapropiado su contenido, la Corte Constitucional revocó la decisión y obligó a volver a emitirlo, apelando al derecho a la libre expresión".

Además son tantas las señales y tantos los operadores, que la Comisión dice no tener la infraestructura para monitorear todos los programas. Para Carreño, no hay Estado capaz de controlar los contenidos de la televisión cerrada, "además se trata de un contrato privado entre uno y la empresa de televisión. La responsabilidad es suya y de sus hijos, no del Estado. Esos canales están en su casa por responsabilidad suya", termina.

¿Quién tiene el control?

Además de la vigilancia de la Comisión, en este asunto existe una corresponsabilidad entre el canal, el operador y el suscriptor. "Los operadores deben ofrecer sistemas para restringir o bloquear la señal; los televidentes deben ser conscientes de los productos que compran, y los canales deben apelar a la responsabilidad social que tienen como medios de comunicación", dice Yances.

Miguel Ángel Oliva, vicepresidente de relaciones públicas de HBO, afirma que "nuestros canales van dirigidos a un público culto, educado y con criterio para decidir qué ver, cuándo ver y cómo verlo. Además este contenido gusta mucho, pero cuando ha habido quejas por el horario, hemos corrido o quitado los programas".

Por su parte, The Film Zone, que también transmitía este tipo de espacios, dejó de hacerlo desde octubre del año pasado. Rosalí Mendoza, gerente de mercadeo de este canal, cuenta que "la programación para adultos tenía un 'rating' importante, pero no ayudaba al canal en sus ventas publicitarias, por ejemplo, clientes como los bancos no querían que se les asociara con ese tipo de contenidos".

Lo cierto es que cada televidente podría administrar lo que no se quiere ver en la televisión paga. A través del control parental se bloquean espacios o canales de manera permanente o provisional. Otra manera de decidir es llamar al operador para pedir, por ejemplo, que en su casa un canal aparezca en pantalla negra.

Carmen Lucila Osorno, presidenta de DirecTV, señala que "para eso tenemos un sistema decodificador inteligente, es voluntad del suscriptor decidir qué cosas bloquea para los niños. La compañía es explícita en decir lo que tiene cada canal. Además estamos hablando de canales que no están en el paquete básico, sino que son 'premium' y tienen un cargo adicional".

Al respecto, la Comisión anuncia que en las próximas semanas lanzará una campaña educativa para enseñar a utilizar control parental y generar conciencia sobre el peligro que tienen los hijos con contenidos no aptos contratados por los propios padres.

Así mismo, Redpapaz, que vela por el derecho de los niños a crecer en un ambiente sano, propone que los cableoperadores ofrezcan a sus clientes paquetes de canales aptos para familias con niños pequeños, "no deberíamos pagar por aquello que nos toca bloquear, también deben comunicar de manera clara el procedimiento de bloqueo y contar con buenas líneas de atención al usuario para apoyarlo", dice Carolina Piñeros, directora de Redpapaz.

Aunque Colombia es una gota de agua en cuanto a la demanda de televisión por cable para América Latina, son muchos los padres de familia o televidentes que querrían que se llevaran a cabo reformas sobre este tema. En primer lugar, como tampoco se puede llegar al extremo de eliminar del todo la programación sexual , es deseable que al menos el porno hard-core nunca aparezca en la programación estándar o premium, sino que esté limitada a canales especializados a los cuales sólo se puede acceder pagando (PPV).

No deja de sorprender que la programación de cable en América Latina tenga más contenido sexual que la de otros continentes. En Estados Unidos los canales Cinemax y Max Prime no transmiten ese tipo de programas. Lo más erótico que se ve son los programas de HBO, que son relativamente moderados. En algunos países de Europa se ven películas de soft-core porn, pero siempre alrededor de la medianoche.

Para sociedades que hasta hace poco fueron mojigatas, como las de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, el cine rojo todos los días en horario casi familiar ha sido un salto cultural bastante rápido.