POSCONFLICTO

"Aumento de cultivos ilícitos en Colombia está como hace 20 años": Informe Cómo va la paz

Según el estudio, hay preocupación por el lento ritmo de las amnistías. Las Farc entregaron una lista de 3.046 guerrilleros en cárceles, han salido 1.104 y quedan 1.500 que se han declarado en desobediencia civil.

18 de julio de 2017
| Foto: Archivo particular

En el segundo informe titulado Cómo va la paz, que presentó la Fundación Paz y Reconciliación en conjunto con el movimiento La Iniciativa, que dirige el expresidente Ernesto Samper, arrojó cifras de cómo va el proceso de implementación del acuerdo de paz.

El estudio fue dividido en tres puntos: lo que va bien, regular y mal. Este aseguró que el tema de homicidios ha disminuido “significativamente”. Pasaron de 16.000 en 2012 a 12.000 en 2016. Una cifra importante en los 281 municipios denominados como las zonas del posconflicto. Según el informe, en esos lugares los homicidios disminuyeron entre 2015 y 2016, pues murieron 400 personas menos.

Y justamente en esos municipios, que en el tema del secuestro llegaron a un pico de 266 en 2012, disminuyó a 61 en 2016.

"El gran problema ahora es con el ELN, concentrados en Catatumbo, Arauca y Chocó", explicó Ariel Ávila, subdirector de Paz y Reconciliación.

El segundo tema positivo que señala el informe fue el de dejación de armas. La Fundación Paz y Reconciliación explicó que el promedio general de la desmovilización paramilitar fue de 0,6 armas por exparamilitar. En otras palabras, casi la mitad de los paramilitares no entregaron ningún tipo de arma. En la dejación con las Farc las cifras están en 1,04 armas por desmovilizado y la investigación prevé que con la entrega de las más de 900 caletas serían cerca 1,2 armas por guerrillero desmovilizado.

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El tercer hecho positivo relaciona a la Policía y su administración en temas como seguridad y justicia. Crearon las Ubicar para llegar a 44 puntos rurales en los que llevarán unidades básicas de carabineros, cada una con 25 policías capacitados en resolución de conflictos.

Sin embargo, el informe advierte otros aspectos que no han marchado como se esperaba. El primero que señala del grupo que está a “medio desarrollar” es el asesinato a líderes sociales. Desde el 24 de noviembre a la fecha han asesinado a 55 líderes. Eso quiere decir que en promedio es un asesinato cada cuatro días.

“Lo colocamos en la categoría de que va más o menos bien porque la intensidad ha caído. Desde el mes de marzo a abril ha disminuido y desde la llegada del vicepresidente Óscar Naranjo se creó la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, el Cuerpo Especial de la Policía y la Unidad de la Fiscalía”, explica Ávila.

Pero puntualiza que no está en la categoría de avance, porque siguen asesinando líderes sociales en todo el país. Por eso, hacen un llamado a la justicia para solucionar el nivel de impunidad del que gozan la gran mayoría de esos crímenes. Una impunidad, que según Paz y Reconciliación, es de casi 70 por ciento.

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El tema de las Fuerzas Militares en las regiones más golpeadas también está a “medio armar” por razones como la estrategia militar denominada Plan Victoria para 17 estrategias operativas para combatir los fenómenos de seguridad que "más flagelan a la ciudadanía" en regiones que hacen parte del mapa del posconflicto. Allí instalaron una serie de bases móviles para controlar puntos neurálgicos, pero los resultados -según el estudio- son “pobres” porque está comenzando. 

Finalmente, el tema de amnistía lo califican como “mal”. Las Farc entregaron una lista de 3.046 guerrilleros en cárceles y a hoy han salido de ellas 1.104, algunos con indultos, otros con libertad condicional y otros han sido trasladados a diferentes zonas veredales del país. Quedan en las cárceles cerca de 1.700, de los que se cuentan 1.500 en desobediencia civil y huelgas de hambre, y 45 con las bocas cosidas.

El punto central es que eso termina minando la confianza en las zonas veredales, lo que puede aumentar la deserción en las zonas veredales.

“Esto es culpa de la rama judicial. En diciembre estaba lista la Ley de Amnistía, en febrero quedó el decreto que la explicaba y acaban de sacar otro decreto que explica el decreto de la ley. Eso es injustificable”, explica Ávila.

El expresidente Samper, León Valencia y Ariel Ávila coincidieron en afirmar que la siembra de los cultivos ilícitos ha aumentado debido a la demanda y que las cifras llegan a ser igual como en mediados de la década de los noventa.

“Existen denuncias de que, ante la salida de las Farc de las zonas fronterizas con los Parques Nacionales Naturales Tinigua y La Macarena, más específicamente, en los municipios de Uribe, Vistahermosa y La Macarena, ha aumentado significativamente la deforestación, que antes era controlada por las Farc, esto al parecer ha sido fundamentalmente para la ampliación de la frontera agrícola y la siembra de pastos para la ganadería, pero ha incidido también en el aumento de los cultivos de coca”, dice el informe.

También el acceso a la justicia en las regiones “va muy mal”, lo que denomina el informe como anarquía criminal. El robo de ganado se disparó, también los atracos en carretera y los conflictos sociales. El informe recomienda fortalecer la figura de inspectores de policía, también las personería municipales, crear brigadas de justicia y fortalecer las juntas de acción comunal.

Porque de los  281 municipios en posconflicto, el Clan del Golfo tiene presencia en 74. De ese grupo en 18 han llegado nuevos grupos en tres meses y justo después de que las tropas de las Farc abandonaron esa zona. Son varios los municipios que están en alerta roja, entre ellos Tumaco. Allá funciona un grupo denominado Guerrilla Unida del Pacífico, que el estudio señala es una filial del Clan de Golfo y, admeás, está llegando el ELN.

El otro punto es el Bajo Cauca Antioqueño. Allí los ciudadanos tienen que convivir con un grupo que se denomina Los Caparrapos que opera en Caucasia, El Bagre, Valdivia y Tarazá; el otro grupo se trata de Los Pachelly y opera en Ituango y San Andrés de Cuerquia.

Finalmente, hacen un llamado al Congreso para que aprueben 15 leyes de paz para garantizar “un mínimo de implementación”, pues en el primer semestre se aprobaron apenas seis leyes.

SEMANA le consultó al presidente saliente del Senado, Mauricio Lizcano, y aseguró que solo faltan cinco proyectos principales por aprobar, de los cuales dos ya están casi listos. 

“Avanzadas están las circunscripciones especiales de paz, el tema agrícola y el que permite la transferencia de los recursos de ciencia y tecnología. Hay que poner atención en los que van en cero, que son reforma política y Justicia Especial para la Paz”, explicó.