Con su ejemplo contribuyen a la transformación de Colombia

Un fuerte aplauso estremeció el Gran Salón del Club El Nogal. De pie la gente ovacionaba, mientras en el escenario Yolanda Perea sonreía. La emoción de esta pujante mujer fue creciendo con el paso de los segundos hasta que finalmente sus ojos detonaron en lágrimas.

Su vestido blanco, estampado con flores azules y verdes de diferentes tonos y tamaños, junto a sus rastas de colores amarillo, azul y rojo, hicieron que esta valiente chocoana resplandeciera aún más, tras haber cautivado a todos los asistentes a la ceremonia de premiación de Los Mejores Líderes de Colombia 2018 con su elocuente discurso.

“Para mí fue muy emocionante el hecho de saber que no estamos solos. Las amenazas a veces te colocan en un sitio muy vulnerable, pero ver estos aplausos tan efusivos le indican a uno que hay que seguir”, comentó la líder de la Corporación Afrocolombianos El Puerto de mi Tierra, que funciona en Medellín, Apartadó y Riosucio.

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En esta última localidad, Yolanda ha vivido sus mejores, pero también sus peores días. En la vereda La Pava de esa población perteneciente al Darién chocoano, nació y creció, a los 11 años fue víctima de violencia sexual por parte de las Farc y a raíz de una golpiza sufrió un aborto.

“Cuando mi mamá les reclamó a las Farc, la asesinaron. Después, con el resto de mi familia fuimos desplazados, pero luego volvimos y después nos tocó salir de nuevo. Pero pese a todas las amenazas que tengo y todo lo que pasó, no dejo a mi región sola, porque allí viven muchas mujeres que por el hecho de ser negras y pobres no significa que deban permitir que se les vulneren sus derechos, por el contrario, tenemos que defenderlos y seguir adelante, pues por muy oscura que se vea la noche, pronto amanecerá”, dijo.

_{Yolanda Perea Mosquera fue ovacionada por los asistentes al premio, luego de culminar su discurso. Foto: Daniel Reina/Semana.} 

Yolanda, a través de su fundación, apoya a cerca 300 familias y 500 niños y jóvenes de Riosucio en temas como educación, alimentación y orientación, pero además empodera a las mujeres víctimas de la violencia a seguir adelante.

“Ser víctima de violencia sexual en Colombia no es fácil porque vivimos en una sociedad machista y patriarcalista que nos culpa por haber sufrido este flagelo, cuando en realidad no somos culpables y ahí es donde entró yo a decirle a las mujeres que no son responsables, que deben retomar su vida y no darle el gusto a los violentos de quedarse subsumidas en el dolor y tragedia. Lo hago en honor a mi madre para que su sacrificio no quede impune”, recalcó.

Otros nueve ejemplos de vida y liderazgo como el de Yolanda Perea fueron exaltados ayer durante una emotiva gala. Se trata de la indígena Liliana Pechené, por influir y liderar el proceso de visibilización del pueblo Misak (Cauca) nivel nacional e internacional. Así mismo fueron galardonados Julio Alberto Ríos Gallego, creador del canal Julioprofe en YouTube, por aportar a la educación innovadora por medio de plataformas digitales, y Pablo Felipe Robledo del Castillo, exsuperintendente de Industria y Comercio, por garantizar e impulsar los derechos de los consumidores en Colombia. 

A nivel individual también fue premiado el cantante Carlos Vives y su fundación Tras La Perla de América por impulsar la recuperación de la ciudad de Santa Marta convocando a múltiples actores en la construcción del tejido social.

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A nivel grupal fueron exaltados los trabajos realizados por Rappi, por transformar el mercado de las plataformas digitales para la generación de nuevos negocios con impacto social en Colombia, al igual que el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas-Sinchi, por agrupar a las comunidades locales a través de la investigación científica y modelos agroambientales para la preservación de especies y enfrentar la deforestación en la Amazonía.

De este selecto grupo hicieron parte además, el proyecto Utopía de la Universidad de la Salle por desarrollar un modelo de educación agropecuario con enfoque inclusivo para las víctimas en las zonas del conflicto armado en Colombia y la Orinoquía, así como el Hogar de Paso Divina Providencia por consolidar un modelo humanitario para la atención de la población venezolana migrante en la frontera con Cúcuta, y la Secretaría de Integración Social de la Alcaldía de Bogotá por desarrollar e implementar una política pública en la ciudad de atención a la población migrante venezolana.   

En la ceremonia también fueron entregadas dos menciones de honor: una a la consulta anticorrupción, que fue reclamada por la exsenadora Claudia López y varios de los voluntarios, y la otra a la rectora de la Universidad Nacional, Dolly Montoya Castaño.

“Yo creo que si nosotros logramos cambiar los parámetros de la educación, de formar para tener, y lo transformamos para formar seres humanos que se respeten a sí mismo, al otro y al medio ambiente, tendremos una sociedad más desarrollada”, recalcó Montoya.

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La docente considera que en la educación está la base de la sociedad y por eso hay que invertir, además, en ciencia, tecnología e innovación.

A su turno, Liliana Pechené, líder del Pueblo Misak en el Cauca, afirmó que en Colombia hay muchos colectivos que están realizando muy buenos liderazgos, pero que no cuentan con espacios de visibilización.

“Esta clase de procesos le quitan el estigma a Colombia de ser un país lleno de conflicto y de narcotráfico. Acá hay mucha capacidad y talento transformador”, mencionó Liliana, para quien ser un líder es sinónimo de servicio.

“Es ser un buen ser humano, es sacrificarse por un propósito colectivo. El liderazgo se caracteriza por apoyar procesos que en realidad reivindiquen derechos o causas que muevan a un colectivo”, comentó Pechené.

De esta manera, en medio de lágrimas y risas, se llevó a cabo la edición 2018 de Los Mejores Líderes de Colombia, premio al que se presentaron 500 iniciativas, de las cuales 20 fueron preseleccionadas por el jurado calificador.