NACIÓN
Duque expide decretos con el aumento del salario mínimo y subsidio de transporte
El presidente firmó las dos normas que establecen los ingresos de más de dos millones de colombianos. Así quedaron estos valores para 2019.
Una verdadera maratón se vive este viernes del año en la Casa de Nariño. El presidente de la república aprovecha las últimas horas habiles del año para firmar algunos de los decretos más esperados de su gobierno. En horas de la tarde, se anunció oficialmente el que contiene el aumento del salario mínimo y el subsidio de transporte para millones de trabajadores en 2019.
Como se sabe, tras un acuerdo en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, el salario mínimo a partir del primero de enero de 2019 se fijó en 828 mil 116 pesos, con un incremento del 6 por ciento. Por otro lado, el auxilio de transporte a que tienen derecho los trabajadores que devenguen hasta dos veces el salario mínimo legal mensual vigente se estableció en 97 mil 32 pesos mensuales.
Ese 20 de diciembre, Duque había dicho que el país tendría "el aumento real del salario mínimo más significativo de los últimos 25 años” y que el haber llegado a un consenso mostraba “que nos podemos poner de acuerdo en lo que le conviene al país, en lo que Colombia necesita, porque necesitamos reactivar la economía y, al mismo tiempo, ir mejorando las condiciones de todos los trabajadores e ir generando más empleos formales”.
La presidencia llegó a este acuerdo días antes de lo que ha sucedido con sus antecesores, pues normalmente las discusiones sobre el salario mínimo solían prolongarse casi hasta el 31 de diciembre. "Durante mucho tiempo he dicho que cuando se construye y no se destruye, el futuro es de todos, que los colombianos tenemos que concentrarnos en lo que nos une y no en lo que nos divide", agregó Duque. Esta fue la sexta vez en 20 años que se llegó a esta decisión por consenso.
El otro punto que suele no ser frecuente es que el salario mínimo suba varios puntos más que la inflación, que para este año está proyectada en el 3,5 por ciento. Así, las cosas el aumento del 6 se podría considerar importante. Sin embargo, las centrales obreras habían pedido varios puntos más al comienzo pues argumentaban que el año entrante el fenómeno del niño y los impactos de la tributaria harían que el salario real fuera mucho menor.
Una decisión clave
La decisión sobre el salario mínimo era -al lado de la ley de financiamiento- era una de las que más expectativa generaban en el sector productivo del país, y a su vez en millones de trabajadores. Después de varios meses de pujas por cuenta de la reforma tributaria del gobierno, en el país existe la sensación de que el 2019 será muy duro para el bolsillo.
Eso lo demostró el desplome del índice de confianza del consumidor que se reveló la semana pasada. En noviembre esa cifra llegó al -19,6%, un registro que no se veía desde marzo de 2017, cuando el país experimentaba la desaceleración que le dejaron la caída de los precios del petróleo y el fenómeno de El Niño de 2015-2016. Muchos culparon a los intentos del gobierno de gravar con IVA a la canasta familiar y de apretar a muchos colombianos en el pago de sus impuestos de haber generado ese temor. Por eso, el hecho de que el salario mínimo suba más de lo que se esperaba es un alivio para esa clase trabajadora.
Si bien muchos preguntan porque hay una discusión por tan pocos pesos - pues el aumento no alcanza a cubrir por lo general todas las necesidades de una familia - la decisión en torno al salario mínimo es vital por sus efectos sobre la inflación, el empleo y la economía en general.
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El mínimo no solo determina el ingreso para cerca de dos millones de trabajadores, sino que su aumento es el referente para el aumento de todos los salarios de la economía. Por tanto, su incremento tiene un impacto importante sobre la demanda y el consumo de los hogares, siendo un factor determinante del crecimiento económico. Pero también sobre la inflación pues muchos precios y tarifas se ajustan también con el aumento del mínimo. Esto es, desde los precios de los arriendos y otros contratos hasta los peajes, pasando por muchos tramites estatales. Además, al ser “el precio del trabajo” tiene incidencia sobre el nivel de empleo y hasta sobre la distribución del ingreso.
En el fondo, lo que ha sucedido en el país es que mientras para los empresarios es un costo para los trabajadores es su ingreso principal. La razón es que lo que cuesta contratar un empleado, no es lo mismo que recibe el trabajador. Por ejemplo, si el salario mínimo para el trabajador este año era 737.717 pesos (sin auxilio de transporte), el costo para el empleador era alrededor de 1,1 millones de pesos. Esto es, alrededor de 1,5 veces más ante los pagos a pensión, salud, ARL y cajas de compensación, entre otros factores.