Al respecto, en diálogo con RCN Radio, Duque defendió la fuerte posición del mandatario estadounidense en este tema, recalcando que desde que se "paró" la aspersión con glifosato se vio un crecimiento "exponencial" de los cultivos ilícitos en Colombia.
"Para Colombia, para la seguridad del país, para enfrentar a esos carteles que están asesinando líderes sociales y amenazando regiones, necesitamos esa medida", dijo Duque en la entrevista.
El presidente, que no entregó fecha exacta para que se retome la aspersión con glifosato, también recordó que él fue ante la Corte Constitucional, no solo a defender el glifosato, sino también la lucha contra el narcotráfico en Colombia, mientras el Gobierno avanza de "manera acelerada" para que, conforme a los protocolos establecidos por este alto tribunal para permitir la fumigación aérea, se pueda realizar la aspersión con precisión.
Ante un interrogante sobre si no temía de que Estados Unidos llegara a decertificar a Colombia si no cumple las metas, Duque dijo: "La relación que tenemos con Estados Unidos no es una relación de amenaza. Nosotros tenemos una lucha compartida y una corresponsabilidad".
En la reunión sostenida este lunes en la Casa Blanca, Trump dijo que si en Colombia no se fumiga con glifosato, será muy difícil deshacerse de los carteles de la droga que hacen presencia en varios departamentos como Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Antioquia, Bolívar, entre otros.
A comienzos del año pasado, ante la impaciencia de Trump por el crecimiento de los cultivos ilícitos en Colombia, el mandatario estadounidense dijo que salían "más drogas desde Colombia que cuando (Iván Duque) no era Presidente". Sin embargo, teniendo en cuenta que el Gobierno colombiano ha logrado revertir las cifras en cuanto al aumento de cultivos ilícitos, la actitud de jefe de Estado de los Estados Unidos parece que ha cambiado un poco.
Es de recordar que las aspersiones aéreas con glifosato en Colombia fueron suspendidas en 2015 durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, luego de acoger una advertencia lanzada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde indicaba que este herbicida probablemente era cancerígeno y podría afectar seriamente la salud de cientos de campesinos donde generalmente están sembrados los cultivos ilícitos y se adelantaban las fumigaciones.
Según la ONU, Colombia es el principal cultivador mundial de hoja de coca al llegar a producir 169.000 hectáreas sembradas en 2018, lo que obligó al gobierno de Duque a lanzar un plan antidrogas con el objetivo de reducir a la mitad los cultivos ilícitos entre 2022 y 2023. Ese plan fue concertado con Estados Unidos y uno de los puntos esenciales es el regreso de la aspersión aérea.
