Presunto feminicida lleva un año en libertad por vencimiento de términos

Leidy Johana Hernández fue asesinada en mayo de 2019, al parecer por su pareja sentimental, Nelson Caro Zorro. La historia de su muerte, contada por la Fiscalía, son escenas de terror y con un presunto victimario que un juez dejó en libertad por vencimiento de términos. Hace un año, la familia de Leidy Johana tuvo que enfrentar no solo al hombre que al parecer le quitó la vida a su hija, sino ver como la propia justicia lo dejó en la calle de nuevo.

Tres años se completan en un proceso que aún no tiene un responsable condenado. Todo lo contrario, un hombre denunciado en repetidas oportunidades por violencia intrafamiliar hasta que la víctima resultó muerta, su cuerpo metido en una bolsa de basura y escondido bajo el mesón de la cocina.

La víctima denunció y las autoridades le dieron un papel con una restricción como medida de protección. Cuando llegó a la casa para sacar sus cosas y llevarse a su hijo, el presunto victimario se lo impidió y, luego de una discusión –dice la Fiscalía– la asesinó. La familia de la víctima estuvo en la casa tratando de saber su paradero, pero nadie respondió. Fue necesario llamar a la Policía, ingresar a la fuerza y descubrieron el cuerpo de Leidy metido en una bolsa y debajo del mesón de la cocina.

La investigación para establecer los hechos reveló que el hombre y esposo de la víctima salió con el niño de la casa en una madrugada y tomó un taxi con rumbo desconocido. Ahora no solo era necesario capturarlo, sino rescatar al menor. Cuatro meses después capturaron a Nelson Caro en el departamento de Casanare y el niño lo había dejado con algunos familiares.

La Fiscalía imputó cargos por feminicidio en contra de Caro, delitos que no aceptó y el proceso avanzó lentamente, tanto que dos años después no había iniciado el juicio y lo dejaron en libertad por vencimiento de términos. Tras completarse las audiencias preparatorias, por fin el juez fijó para mediados de este año la lectura del fallo: establecer si condena o absuelve al presunto feminicida.

Lo que no entienden las víctimas de este caso, la familia de Leidy Johana, es cómo el hombre acusado del feminicidio sigue en libertad, por un error de procedimiento en la Fiscalía, y dos años después de esa falla las actuaciones del ente acusador siguen sin resolverse.

Los familiares de la víctima tienen que asistir a diligencias donde el juez les llama la atención en repetidas oportunidades por conversar con los medios de comunicación, a los que les impide el acceso a las audiencias. Ese mismo juez tiene en su despacho establecer la responsabilidad de Caro.

El caso claramente contrasta con los anuncios de lucha contra la impunidad que hace la Fiscalía en casos de feminicidio. Las tasas de esclarecimiento entregadas por el propio fiscal Francisco Barbosa son superiores al 90 %; sin embargo, la familia de Leidy Johana insiste en que a ellos los dejaron por fuera de esas cifras y por más de tres años.