Primera Línea: informe revelador tras infiltrar protestas con organización criminal

La protesta ciudadana es un derecho que está consagrado en la Constitución Política de Colombia. Sin embargo, a pesar de que ha sido un tema de cambio, también existe un lado oscuro y tenebroso.

De acuerdo con la investigación y presentación del programa periodístico Los Informantes, el 28 de abril de 2021 hubo concentraciones de protestantes donde ciudades como Bogotá y Cali se convirtieron en puntos críticos en los que factores como el descontento y la ira salieron a la luz, pero hubo mucho más.

El grupo de la Primera Línea, un colectivo que se ha hecho notar por sus inconformidades, jóvenes indignados que tapan sus rostros con capucha, estuvieron en la mira por infiltrados de la Policía Nacional y el citado programa periodístico, junto a Nena Arrázola, dieron a conocer imágenes en las que en un refugio armado, cerca al Portal Américas, había un hombre que estaba siendo torturado por el colectivo de la Primera Línea. Según las declaraciones, los responsables pensaban que se trataba de un miembro de la Fuerza Pública.

“Coordinaron una tortura en contra de dos personas que creyeron que eran de la Fuerza Pública. Atentaron en contra de ellos, los desnudaron, les pegaron, los llenaron de pintura”, reveló uno de los investigadores, quien no mostró su identidad ante las cámaras.

El programa comparte un fragmento de video en el que se puede observar a una de las víctimas, allí se menciona que había una mujer que era la encargada de autorizar si el hombre “podía recibir otra paliza” en el parque mundo de Kennedy, al suroccidente de la capital.

Por otro lado, en cuanto al otro sujeto no se supo nada. Nena Arrázola reveló en pantalla que ninguno de los implicados eran de la Fuerza Pública; al contrario, se trataba de dos trabajadores de una empresa bogotana.

“Creían que eran infiltrados y llegaban al punto de realizarles torturas, solo por pensar o tener una ideología diferente “, dijo el Policía que lideró la investigación para dar con la identidad de quienes se hacían llamar los jefes de la Primera Línea.

“Empezamos a hacer el minuto a minuto del autodenominado ‘Grupo delincuencial de la Primera Línea’. Esta Primera Línea, del Portal Resistencia ―Portal de las Américas― venía siendo liderada por alias 19, alias Mayora, alias Calarcá y alias Soldado. Alias 19 decía que tenía instrucción para combatir a la Fuerza Pública, para que los jóvenes se pudieran defender. Hacían escudos artesanales”, dijo el oficial, quien tiene uno de los grados más altos de la Policía.

Respecto a Calarcá, el hombre prestó el servicio militar y tiene conocimientos del comportamiento de la institución. Por otro lado, alias Mayora se hacía llamar así para tener respeto y, por último, alias Soldado también hizo parte del Ejército Nacional.

Arrázola contó en su trabajo periodístico que alias 19, desde su celda, aparece a través de un teléfono móvil en el que presenciaba las manifestaciones y enviaba mensajes. No obstante, luego de esto, lo trasladaron a una celda en la que ya no realiza las transmisiones. Sumado a esto, se menciona que las redes sociales se convirtieron en el aliado de la Fuerza Pública para dar con los culpables.

Por otro lado, en Cali también, Policías se infiltraron en la Primera Línea en Puerto Rellena y en la Vía Panamericana. “Tenemos fotografías cuando se celebraron los cumpleaños de la Primera Línea”, dijo otro de los investigadores quien afirma que redes como WhatsApp y Facebook fueron muy útiles.

“Se hace un álbum fotográfico de todas estas personas”, agregó el hombre.

El Valle del Cauca seguía teniendo más altercados y Nela Arrázola dice que no se sabía por qué la Primera Línea estaba ganando terreno. Según las declaraciones, una mujer joven, maestra y experta en explosivos, que llevaba el alias de Karina o La Flaca, tenía datos privilegiados sobre los movimientos de la Fuerza Pública y eso, al parecer, era lo que hacia que el colectivo de jóvenes estuviera delante, comunica la periodista.

“Ella era la que daba inicio a las reuniones, a la protesta. Reuniones que no eran a la protesta como tal sino a la delincuencia”, expresó el investigador especializado.

De hecho, en ese entonces, un Policía fue víctima de maltratos en los que sus rostro se vio comprometido por una golpiza y cortes de cuchillo.

Alias Karina parece que tenía una relación amorosa con uno de los oficiales del sector, a través de la recolección de varios audios enviados en WhatsApp la pareja hablaba con un lenguaje comprometedor.

“En este momento estamos acá en el parque y estamos en reunión. Cuando sepa qué voy a hacer yo te digo, listo, tranquilo”, dice la voz de la maestra en WhatsApp. Por su parte, el hombre le pide que no efectúen más bloqueos en la ciudad. “Voy a tratar de que no lo hagan, pero créame que acá están en reunión y están diciendo que van a atacar”, respondió la mujer.

Respecto al oficial, el hombre fue judicializado y sacado de la institución de la Fuerza Pública. Fue bautizado en el informe como ‘El jefe político’.

Además, las barras de fútbol también fueron uno de los colectivos investigados. Se capturó a alias El Caleño. Gracias al trabajo de los oficiales infiltrados, incluso se supo que un jefe guerrillero había llegado a tomar el mando en Puerto Rellena, en Cali.

La investigación también da cuenta de la participación extranjera y la utilización de migrantes. “Esto es un proyecto que tuvo asesoría internacional a nivel de América. Ciudadanos chilenos que aportaron les ayudaron a fraguar todo, venezolanos que también fueron abusados en su necesidad económica $50.000, $150.000 para ir a hacer el daño”, mencionó uno de los investigadores a Los Informantes.

Conjuntamente hay más datos y uno de ellos es el de la financiación del ELN. “En las investigaciones encontramos nexos claros con el narcotráfico del ELN y de las Farc, tanto de Iván Mordisco como de la segunda ‘narcotalia’. Lo podemos afrontar con evidencia física y una articulación de dañar las ciudades”, según las declaraciones del director de la Policía, general Jorge Luis Vargas.

Nena Arrázola terminó diciendo que poco a poco se armó la estructura para quitar las capuchas, algunos salieron del país y otros fueron reubicados. La investigación aún no ha concluido, pero el avance es potente; van 272 capturados y 84 procesos judiciales, hay 115 personas con detención intramural y otros presos en casa.