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Primicia: captura masiva de guardias del Inpec que estaban comprados por peligrosos reclusos. Permitían ingreso de licor, droga y elementos prohibidos
El operativo se dio como resultado de una investigación de varios meses realizada por una unidad especial de la Fiscalía. Los resultados se dieron en medio de la Operación Rancho Picota.
En un operativo sorpresa que se llevó a cabo ayer en varios lugares de la ciudad, por medio de allanamientos y en la misma cárcel La Picota, se dio uno de los más duros golpes a las redes criminales que se tomaron la guardia penitenciaria del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). La génesis de este operativo se dio justamente por información recogida por la unidad investigativa del Inpec, que logró datos importantes recaudados por los mismos reclusos y guardias que contaron todo.
En un operativo articulado entre la Sijín de la Policía, la Fiscalía y guardianes de policía judicial, en lo que se denominó la Operación Rancho Picota, fue desarticulada la red de miembros de la guardia que se aliaron con los criminales detenidos y les permitían darse una gran vida y seguir delinquiendo desde prisión. Las ganancias de esta organización oscilaban entre los 20 y 30 millones de pesos mensuales, que eran recibidos por Nequi y Daviplata para evitar el rastreo.
La investigación, que inició hace varios meses, se adelantó por una unidad especial de investigación que creó la Fiscalía, por solicitud del mismo director del Inpec, Daniel Fernando Gutiérrez. En total fueron 15 las personas detenidas, siete funcionarios del Inpec y ocho familiares, cuya mayoría fueron capturados en sus domicilios.
Este hecho forma parte de la segunda etapa de la Operación Dominó, la cual busca frenar la corrupción y la delincuencia desde las cárceles. En su primera etapa se realizaron traslados de peligrosos detenidos, se reforzaron las medidas de seguridad y ahora se trata de desarticular las redes criminales enquistadas en el Inpec.
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El asunto es claro, consistía en una red de guardias corruptos que cobraba por permitir el ingreso de elementos prohibidos para los reclusos, para que estos tuvieran acceso a licor, drogas y comida especial; además, aparatos electrónicos como celulares que son prohibidos, pero que en la cárcel pueden obtenerse con dinero de por medio.
El punto central de esta red criminal de guardias del Inpec es un lugar que en La Picota le denominan “el expendio”, una especie de ‘caspete’ en el que se les venden alimentos a los reclusos, pero que en realidad estaría operando como la fachada para entregar los elementos prohibidos. Justamente, en este lugar, fueron encontrados nueve millones de pesos en efectivo y el sitio se encuentra acordonado para las diligencias judiciales.
SEMANA habló con el director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez, quien explicó: “Las órdenes son claras desde el Gobierno y desde el Ministerio de Justicia, hay que procurar condiciones más humanas para los detenidos, pero se debe atacar sin tregua la corrupción, sin importar si en estos hechos se ven involucrados hombres de la guardia”.
Sobre la Operación Rancho Picota, el coronel Gutiérrez explicó: “Es un proceso que inició en 2023, y los resultados se dieron luego de una larga investigación. Hay un factor que vale la pena destacar y es que estos comportamientos inaceptables, en el pasado, eran tramitados como irregularidades disciplinarias, pero ahora con la Fiscalía se investigan como delitos penales que permiten la investigación judicial y sanciones efectivas. Por eso mismo, ya están vigentes 72 procesos en lo que vendrán más resultados”.
Así como los guardias que se aliaron con delincuentes usaban el expendio como “centro de operaciones”, también usaban el asadero, espacio que, según esta foto conocida en exclusiva por SEMANA, se encuentra acordonado.
Según ha podido establecer este medio, los guardias capturados trabajaban justamente en el área del expendio y de proyectos productivos, y les serían imputados los delitos de enriquecimiento ilícito, concierto para delinquir y concusión.