Nación
Primicia | Procuraduría pide avalar extradición exprés de la diseñadora colombiana de bolsos lujosos, Nancy Teresa González
Es requerida por una Corte de los Estados Unidos por cargos relacionados con el contrabando y el no pago de impuestos.
La Corte Suprema de Justicia está ad portas de resolver la solicitud de extradición presentada en contra de la reconocida diseñadora Nancy Teresa González de Barberi, quien es requerida por la Corte del Distrito Sur de la Florida (Estados Unidos) por actividades relacionadas con el contrabando y el no pago de impuestos. SEMANA conoció en primicia que el magistrado ponente Fernando León Bolaños Palacio ya recibió el concepto de la Procuraduría General en el que pide avalar la extradición exprés en este caso.
En un documento firmado por el procurador delegado de intervención primero para la Casación Penal, Miguel Alejandro Panesso Corrales, manifestó que coadyuva la solicitud de extradición simplificada elevada por la diseñadora el pasado 10 de octubre. Con este trámite, el alto tribunal le daría vía libre y casi que inmediata a la petición de González, emitiendo, probablemente, un pronunciamiento de fondo antes de la vacancia judicial.
El abogado Jaime Lombana Villalba, apoderado de González, puso de presente el deseo libre y voluntario de su cliente para responder ante la justicia de los Estados Unidos y demostrar su inocencia. Igualmente, dejó una constancia ante la Corte Suprema de que el operativo de captura fue totalmente desproporcionado, puesto que de haber sido requerida por las autoridades competentes, se habría presentado como lo hizo varias veces.
En el documento se advertirá que se trata de una reconocida diseñadora a quien se le está investigando el asunto de las pieles y los manejos tributarios, pero no de un delincuente de alto perfil como los que son requeridos habitualmente por Estados Unidos para que hubiera sido capturada en su casa por hombres fuertemente armados.
En diferentes oportunidades, el apoderado de González en Estados Unidos se presentó para manifestar su compromiso de exponer cualquier tipo de evidencia frente a la investigación que sabía que existía, por lo que no hay justificación para ese megaoperativo que contó con la presencia de agentes del CTI de la Fiscalía, la Policía Nacional y el Ejército Nacional.
Nancy González, de 70 años de edad, quiere demostrar que jamás utilizó una piel de origen ilegal para sus creaciones. Igualmente, que siempre cumplió con los requerimientos que exige la ley para el ingreso de los materiales para su exclusivo y reconocido local en Nueva York, el cual tenía entre su selecta clientela a varias actrices, cantantes y modelos.
La reconocida diseñadora se encuentra desde el 8 de julio privada de su libertad en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá. Por estos mismos hechos son requeridos en extradición Diego Mauricio González Giraldo y John Camilo Aguilar Jaramillo, colaboradores de la diseñadora, y quienes habrían sido piezas fundamentales en el ingreso ilegal de pieles de cocodrilo y babilla a Estados Unidos, omitiendo por completo los requisitos que exige la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés).
La diseñadora que le ha vendido bolsos a Britney Spears
En el indicment (escrito de acusación) de 16 páginas se señala que estas tres personas incurrieron en una conspiración para cometer un delito: importar clandestinamente a Estados Unidos desde Colombia productos producidos a partir de especies de vida silvestre protegidas, en violación de la ley federal, enriqueciéndose así con la venta del contrabando.
En el documento se indica que la diseñadora y sus dos colaboradores omitieron el pago exigido en el formulario de declaración 3-177 tras realizar varios viajes a Estados Unidos para transportar bolsos y carteras que exige el CITES.
Estos mismos elementos que fueron ingresados de manera ilegal fueron transportados hasta la sala exhibición de la firma GZUNGA ―fundada por González― y que estaba ubicado en un exclusivo sector de la ciudad de Nueva York, con el fin de ser exhibido a minoristas para proceder a su venta.
El primer ingreso ilegal se registró el 8 de febrero de 2016, cuando Diego Mauricio González Giraldo arribó al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York en un vuelo de Avianca. En su maleta personal se encontraban bolsos de diseñador hechos con piel de caimán y que no contaban con el formulario de declaración 3-177.
Tan solo cuatro días después, John Camilo Aguilar Jaramillo contactó a dos personas para que transportaran bolsos de diseñador desde Colombia a Estados Unidos. La diseñadora caleña tuvo conocimiento de todo esto y también dio instrucciones sobre la forma en que debían viajar y transportar las maletas, así como de lo que debían decirles a las autoridades si eran detenidos.
El 13 de febrero, González Giraldo se trasladó hasta el aeropuerto JFK para recolectar los bolsos de piel de caimán. Cuatro meses después, teniendo en cuenta el éxito de la primera importación, fueron trasladados hasta la tienda principal de la diseñadora 32 bolsos de piel de caimán por los dos mismos mensajeros.
Dos meses después, es decir, en agosto, Giraldo importó dos pieles de caimán en equipaje de mano desde una aerolínea de pasajeros que salió de Cali a Nueva York. El 5 de septiembre de 2016 ―resalta la acusación― ingresó de manera ilegal 32 bolsos de piel de caimán utilizando los vuelos de pasajeros y aerolíneas comerciales.
Un día después, la diseñadora viajó desde Colombia hasta Estados Unidos, llegando al aeropuerto internacional de Newark (Nueva Jersey) con piel de caimán en su equipaje de mano. En ese viaje, al ser retenida por un agente especial de la FWS, la diseñadora le aseguró que los cuatro bolsos que trasportaba eran un regalo para un amigo.
El susto ante una posible detención solamente le duró un mes. En octubre se repitió la misma fórmula: utilizando a los mensajeros, llegaron en un avión de pasajeros con 18 bolsos de piel de caimán. 2017 inició con la misma importación fraudulenta de bolsos a Estados Unidos. El 17 de ese mes ingresaron seis bolsos en el aeropuerto Internacional de Miami.
El 11 de julio de 2017, las autoridades de Estados Unidos, el gerente en Nueva York de la firma GZUNIGA recibe un correo electrónico en el que se menciona la importación de 20 bolsos de piel de caimán. Ese año, las autoridades no registraron más ingresos de la diseñadora, sus dos colaboradores y los mensajeros.
El 13 de febrero de 2018 se empezó a mover un nuevo ingreso de 28 bolsos de piel de caimán y de pitón en el aeropuerto de Miami. Toda esa mercancía fue entregada directamente a la tienda con sede en Nueva York. El 7 de junio, los dos mensajeros transportaron 24 bolsos, los cuales tenían el mismo destino.
Entre el 2 y 4 de septiembre de 2018 se registró el ingreso de 24 bolsos de pitón y caimán hechos a mano, los cuales fueron llevados de manera directa a la tienda en Nueva York. Los hechos se registraron casi que de manera sistemática en 2019; el 27 de febrero, las directivas de la tienda recibieron un correo electrónico en el que se les informaba la llegada de 36 bolsos.
El 13 de marzo de 2019, una mujer identificada como Paola Soto y otros tres mensajeros viajaron en el vuelo 920 de American Airlines desde Colombia rumbo a Miami con 28 bolsos y carteras. La Corte de la Florida sostiene que fue Soto la que le entregó los boletos de avión y una compensación monetaria a uno de los mensajeros para que llevara tres de los bolsos de piel de caimán.
El último viaje se presentó el 4 de abril de 2019. Un mensajero llegó por medio del vuelo 920 de American Airlines a Miami con tres bolsos de piel de caimán. La ruta, como todas, era la tienda ubicada en Nueva York. El documento insiste que ninguna de las importaciones anteriormente citadas cumplió con los requisitos que exige la ley estadounidense.
Frente a esto se menciona que, pese a tener conocimiento sobre los requisitos que debían cumplir para realizar estas importaciones y las leyes de comercio de Estados Unidos, la diseñadora y sus colaboradores pusieron en marcha un plan para evitar el pago de impuestos.