Principal destino de la cocaína colombiana ya no sería EE.UU.: Petro aseguró que el mercado se cayó en ese país

Uno de los problemas que ha enfrentado Colombia desde hace algunas décadas es el relacionado con el narcotráfico. El país vio nacer a uno de los referentes más peligrosos y que causó más daños en todo el mundo. Pablo Escobar, originario de Medellín, dejó una marca difícil de borrar en la nación, que figuró en casi todos los continentes como la mayor exportadora de cocaína.

Varios gobiernos han tenido que hacerle frente a es problema, con diferentes políticas de lucha contra las drogas. Aunque no ha sido fácil, algunas lo han logrado a través de la erradicación y los golpes a estructuras de microtráfico.

Una de las políticas contra drogas más criticadas ha sido la del actual Gobierno, encabezado por el presidente Gustavo Petro. De hecho, hace algunos días la Fiscalía General de la Nación aseguró que no apoyaría la propuesta, por no tener objetivos y acciones que luchen contra el narcotráfico.

Gustavo Petro aseguró que el mercado de la cocaína se cayó en EE.UU.

A través de un trino, el mandatario aseguró que el mercado de la cocaína ha cambiado en su interior y que las rutas ahora son otras. Hace algunos años se trazaban algunas hacia el norte y por el océano Pacífico o hacia el Caribe. Esas rutas cruzaban Centroamérica y México, para llegar a su destino final, Estados Unidos.

Ahora, según el mandatario, las rutas van hacia el sur. “Abandonan las costas y penetran al otro lado de la cordillera de los Andes hacia la selva amazónica”. Esto significa que la mayor zona cocalera ya no sería Tumaco, ni el Catatumbo. La nueva zona de producción masiva de cocaína sería en una franja de 10 kilómetros, a lo largo de la frontera colombo ecuatoriana, del lado colombiano.

“Desde esta zona alejada del mar se trazan las nuevas rutas por los ríos y van hacia el sur. Hacia Brasil para llenar el mercado brasileño, hacia Brasil para pasar al África y de allí a Europa. Hacia Ecuador y Perú para pasar al Asia oriental, a Japón y Australia”, aseguró Petro.

¿Por qué el principal destino de la cocaína ya no es EE.UU.?

El mercado de la cocaína se habría desplomado en Estados Unidos, siendo reemplazado por uno peor, el del fentanilo. El presidente afirmó que esa droga mata 100.000 personas en ese país al año, mientras que la cocaína mataba 4.000 personas por mezclas venenosas en el mercado clandestino.

“Es por esta razón por la que cae el precio de la hoja de la Coca en las áreas dedicadas a la exportación hacia EE.UU., y las organizaciones armadas asentadas allí reemplazan la perdida de ganancias de la cocaína por oro ilícito, extorsión y secuestro contra la misma población de la zona”, agregó.

El mandatario aprovechó para hablar de la situación al sur del país, más específicamente en la frontera con Ecuador. De hecho, se refirió al reciente asesinato del candidato presidencial de ese país, Fernando Villavicencio.

“Es por esto que de ser un país pacífico, Ecuador ha superado en violencia a Colombia, y quizás es por esto que asesinaron al candidato presidencial Fernando Villavicencio. Es probable que con la nueva geografía del mercado de la cocaína, mafias paraguayas y uruguayas busquen construir una economía ilícita en Bolivia y es posible que ahora los laboratorios de cocaína se ubiquen en Europa para competir con calidad ante la invasión de las drogas químicas y el fentanilo”, comentó.

La urgencia de hacerle frente al fentanilo en Colombia

El mandatario aseguró que el fracaso con la guerra antidrogas continúa y sigue empeorando. Sin embargo habló de un escenario optimista frente al fentanilo, pues debido a la incapacidad industrial de Colombia para producir ese componente, se podría escapar de la “geografía narcotraficante”.

Entre las estrategias que tendría la administración para hacerle frente al posible consumo de fentanilo, se encuentra la instalación de puestos de detección gratuitos y libres para consumidores en zonas de rumba, pedagogías sobre los efectos mortales de esta droga y una estrategia de salud pública concreta.

Aseguró además que el fentanilo se esconde detrás de algunas otras drogas, lo que puede garantizar una mayor adicción del consumidor a las mismas.

“De la marihuana del capitalismo del bienestar y sus juventudes rebeldes, pasamos a la cocaína, la droga de la competitividad y el neoliberalismo; y ahora entramos a la droga de la muerte, el fentanilo: la droga del capitalismo de la crisis climática y la guerra”, concluyó.