Judicial
Proceso 8.000: esposo de la ‘Monita retrechera’ vuelve al ruedo y pide nuevamente su libertad condicional
Jesús Amado Sarria Agredo fue pieza clave en la investigación por la presunta financiación del Cartel de Cali a la campaña presidencial de Ernesto Samper en 1994.
Jesús Amado Sarria Agredo, el esposo de la célebre Elizabeth Montoya, más conocida como la ‘Monita retrechera’, reapareció para pedir nuevamente su libertad condicional. En un registro conocido por SEMANA, la defensa de Sarria Agredo le pidió al juzgado décimo de ejecución de penas de Bogotá que le otorgue este beneficio judicial, argumentando que cumple con todos los requisitos.
Sarria Agredo fue condenado en el año 2009 a diez años de prisión por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, por el delito de tentativa de homicidio, por ser el autor intelectual del ataque del que fue víctima su exsocio Elkin Yesid Barajas. En hechos registrados el 2 de abril de 2008, un comerciante de esmeraldas fue herido por sicarios, luego de una disputa económica que tenía con Sarria.
Sin embargo, cuando las autoridades iban a ejecutar su captura, no lo encontraron en su domicilio en Bogotá. Tras varias pesquisas e indagaciones, se llegó a la conclusión de que Sarria había huido. En 2010, la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la condena, pero del paradero de ‘Chucho’ Sarria no se tenía noticia, parecía que se lo había tragado la tierra. Siete años después, fue sorprendido en Villa del Rosario (Norte de Santander), en la frontera con Venezuela, mientras hacía un negocio con esmeraldas.
Las autoridades le habían hecho un fuerte seguimiento a este misterioso hombre, que tenía, según el mismísimo Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), una fortuna cercana a los 10 mil millones de pesos, producto de una guaca que se encontró en una mina y dos premios de la lotería. Sin embargo, este dato se suma a su extraña y misteriosa vida.
Tendencias
Lo anterior, sumado al hecho de que pasó de cuidar presos en la isla Gorgona y ser un suboficial de la Policía del Cauca, a ser un reconocido esmeraldero que se destacaba por sus gustos extravagantes, entre ellos, la cría de caballos finos, la tenencia de haciendas y avionetas brasileñas, así como las colecciones de arte.
En la década de los noventa, el nombre de Jesús Amado Sarria ocupó un lugar especial en la investigación que se adelantaba por la presunta financiación del Cartel de Cali a la campaña presidencial de Ernesto Samper Pizano en 1994. El entonces policía era el esposo de Elizabeth Montoya, más conocida como la Monita retrechera, una enigmática mujer que manejaba las finanzas de la campaña del candidato del Partido Liberal.
Montoya era la persona encargada de las donaciones que enviaban las multinacionales a la campaña presidencial. Igualmente, según declaró Santiago Medina, quien era el tesorero, la Monita retrechera manejaba las relaciones con personas influyentes, entre ellos varios narcotraficantes que hicieron aportes económicos fundamentales en la recta final de la contienda a la Presidencia de la República.
En un punto, incluso, la mujer logró manejar los recursos en los departamentos del Cauca, Nariño y Valle del Cauca, un departamento clave, debido a la influencia del Cartel de Cali, comandado por los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela. En su colaboración con la Fiscalía General, Medina entregó como prueba un fax en el que se evidenciaban donaciones de Montoya por 32 millones de pesos en efectivo y 100 mil dólares.
El tesorero de la campaña era reiterativo en señalar que Montoya tenía documentos fundamentales que permitían vincular a Samper con los Rodríguez Orejuela y otros narcotraficantes del Valle del Cauca. El nombre de Montoya y Jesús Sarria quedó registrado en una de las grabaciones telefónicas que le fueron interceptadas a Ernesto Samper y en las que quedaba clara su cercanía.
Con esta prueba documental, la pareja Sarria–Montoya quedó vinculada a la investigación del Proceso 8.000, puesto que era evidente que existían nexos con la campaña y su conocimiento del presunto apoyo de los narcotraficantes. Mientras enfrentaba esta investigación, ‘Chucho’ Sarria fue detenido por un caso de enriquecimiento ilícito y narcotráfico.
El 2 de febrero de 1996, Elizabeth Montoya fue asesinada por dos sicarios en su apartamento en el norte de Bogotá. Por estos hechos, no se ha emitido una sola condena y son más las dudas que las respuestas sobre los determinadores del crimen. Incluso, los familiares de la Monita han señalado a su esposo de estar detrás de la planeación del asesinato.
Años después, fue absuelto por los hechos de enriquecimiento ilícito y narcotráfico, por lo que se ordenó su libertad inmediata. Durante muchos, años estuvo en el anonimato realizando negocios con esmeraldas y bienes raíces. En abril de 2008, su nombre volvió a cobrar popularidad, tras ser vinculado con el intento de asesinato del comerciante Elkin Yesid Barajas, por una deuda de 400 millones de pesos, en el marco de una compra de esmeraldas.