NACIÓN
Proceso 8.000 vs. proceso 15.000: las cuatro coincidencias esenciales del escándalo de Samper y el que vive hoy Gustavo Petro
Los audios, el misterio sobre el origen de la plata y los protagonistas de dos de los momentos más cruciales y escandalosos que ha vivido el país.
“Lee cómo empezó el hijueputa (proceso) 8.000 y por qué empezó, ahí está la clave”, esa fue la premonitoria amenaza de Armando Benedetti sobre lo que hoy es un escándalo que remueve los cimientos del gobierno de Gustavo Petro.
El exembajador en Venezuela, uno de los políticos más curtidos y conocidos del país, la tenía clara. No solo cuando apostó por Gustavo Petro para la Presidencia, sino cuando, en medio de amenazas a la exjefe de gabinete Laura Sarabia, le dijo que, si se conocía lo que había ocurrido en la campaña y su financiación, sería un escándalo tan grande como el proceso que tuvo en la mira al expresidente Ernesto Samper durante todo su gobierno por el comprobado ingreso de dinero del Cartel Cali a su campaña.
Desde que los audios se hicieron públicos, muchos han hecho memoria y han encontrado coincidencias. El periódico El Colombiano, por ejemplo, enumeró algunas. La excandidata presidencial Ingrid Betancourt, otras. La periodista María Isabel Rueda, en su sección para SEMANA, también explicó por qué este es el 8.000 del presidente. Aquí los puntos más fundamentales.
1. Unos audios explosivos como origen
“Tú que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa 8.000 y por qué empezó, ahí está la clave de todo lo que te va a pasar, y si tú crees que es un chantaje, cree que es un chantaje, es una respuesta a una forma, de hijueputas de ustedes, es una respuesta a una hijueputada, no es chantaje todavía”, es la cumplida advertencia de Benedetti en los audios de voz que reveló SEMANA y que estremecieron al país.
En los audios, Benedetti habla de una enorme suma de dinero que entró a la campaña. “En el momento en que yo diga quién dio la plata aquí en la Costa, yo sé que es esa mondá, tú no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa 8.000, y por qué empezó, ahí está la clave de todo lo que te va a pasar. Y si tú crees que es un chantaje, a una forma hijueputa de ustedes, no es un chantaje todavía, vamos a ver qué tal que uno diga quién fue el que puso la plata aquí en la Costa”.
Benedetti se siente herido porque los dejaron esperando más de tres horas, “entonces por favor, por favor, no me vengas a decir que fue por güeva (…) que yo estuve allá, por lo que sea (…), amarrar gente, nadie me deja tirado tres horas ahí, un man que hizo cien reuniones en una campaña política, un man que consiguió 15.000 millones y ahora… que busqué toda la plata y tú lo sabes más que nadie, pa’ que se fuera a los hoteles, para que se viniera para acá y todo lo demás”.
El periódico El Colombiano, explica que en 1994 todo comenzó por los audios “en los que el jefe de cartel de Cali, Miguel Rodríguez Orejuela, le confiesa al periodista Alberto Giraldo que hicieron aportes a la campaña presidencial de Samper. Esos audios fueron revelados por Andrés Pastrana, que había perdido las elecciones y que le pidió la renuncia a Samper”.
La grabación de los famosos narcocasetes dejó al descubierto que los traficantes de droga habían logrado penetrar dineros calientes en la campaña liberal.
En este caso surgen preguntas, como lo señaló María Isabel Rueda: “Según la explicación oficial de la financiación de la campaña, toda, o sea más o menos 30.000 millones, vino, según ellos, de préstamos a dos bancos apalancados en la reposición de votos que paga el Estado y, supuestamente, no recibieron aportes de ningún particular para no quedar debiendo favores a terceros. ¿Entonces quién aportó los dineros a los que se refiere Benedetti? Y pensar que todo comenzó por el robo doméstico de una maleta, de lo cual culparon a una niñera”, alerta la periodista.
Escuche la opinión de María Isabel Rueda
La excandidata Ingrid Betancourt dijo “esto es mucho más grave que el proceso 8,000. Comienza igual, con audios, con cómplices maltratados que cantan. Pero, además, aquí hay traición a la patria desde presidente para abajo”.
1/1 El pacto con el diablo metió al país en un infierno. El cambio hay que hacerlo ya, con el pueblo en las elecciones de octubre, con la fiscalía y las cortes para abrir el nuevo proceso 8000, con nuestro ejército, policías, y las reservas para recuperar el control territorial pic.twitter.com/p0yh0YLDob
— Ingrid Betancourt Pulecio (@IBetancourtCol) June 5, 2023
2. Los protagonistas son los jefes de campaña
Hoy a Armando Benedetti es como el Santiago Medina del 8.000. El exembajador de Venezuela era la estrella de la campaña. El senador llegó a comienzos de noviembre de 2020 al proyecto de Petro y se convirtió en un alfil clave. Era el hombre que más le hablaba al oído al hoy presidente Petro: le manejaba la agenda, coordinaba sus comunicaciones y la estrategia de la campaña, organizaba los viajes y hasta consiguió que se acercara a la prensa y moderara su discurso. Gustavo Petro, el candidato, llegaba con él a las entrevistas, debates y citas más privadas y claves.
Benedetti renunció a La U y llegó directamente a la Colombia Humana en noviembre de 2020, cuando ni siquiera la estructura de Petro era un partido político y menos se hablaba del Pacto Histórico. Su arribo fue ruidoso y se convirtió en tendencia en redes sociales durante dos días, por una opinión pública de izquierda que quiso destrozarlo. En esas toldas no era bien vista su llegada.
Gustavo Petro lo defendió con garra en esos meses. Para ese momento, Petro sabía bien quién era Benedetti. Al igual que Roy, él fue una de las primeras figuras políticas, cercana en su momento a Álvaro Uribe y a Juan Manuel Santos, a la que Petro le abrió la puerta de su partido. No eran propiamente de las toldas del cambio, sino alfiles de la política de siempre. Pero Petro sabía que los ocho millones de votos que obtuvo en 2018 no eran suficiente para ganar, y por tanto había que sumarlos.
Santiago Medina era el tesorero de la campaña de Samper. Al igual que Benedetti, no solo fue el protagonista del proceso 8.000, “sino que alimentó versiones de documentos secretos que tenía en su poder con orden de hacerlos públicos si algo le pasaba. Se habló de cajas fuertes, sobres lacrados, cajillas de seguridad en bancos europeos”, como recuerda el perfil de SEMANA que registró su deceso.
Medina decidió contar lo que sabía el 28 de julio de 1995. “Fue en ese momento cuando el extesorero de la campaña, agobiado por la presión del escándalo que se acercaba y asustado porque lo fueran a sacrificar como chivo expiatorio, decidió ‘escapársele’ a Ernesto Amézquita, el abogado defensor que le habían contratado sus amigos del gobierno para que no hablara. Acto seguido, destapó los detalles del escándalo político del siglo ante la Fiscalía. Fue una confesión totalmente espontánea, aunque fuertemente documentada. Sudando por los nervios y sin abogado propio, ante un fiscal sin rostro, Medina narró la historia que todo el país conoce y que lo estremeció en ese momento”, agrega ese texto.
Como recuerda El Colombiano, “Medina fue el primero en prender el ventilador en la Fiscalía y gracias a sus colaboraciones la justicia logró poner tras las rejas a varios funcionarios del Estado, entre ellos a Fernando Botero Zea, quien había sido el coordinador de la campaña. Pero la razón por la cual Medina decidió irse en contra del gobierno que apoyó en campaña fue porque, al igual que Benedetti, estaba decepcionado por no recibir el espacio político al que creía tener derecho, pues le habían prometido la embajada de Francia y al final le ofrecieron un consulado en Grecia”.
3. El papel de víctima del presidente
A pesar de que las pruebas pesaban como un yunque contra Ernesto Samper, en su momento, el presidente también “siempre se excusó diciendo que todo se hizo ‘a sus espaldas’ y acusó a la derecha, a los conservadores, a los medios y a Estados Unidos de confabularse para buscar su caída”, recordó El Colombiano.
Samper le achacó la culpa del escándalo a los “conspiradores” y hasta el final se defendió con patas y manos. En una entrevista en su momento con SEMANA, el entonces presidente aseguró: “El cuento de la responsabilidad política lo sacaron del sombrero los conspiradores cuando se dieron cuenta de que yo era inocente. Es cierto que llegué a contemplar en algún momento la posibilidad de retirarme como una de las opciones válidas para superar la crisis, pero me hice esta reflexión, y se lo digo con el corazón en la mano: ¿qué le sirve más a Colombia, un presidente elegido democráticamente y derrotado por el narcotráfico, o el narcotráfico derrotado por un presidente democrático? El país se hubiera demorado muchos años en recuperarse del golpe de un presidente tumbado por la droga”.
El presidente Petro ha recurrido a decir que lo que existe en su contra y en contra de su gobierno del Pacto Histórico es un “golpe blando”, método que había mencionado en una pasada ocasión por las decisiones de la Procuraduría en contra de integrantes del Pacto Histórico.
Nuestros rivales políticos se han apresurado a ponerme denuncias en la comisión de acusaciones. Sin embargo en ninģuna entrevista o en audios se ha mostrado que he cometido un delito.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 6, 2023
Se trata de un simple intento de golpe blando para detener la lucha contra la impunidad pic.twitter.com/J3o26u2jnd
“Nuestros rivales políticos se han apresurado a ponerme denuncias en la comisión de acusaciones. Sin embargo, en ninguna entrevista o en audios se ha mostrado que he cometido un delito”, trinó Petro.
Y continuó con el mensaje el jefe de Estado: “Se trata de un simple intento de golpe blando para detener la lucha contra la impunidad”.
4. Un fiscal fuerte, un contrapoder
Francisco Barbosa se ha convertido desde hace meses en la voz más relevante frente a los excesos en el uso del poder de Gustavo Petro. Una vez se conoció el relato de Marelbys Meza, la exniñera de Laura Sarabia, el fiscal no se guardó calificativos para la gravedad de los sucedido. Dijo que era “grotesco” y aseguró que el país estaba ante uno de los más oscuros capítulos de la historia judicial del país.
El fiscal nunca ha tenido miedo de resaltar los peligros de lo que propone el Gobierno. Les ha puesto tatequietos en temas tan sensibles como la ‘paz total’. Se espera que tendrá un papel crucial en este entramado.
En su entrevista con SEMANA, Benedetti dio las más grandes puntadas de hacia dónde seguramente irá la investigación. Uno de los temas más relevantes del escándalo es si entraron 15.000 millones de pesos no registrados a la campaña, tal como parecía por la conversación que él tiene con Laura. ¿De dónde saca el número de 15.000 millones de pesos?, le pregunta Vicky Dávila. “Bueno, porque el gerente..., alguna persona me ha dicho”. La directora de SEMANA le contrapregunta: “Nicolás Petro, ¿qué?”. “No, ya no vamos a hablar más, Vicky, ya se acabó la entrevista”, le responde.
Pero hay una pregunta que lo saca de quicio: “Espérese un momentico, dígame una cosa: ¿los narcos dieron plata para Petro?”, “Vicky, ya cállese la boca…”, le dice. Ella lo interrumpe: “Dígame”. Y él repite: “Que se calle la boca”.
En el 8.000, quien buscó las respuestas a lo más clave del escándalo fue Alfonso Valdivieso. Antes de llegar a ese cargo, el país lo conocía como el escudero de su primo Luis Carlos Galán. Pero una vez en la jefatura del búnker, saltó a la fama por ser el fiscal general que sacó adelante el famoso proceso 8.000, que puso al descubierto las profundas relaciones que había entre el narcotráfico y la política colombiana.
Precisamente el juicio y la condena de importantes personajes de la vida nacional sirvieron para que parte de la sociedad cambiara su permisiva actitud frente al narcotráfico. Su gestión lo llevó a la cima de la popularidad, y en 1997 dejó su cargo para aspirar a la Presidencia. Tras renunciar a favor de la aspiración de Andrés Pastrana, Valdivieso viajó en 1998 con su esposa y sus dos hijos a Nueva York como embajador en la ONU.
“Nos vamos presos”, los explosivos audios de Armando Benedetti
El escándalo que involucra a Armando Benedetti y a Laura Sarabia tocó directamente al presidente Gustavo Petro.
Ante lo que parece ser un plan estratégico para ocultar la verdad, SEMANA revela en exclusiva unos explosivos audios que el entonces embajador en Venezuela le envió a quien era en ese momento la jefe de gabinete del Gobierno. Allí queda la evidencia de que Benedetti es una pieza clave para establecer cómo se financió la campaña presidencial de Petro, en 2022.
Estas pruebas difieren de lo que el exdiplomático le dijo al portal Cambio, en el que aseguró que no había “nada irregular” sobre lo que fue la contienda.
“Nos caemos todos, hijueputa”
En lo que se escucha en los audios, Benedetti es consciente de todo lo que sabe y se lo enrostra permanentemente a Sarabia, quien fue su aliada, su subalterna y, al final, terminó convertida en su peor enemiga.
Todo explotó porque Benedetti pidió una cita con el presidente Petro, en la Casa de Nariño, y lo dejaron tres horas plantado, según su relato. Él se sintió humillado y le reclamó con dureza a Sarabia.
“Lo que te estoy diciendo, Laura, es que ese tratamiento (...). Y ayer el presidente: ‘no, no, es que tengo afán’. Ajá, marica, yo hice 100 reuniones (...), 15.000 millones de pesos, es más, si no es por mí no ganan. Entonces, así sea de hipócrita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que tú y el presidente me dieron ayer, marica, yo no sé, además, lo que te voy a decir no es una amenaza (...) veo que esto me puede emputar, pateo, hijueputa, y ahí nos caemos todos, hijueputa”, le dijo Benedetti a Sarabia.
La conversación, rápidamente, se transformó en una cruda pelea. “Perdón, Laura, pero es que uno también explota, es que se pasan de calidad, yo fui el que organicé todos los votos, hijueputa, en la Costa, todos, hijueputa, sin que pusieran un peso y además esa plata se fue para el Pacífico. ¿Quién ve eso ahora? Nada. ¿O es quieren que diga, hijueputa, quién fue el que puso la plata? No me jodan la hijueputa vida, no me jodan la vida, porque lo que pasó ayer y antier (fue) una mierda Laura, de parte tuya y de parte del presidente”.
Benedetti le hizo una advertencia: “Prepárense porque yo en cualquier momento reclamo mi espacio político y no lo hagan para que vean y si creen que es una amenaza, es una amenaza y si quieres grabarlo, grábalo, exploto porque ayer ustedes me maltrataron como una mierda y eso no se le hace a Benedetti”.
Dolido, el hoy exembajador le dejó claro a Sarabia que no estaba jugando y se preocupó por advertirle que no era una amenaza.
“Era como tratando de enrostrame ‘tú no vales verga’, pero yo no entiendo tú de dónde sacas eso y no es una amenaza (…), no sé. Con tanta mierda que yo sé, pues nos jodemos todos, sí, ustedes me joden a mí, yo los jodo a ustedes, pero se caen las torres gemelas. (…) Osama Bin Laden, cuando tumbó las torres gemelas, le importaba una mondá la imagen y si lo iban a matar o no lo iban a matar, pero tumbó las torres gemelas”, señala Benedetti, en uno de los apartes más candentes conocidos por SEMANA.
“Al tigre hay que dejarle una salida”
Benedetti estaba cansado en Venezuela y tenía la esperanza de volver a Bogotá luego de las conversaciones que había tenido con el presidente Petro y las promesas que le había hecho para regresar, y mucho más con los cambios en el gabinete.
“Laura, tú me conoces a mí. (Mira) el cuento del tigre, al tigre hay que dejarle una salida porque, si no, se tira encima de las personas. Y tú sabes que yo soy tigre que, sin salida, de pronto me tiro encima de las personas”, le subraya Benedetti a Sarabia.
El entonces embajador contó que salió llorando de la cita en Palacio. “Yo te lo juro que ayer, cuando salí de Palacio, me fui llorando, me fui con el ojo (…), no hay derecho a que tú, tú, tú, olvídate de Petro, Petro puede ser un hijueputa, y es hijueputa y lo conocimos hace un año, que entre otras cosas tú no querías que lo apoyáramos”.
Además, expresó su molestia porque se sentía relegado, mientras Sarabia concentraba todo el poder al ser la sombra del presidente Petro.
“Yo no entiendo, supongamos que (Petro) ya no me quiere, que me odia, eche, hay otras cosas que debe rescatar de mí, jueputa. Yo trabajé en la puta campaña, hice lo demás, hice lo otro, ¿cómo así que no? ¿Tú me has pedido, me has hecho un favor? ¿Yo he nombrado un portero? (…) ¿Tú me has pedido una hoja de vida de algo, de bacán, de amistad? No (...). Nadie me deja tirado tres horas ahí, un man que hizo 100 reuniones en una campaña política, un man que consiguió 15.000 millones y ahora… que busqué toda la plata y tú lo sabes más que nadie, pa’ que se fueran a los hoteles, para que se viniera para acá y todo lo demás”.
Benedetti estaba indignado y le decía a Sarabia que el presidente le debía su triunfo en las urnas. Durante la campaña, la sombra del candidato Petro era, sin duda, el exsenador Benedetti. Le organizaba la agenda, le hacía cumplir sus citas en los medios y hasta le administraba su vida con tal de que cumpliera con todos los actos.
“Nadie, ni Petro, trabajó más que yo en esa hijueputa campaña. Si no hubiera sido por mí, no ganan, hijueputa, no gana nunca. Pa que me dé ese tratamiento: ‘tengo que ir a grabar’, no se qué mondá y tú emputada y la gente, nada, ‘¿qué hace usted aquí?’. ¿Qué es eso, Laura?”, le dice Benedetti.
Grave acusación contra Prada y Roy
En los audios se pone de presente una información muy grave. “El señor Prada se robó todo el ministerio con la mujer, el señor Roy (…) todo hijueputa, todo (…)”.
Benedetti, furioso, le hizo una comparación a Sarabia y que pareciera premonitoria sobre el escándalo que se desataría si se descubre lo que ocurrió en la Costa con la financiación de la campaña presidencial de Petro.
Ante lo que parece un incumplimiento, en uno de sus audios, se escucha explotar a Benedetti.
“No te estoy amenazando, pero ahora sí te amenazo, hijueputa, a ti y al presidente, ¿oíste? No te estoy amenazando, pero si tú quieres que te amenace, yo salgo y cuento todo lo que sé. Que sé bastante para acabar con el mundo, ¿oíste? Con el de ustedes y con el mío. Así que no me vengas a hablar en ese tono tan maricón que no te estoy amenazando, te estoy es reconviniendo, por una hijueputa como tú que se ha portado conmigo, como una hijueputa después de todo lo que yo hice por usted también”.
Benedetti desafió a Sarabia. “Tienes huevo al decirme que amenace al presidente. ¿Quieres esa pelea? ¿Quieres esa puta pelea? ¿Dime cuándo la quieres? Hazle, pues, dale. En vez de tratar de reconocer el error y tratar de enmendar las cosas, tú lo que quieres es pelea, hijueputa, ¿me estás usando? Dale, hijueputa, se acaba el mundo tuyo, el mío y el de todo el mundo (...) todo el mundo, hijueputa”.
El entonces embajador trataba de explicarle a Sarabia que su rabia no era por puestos, aunque todo el tiempo reclamaba que no le habían dado ninguno. Por el contrario, volvía y le advertía que los escándalos de los presidentes en el mundo se han desatado a partir de alguien de adentro, dolido, así como estaba él.
“Oye Laura, tú deja de ser tan imbécil, de verdad crees que esto es de contratos. ¿Estás viendo lo que pasó en la campaña? ¿Qué es lo que te pasa? ¿Me estás amenazando, Laura? ¿Tú me estás amenazando a mí, Laura? Como tú no sabes un culo, revisa cómo son los escándalos en la hijueputa vida aquí y en todas partes del mundo, a alguien como yo se lo culean y creen que lo van a joder (...). ¿Y ahora estás en ese plan? Dale, Laura, dale, mi Laura, dale, mi Laura, dale, es un ciempiés al lado de 20 King Kongs”.
“Todos amenazados”
En un momento de la conversación, Benedetti perdió los estribos. “Si antes te sentías amenazada, ahora sí es culo de amenaza. Y me dices hijueputa cuándo culo quieres que esté allá en Bogotá y me dices cuándo culos quieres empezar a pelear, o cuándo culos quieres arreglar. Usted está allá es por mí, hijueputa, por mí. O es que alguien te iba a pasar al teléfono si no hubieras trabajado conmigo, te hubiera dejado sola a ver qué culos ibas a hacer. Ahora sí que estamos todos amenazados hijueputa, dime qué más hay qué hacer”.
Armando Benedetti deja sobre la mesa una frase demoledora. Dice que, si él habla, todos podrían ir a la cárcel. “No es mamando gallo, no es amenaza, porque tú me conoces. Yo no me voy a dejar mamar gallo, Laura, te lo juro por la vida de mis hijos que no pasará nunca, nos hundimos todos, nos acabamos todos, nos vamos presos, acabamos toda la hijueputa verga”.
Ante lo que parece una tensión entre ambos, por el poderoso puesto de Sarabia, Benedetti insiste en quitarle los miedos. “No es verdad, hijueputa, eche, no me jodas más con tu puesto, yo no quiero tu hijueputa puesto, me vale verga tu puesto, no quiero esa mondá, no quiero estar en Palacio, no quiero ser el constructor de todas las cagadas que llevan ahí, no quiero”.
Es claro que Benedetti quería regresar a Bogotá y dejar la embajada en Caracas. Para empezar, sus relaciones con el canciller Álvaro Leyva eran pésimas.
El exembajador le sacó en cara a Sarabia los ofrecimientos que le hizo. “Tú fuiste la que me ofreció algo en el Ministerio del Interior, no había nadie mejor en el planeta tierra, nadie te ayudaría más que yo. (...) Entonces, búscame una solución rápida, la que sea, pero ya me estoy emputando de verdad, Laura, porque tú eres una persona diferente hoy y ayer a la que fuiste el domingo, pero del cielo a la tierra. Mi Laura fue otra vez la del domingo, ahora estás es mamándome gallo, y como hijueputa me estén mamando gallo, vamos a ver qué pasa Laura. Me importa un culo, a mí me dijeron ‘cuando arregle su problema se viene enseguida’. En serio, Laura, bájale a la mamadera de gallo, no respondo, una vez que dispare hijueputa nos ahogamos todos. Te lo juro”.
Y no solo le reclama por el Ministerio del Interior, sino también por la Cancillería. “Quedamos que era la Cancillería o el Ministerio del Interior, los dos te los firmo, pero yo sé que te puede ayudar más a ti, el Ministerio del Interior, haciendo equipo sacamos todo… O sea, cuántos meses necesitas tú para (...) saber que Velasco no te va ayudar con la tarea y que vas a perder las elecciones (...) Ya qué importa molestar a Velasco, ya sabes que Velasco no te va a servir porque ya todo el mundo te lo dijo”.
Arremetió contra Velasco
Pero las opiniones de Benedetti sobre el hoy ministro del Interior eran bastante negativas. “Velasco no puso ni un peso, ni hizo una reunión, entonces, toca estar pendiente que el señor no se moleste, pero yo que me joda, como siempre, yo que me joda (...). Yo no entiendo cómo todo el mundo en Colombia dice que yo puedo prestarte a ti una asesoría verraca y tú eres la única que no”.
Como Sarabia no le concretaba nada a Benedetti, de lo que él había hablado con el presidente, se quejaba de las demoras.
“Había un compromiso de que apenas arreglara mis problemas un día y entonces, ahora que los arreglo, hay que esperar qué pasa con Velasco, siempre me toca hacer cola, es lo que te digo, que uno se emputa, se molesta, falta que tú me digas: ‘Oiga voy hacer este plan’, a ver qué pasa”.
Pero con los audios se puede inferir que Sarabia le llegó a ofrecer algún cargo en el tema de la paz, “Laura, lo de la paz te dije que no y no es no. (...) Un poco de ministros como si fuera un lavaperros de esos maricones. Además, ya estoy como si yo fuera el que fuera perdiendo 3-0 y van 20 minutos, y solo queda ese cambio, que para no molestar a los jugadores”.
Ese domingo, en el que hablaban con más calma, y Laura parecía ofrecerle a Benedetti lo que quería, hubo cierta calma y el exembajador se puso emotivo.
“Puedo decirte que quedé muy contento de la conversación, que nunca se te olvide que tú y yo ya hicimos historia, no todo el mundo lo sabe o lo supone, o lo dice un poco, pero para que quede en los libros de la historia que tú y yo elegimos presidente contra todo pronóstico. Siempre fuimos un equipo, tú estás tratando por allá, yo por acá y vamos a decir la verdad, tú estuviste conmigo bajo la batuta, ahora yo estaré contigo bajo tu batuta, pero si hacemos equipo, te lo juro que pasamos a la historia como que salvamos esta mierda, que es el Titanic propiamente”.
“Y dile al presidente que tú te pones de garante de todo lo que vaya a pasar, o sea te toca, me pregunto yo, perder el culo si yo no hago las cosas bien, le puedes decir, confía en mí, yo soy el garante de que Benedetti no la va a cagar, al revés, vamos a triunfar”.
Cuando Benedetti perdía la paciencia le decía a Sarabia que le estaba tomando el pelo con lo de su regreso a Bogotá.
“No sé por qué tengo un tufillo, una sensación que me diste fue manejo ese día, de lo que pueda hacer o qué, no sé (...). Y ahí vienen las cosas que yo te digo a ti, es que yo fui el que batallé… y tengo que estar pendiente de otros que no hicieron un culo”.
Armando Benedetti le reclama a Laura Sarabia como si lo estuviera presionando con los procesos judiciales que ha enfrentado, algunos de ellos ya cerrados.
“Laura, no me amenaces con que el recurso va pa la Corte o no va pa’ la Corte, eso lo decido yo, porque yo estoy a punto de resolver mi problema y esa no es la respuesta. Yo no estoy pidiendo puestos ni un culo, si me quieren echar, me echan. Lo que tú no quieres entender (…), me importa un culo tu puesto, tu puesto se lo debes tú, según tú, a los dioses (…). Yo reclamo un espacio político y ¿por qué tiene que ser en nombre mío?, ¿por qué a mí nunca nadie me ha pedido una hoja de vida?, ¿por qué nunca nadie ha tenido una decencia de decirme allá en Barranquilla, tú vives allá hijueputa, naciste allá, por qué culos no dicen vamos a ayudar en algo? Todo es desprecio”.
Benedetti acusa a Sarabia, además, de llamar a sus familiares. “Te lo juro que estás de una ingenuidad y una inexperiencia, ahora sí entiendo por qué les va tan mal en el Gobierno, por la inexperiencia e ingenuidad. Y entonces creo que también llamaste a mi papá ayer para asustarlo con el tema jurídico. O sea, Laura, por favor, Laura, estás jugando con profesionales, Laura (...). Qué baja, Laura, qué baja y qué aficionada toda la vida. Llamar a Adelina que estoy pidiendo el Ministerio del Interior para que ella se empute conmigo y entonces yo no pida eso”.
“Tú me dices que fuiste muy leal conmigo, que me ayudaste para que no me pusieran preso y llegas a la Presidencia, marica, y como si no me conocieras, le fue mejor a Prada contigo, que nunca trabajó contigo, que no hizo un culo de campaña, le fue mejor a Roy contigo, le fue mejor a todos los ministros que están allá, que no sirven para un culo, ¿cómo así?”.
Plan para elecciones
En la conversación, igualmente, sale a flote que a Benedetti le ofrecieron regresar a Colombia para ser la ficha del Gobierno de cara a las elecciones de octubre.
“Tú lo que me estás diciendo a mi es que entonces ahora lo que voy a hacerme es cargo de otra campaña electoral para que después me patee el culo todo el mundo. No sé. ¿O es que el único puesto donde conservo el fuero es en la embajada? Ahhh, no sabía. No me amenaces que me van a echar, ay, échenme”.
El tema del fuero de Benedetti se volvió importante en la conversación con Sarabia. “Es que yo no estoy pidiendo empleo. Yo no voy a organizar ningún mapa político de nadie. ¿Y es que el único puesto donde conservo mi fuero es en la embajada? O sea, tú lo único que estás corroborando es la humillación que me hiciste ayer y me hiciste antes de ayer (...). Aquí la que tiene el poder y la hijueputa has sido tú”.
Por momentos, Benedetti se escucha suplicante. “Yo lo que quiero es hacer equipo contigo, estoy aburrido en Venezuela, tú sabes que eso no es lo mío. ¿De dónde tú sacas que yo estoy contento y tú eres la que está sufriendo? Yo te lo digo con todo el cariño, es que las cosas tienen un sindéresis y el sindéresis, lo correcto, es que yo estuviera en Colombia, trabajando hijueputa no sé, donde te dé la hijueputa gana. No voy a competir contigo, no quiero competir contigo, no me ofrezcas un cargo del cual yo no tenga potestad. Entonces, mejor dilo, si tú no eres capaz de aceptar de que tú te has portado como una mierda conmigo (...)”.
Y le recuerda la demora en ser atendido en Palacio. “Yo llevo cuatro horas sentado en una silla, me estaba muriendo de rinitis, tú no saliste nunca a un culo, yo llegué a las cinco y a las ocho es que tú haces la llamada, tres horas después (...). Si tú fuiste tan leal a mí, por qué me dejas tirado cuatro horas en una silla, sin irme a preguntar: ¿quiere un café, cómo está usted? Discúlpeme”.
Benedetti le recuerda a Sarabia lo que hizo en campaña. “Discúlpame, ¿pero yo qué he hecho? Me fui para Venezuela, me sacaron de aquí, conseguí 15 millones de barras, que pagara el tiempo de no sé que mondá, te lleve a ti, lleve al hijueputa de Prisa todo, hicimos 100 reuniones, no marica y la jefe de gabinete me recibe a las tres horas, como un culo, no”.
“El Gobierno va mal”
En medio de la pelea de varios días por chat con Sarabia, Benedetti le reclama y le dice que el Gobierno va mal. “Yo no sé como tú no entiendes de que ustedes van en el 30 % en las encuestas y creo que van en diez, pero yo no estoy diciendo que reclamo eso por eso (...). Si me nombras ministro, ¿qué?, ¿te daño el puesto a ti? ¿Te jodo a ti? No señora, nunca te voy a atacar ni un culo, tú fuiste la que perdiste la visión de equipo (...). Yo dije: eso no pasa de seis meses, siete meses, Laura vuelve a ser la misma, no, marica, sigues afianzándote ahí, no arrancan un culo, no gobiernan, no hacen nada, todo hermético, todo una mierda. Yo estoy reclamando un espacio político y verán que haces con ese reclamo. Que es muy en serio”.
Hay un fragmento de los audios que llaman mucho la atención y es cuando Benedetti le habla de sus relaciones con Estados Unidos.
“Me sigo acordando de cosas y una de ellas es que tengo excelentes relaciones con el Departamento de Estado, excelentes son excelentes, pero de eso no te puedo contar. Pero no es que me vaya así de espía, ni nada de eso, sino (…) bueno después te cuento (…) y con la DEA también”. Laura Sarabia, cuando se veía acorralada, le ponía de excusa al presidente, y eso indignaba a Benedetti.
“Si tú no me puedes ayudar, ¿quién me puede ayudar? O si al presidente no le haces entender lo que va a pasar, ¿quién más puede que tú? Así que esa frasecita de que ‘no depende de mí, sino del presidente’, es la frase más tonta y más vieja que he escuchado de todo en política. Llegamos a un acuerdo y se puede hablar con el jefe y vuelven y desarman el acuerdo y vuelven y hacen el acuerdo y el jefe dice que sí y ella que no. Esa maricada no me la vayas a aplicar a mí porque no la han aplicado en los 20 años de política”.
Benedetti no dejaba de advertirle a Sarabia que se podían joder todos. “Hijueputa, si no, nos jodemos todos, no me jodas más, dame una hijueputa solución, es que no te estoy diciendo que me la busques ya, pero tú me puedes decir: ‘deme 10 días para tal cosa o deme 25 mil días o deme un siglo’, pero esa maricada de que no se puede, voy a pensar, o sea no tienes plan de un culo, que mi puesto que no se qué, que Velasco, que no se puede, ¿quieren ganar las putas elecciones? Hay que empezar ya, no las quieren ganar, entonces no las ganen, entonces dime: ‘Vea, yo no quiero darle a usted ningún puesto, ¿cómo negociamos?’, pero no me mames más gallo, te lo juro”.
El exembajador le dijo a Sarabia que había expectativa con su regreso a Bogotá y que hasta el Departamento de Estado se había comunicado con él. “El día que hiciste cambios de ministros, todo el mundo (...), hasta el Departamento de Estado me llamó, eso significa que no es como tú dices, la gente de alguna u otra forma estaba esperando que volviera”.
Hay un tema espinoso en los audios, del que poco se atreven a hablar, pero que en medio de la pelotera entre Benedetti y Sarabia, quedó planteado. “Y por el tema de las libertades individuales, nuestro jefe tiene más problemas que uno, pero bueno, así que nunca debiste haber dejado que me descalificaran por eso, pero con lo que me acabas de decir (...) más rápido me arranco de aquí”.
Benedetti se veía muy preocupado en los audios por el futuro de las elecciones. “Por otro lado, si no hay quién participe en política, pues vamos a perder, y entonces cuando daban puestos a los (...) ahí si no es nada malo, es que no voy a intervenir en política, yo lo que voy a hacer es un acuerdo con los gobernadores. O sea, que cuando daban puestos entonces sí, sí está permitido por algunos funcionarios. Además, eso no era mi interés, tú fuiste la que me dijiste (...) que yo fui el que te enseñé, cómo las vas a perder”.
Tal vez una de las críticas más agudas que Benedetti le hizo a Sarabia ocurrió al día siguiente que Petro borró el tuit cuando informó que la fuerza pública había encontrado con vida a los cuatro menores de edad que sufrieron un accidente en una avioneta en la selva del Guaviare.
“Laura, yo sé que a ti no te gusta que te den consejos, pero voy a intentar. El presidente sale como un loco ayer y juega con una vaina de víctimas y tal, para una vaina de política de cuatro niñitos ¿verdad? Resulta que hoy queda ya claro que eso no es así, entonces sale la Aeronáutica, como si fuera de otro gobierno, de otro país, jodiendo al presidente. Lo que había que hacer, o el presidente o tú, tú, tú, has debido salir. Tú eres mujer, eres mamá, ¿me entiendes? Has debido salir a decir: vea, la Aeronáutica dice que encontraron esto de la avioneta (...) la Aeronáutica, como una apéndice, o algo, no ustedes, está dejando como un loco al presidente y mira en lo que quedó”.
“A ver Laura, no sé si me explique bien o no, vi el Twitter de que el man lo borró, quedó como un loco, como un huevón, tratando de sacarle partido político ayer a unos niños y que además no los han encontrado (...) El man se equivocó (...), ok, entonces, el inteligente es ahora Federico Gutiérrez, hey, los niños y tal. Marica, hasta se ganó la lágrima mía, estamos hablando del presidente de la República, la cagó ayer, hoy la vuelve a cagar cuando borra, pero además el problema no es ese, el problema es la Aeronáutica Civil, sale una entidad como si fuera una apéndice, como si fuera un eslabón de otra cadena que no es la del Gobierno a decir tal vaina. Esa noticia tenía que haberla dado el propio presidente o tú, jefe gabinete, que ya te conoce el país, que eres mujer, que tienes un niño y te pones hijueputa con cara de lástima a decir: ‘pasó esto y ya’, tú controlas ahí el daño, no es que te vayas a quitar el daño, lo de Federico Gutiérrez, si no lo entiendes, no es que el tipo se ablandó, sino que te que están culeando”.
“No entiendes lo de Federico Gutiérrez, es que te están culeando, tú crees que lo hicieron tan bien que el señor aplaudió, no marica es suicidio, métase una pastilla de cianuro cada uno. Te está culeando, te está dejando en evidencia, que vales verga. Entonces tú no puedes creer que ‘hasta Federico Gutiérrez’, te está culeando, está haciendo campaña”.
Benedetti fue muy reiterativo en cobrarle a Laura que, gracias a él, había llegado a la campaña de Petro. “Claro que todo me lo debes a mi, por yo haber nacido además, porque yo soy el que te llevo a donde Petro. Soy el que te doy a conocer, ¿o alguien te hubiera pasado al teléfono si tú hubieras llegado sola a donde Petro? Ni una sola persona”.
El exembajador se enfureció con los artículos de prensa en los que Sarabia lo desconocía. “Ahora te voy a mandar un artículo ahí, tú estás quedando como una tonta, eres el hazmerreír delante de todo el mundo, eh Laura, de los poderosos (...), estás hecha una ‘cagá’ para que sepas. Y ahora te voy a mandar un artículo ahí, para que veas que yo sí te quiero ayudar, como yo ayudo y tú diciendo huevonadas, una tonta, estás hecha una idiota”.
Benedetti cuestionó las entrevistas de Sarabia en El Tiempo, en el que dijo que quería ser presidenta, y El País, de España.
“Nadie tiene mi teléfono y tengo ocho mensajes diciendo lo malagradecida, que lo eres, ya lo sabíamos, de todo, no se a ti qué te pasó. Tú crees que sin mi hubieras llegado a trabajar con Petro. Acabas de destaparte, menos mal te destapaste sola, los senadores Lidio García, todos, hablando de tu deslealtad y de todo, entonces, ¿llegaste porque Juan la Verga, qué? Yo te lo dije el otro día: tú no me conoces a mi (...)”.
“Llevas seis meses, seis meses tratando de decir que no tienes nada que ver conmigo, deja de ser tan estúpida. De verdad que eres una estúpida, Laura, nunca había visto una cosa igual, seis meses (...) por mí, tú nunca diste una idea para la campaña, tú lo que eres es una vieja eficiente, de hecho, vas 30 % en las encuestas. Todo lo que está pasando es culpa tuya, porque como estás gozando de las mieles del poder (...) no estás haciendo un culo, no has hecho una verga (...) Te juro que me da es risas, estás más chiquitica de lo chiquitica que tú eres, en la cabeza”.
“Te escogió Verónica”
Benedetti le recrimina constantemente a Sarabia por negarlo. “O sea, ‘no tuve nada que ver con él’; no, no, seguramente tú, Laura Sarabia, te hubiera pasado todo, no te hubiera pasado nadie al teléfono, y eras eficiente de las cosas que a mí se me ocurrían nada más, y ahora como a mí no se me ocurre nada estás siendo eficiente pa un culo, pa acabar con el Gobierno, pa acabar con todo. Un poco de ministros guevones ahí, crees que porque Prada y el Canciller te decían que eras la verga, ve fuera de Bogotá para que veas lo que están diciendo de ti”.
Benedetti sacaba sus propias conclusiones. “Ahora sí ya entendí por qué no me quiere llevar para Colombia, porque te voy a quitar tu hijueputa puesto, te lo puedes meter por el culo, porque ese puesto no lo coge nadie sino los perdedores como ustedes”.
“Me acaban de escribir esto con lo cual estoy de acuerdo, en qué tú estabas obsesionada conmigo, ‘yo tengo lo que Benedetti debía tener’, ‘ay yo hago lo que Benedetti quería hacer’, nada mija, eres la pendeja del conjunto residencial ese cagado en donde vivías y ahora eres hijueputa (...) en todo el país”.
Finalmente, de los audios se desprende otra revelación y es quién nombró a Sarabia como jefe de gabinete, según Benedetti.
“En lo único que tienes razón, pero tu cabecita chiquitica, como tú eres chiquitica, no entiende, es que es verdad, yo no tuve nada que ver, tú no eres cuota mía, yo a ti no te recomendé, tampoco te escogió Petro, te escogió Verónica, y ya sabes por qué”.