FARC renuncian a la extorsión y al reclutamiento

Una cosa es que los actores de un conflicto estén dispuestos a silenciar sus fusiles y parar la guerra, y otra que acaban con las acciones que intimidan a la población civil.

El pasado 23 de junio el Gobierno y las FARC concretaron uno de los puntos más importantes de la agenda. Anunciaron cómo será la ruta que seguirá la guerrilla para dejar las armas y hacer su transición a la vida civil.

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Esa noticia no sólo significa que las partes están dispuestas a un cese al fuego bilateral que pondrá fin a los enfrentamientos, sino que también conlleva un cese de hostilidades que requiere enumerar cuáles son esos actos de parte y parte que quedarán prohibidos.

La lista no se conoció. De ahí que las palabras del máximo jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, durante una entrevista este lunes con Prensa Rural, hayan generado tanta sorpresa.

"Acabo de dar la orden a todas las estructuras de las FARC de que suspendan todos los impuestos a toda la actividad económica legal que hay en las regiones, impuestos que le tenemos a los ganaderos, a las distintas fuentes de financiación, al gran comercio", dijo.

A pesar que el cese bilateral no ha entrado en vigencia, desde La Habana el jefe guerrillero ordenó a los miembros de esa guerrilla suspender el cobro de las extorsiones en el país.

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Por primera vez, en más de 50 años de guerra, la guerrilla más vieja del continente estará dispuesta a renunciar a uno de sus principales mecanismos de financiación. Tras el cese al fuego unilateral que declararon las FARC el pasado 20 de julio, ese hecho que seguía en práctica se había convertido en uno de los principales generadores de desconfianza.

La necesidad de que acciones como la extorsión queden registradas como hechos prohibidos en el marco del cese de hostilidades, no sólo dejará claras las reglas del cese bilateral sino también que facilitará la verificación en cabeza de la ONU.

Así pues, tendría sentido el otro anuncio que hizo el jefe guerrillero: "Hace más de tres meses suspendimos el reclutamiento de hombres y mujeres para las filas de las FARC".

Como ya lo había registro SEMANA, el listado de actos debe contemplar, por ejemplo, que la guerrilla pare todas las acciones contra la población civil, inclusive los ataques a la infraestructura, las extorsiones, el reclutamiento y el narcotráfico. El Ejército, por su parte, tendrá que hacer oficial la lista de hechos prohibidos, entre ellos bombardeos y acciones ofensivas, dependiendo del caso.

"Consideramos que es el momento y de todas maneras no lo hacíamos no por falta de voluntad sino porque nosotros tenemos que comer y no es la comida para una dos o tres personas, son cientos, miles de guerrilleros", explicó Timoleón Jiménez.

"Creemos que ya falta poco, que con lo que tenemos ahí logramos llegar al final del acuerdo", puntualizó el jefe guerrillero, que también pidió a sus hombres ir estudiando los acuerdos que han alcanzado hasta ahora de cara a una próxima conferencia guerrillera en la que los discutirán y aprobarán internamente.