PLEBISCITO
A Vargas Lleras le llegó la hora de darle el Sí a la paz
El vicepresidente ha evitado hasta ahora definirse frente a la negociación. Ahora Santos lo compromete para conseguir el triunfo en el plebiscito.
A Germán Vargas Lleras (Bogotá, 1962) el país lo identifica como un líder de recio carácter y ‘mano dura’. Se le ubica tan a la derecha del espectro político que muchas veces se le ha relacionado con el expresidente Álvaro Uribe. Sobrevivió a dos atentados terroristas, y los colombianos de buena memoria aún recuerdan aquel debate que se fajó en el Senado, a finales del 2001, cuando acusó a las FARC de convertir la zona de despeje del Caguán en un “santuario del delito”, y que precipitó el fin del proceso de paz del gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002).
Hoy es el vicepresidente de la República, y parece increíble que el segundo a bordo del presidente Juan Manuel Santos hubiera completado seis años a su lado sin comprometerse con el proceso de paz, la principal apuesta del gobierno. Ahora, tras la firma del acuerdo final con las FARC, y ante la inminencia del plebiscito, Santos le ha pedido su astucia para conseguir votos, y sumárselos al Sí en la refrendación.
Este viernes, en La Vega (Cundinamarca), durante la inauguración de la doble calzada Bogotá-Villeta, Santos miró a Vargas Lleras y le dijo con todas las letras: “lo quiero ver, a partir de la semana entrante, también ayudando al Sí del plebiscito. (…) Con su tremenda habilidad política también se va a dedicar a empujar esta votación más importante para Colombia, como es decirle, ¡Sí al plebiscito!”.
Vargas Lleras apenas sonrío, gesto que de inmediato fue interpretado de muchas maneras. Miraba al ministro de Transporte, Jorge Rojas, y al director de la ANI, Luis Fernando Andrade y no aplaudió el anuncio.
Pero al final del acto, en declaraciones a los periodistas, Vargas Lleras dijo que ante el "favor muy especial" que le ha pedido el jefe de Estado, “por supuesto que lo voy a acompañar con toda decisión”. Y aclaró, “ni más faltaba que no fuera a ser así”.
‘Mutis’ por la paz
Vargas Lleras siempre ha sido uno de los mayores escépticos de un proceso de paz con las FARC. Como ministro del Interior (2010-2012) lideró en el Congreso la prórroga de la ley de orden público, una norma que se convirtió en la hoja de ruta de las negociaciones con los grupos ilegales, pero que gracias a su propuesta eliminó para siempre la posibilidad de despejar territorio nacional para adelantar este tipo de conversaciones.
De resto no se conocieron pronunciamientos suyos sobre el marco legal para la paz, pues cuando su trámite inició en el Congreso Vargas Lleras ya ocupaba la cartera de Vivienda, por lo que eludió tácitamente fijar su postura sobre el proceso de paz. Ahora, al parecer, no tendrá otro camino que hacerla pública. El primer capítulo se produjo el jueves, cuando firmó la convocatoria al plebiscito que el presidente Santos entregó al Congreso.
Cuestión de votos
El “favor especial” que Santos le pidió a su vicepresidente no solo busca comprometerlo con la paz, también es una hábil estrategia para alcanzar la victoria en el plebiscito.
Vargas Lleras luce hoy como el hombre que tiene asegurado el cupo para la segunda vuelta en las presidenciales de 2018, según el analista Ariel Ávila. Además, tiene en el bolsillo varios departamentos, como Atlántico, que su partido Cambio Radical ha convertido en un auténtico fortín.
El caudal electoral del vicepresidente no es nada despreciable, y representa un sector de centro-derecha escéptico con el acuerdo, pero que le podrá quitar votos a quienes promueven el No.
Antesala al 2018
El aterrizaje de Vargas Lleras a la campaña por el Sí también le podría significar créditos futuros al vicepresidente. Las encuestas, que de forma incipiente exploran escenarios electorales para el posconflicto, coinciden en señalar al jefe natural de Cambio Radical como uno de los de mayor favoritismo para alcanzar la presidencia. La encuesta Colombia Opina de la firma Ipsos, del pasado mes de julio, lo pone en el lote de punta: 14% de los colombianos creen que sería el presidente que mejor desarrollaría los acuerdos de paz.
Pero no todos celebran la llegada del vicepresidente al toldo del Sí. Armando Benedetti, presidente del Partido de la U, considera que el “show” que protagonizaron Santos y Vargas Lleras en La Vega “es un salvavidas”.
“Es una pregunta concertada para una respuesta montada, para sacar a Vargas del olvido, las cavernas, del clientelismo, de la guerra. Vargas Lleras fue una carga en la segunda vuelta por la reelección y lo será ahora. No tiene votos para el tema de la paz. Vive una mentira virtual de la paz y un clientelismo en la vida real”, dijo con cierta ironía.
La presencia de Vargas Lleras condimentará aún más la campaña por el plebiscito. Así como Santos lo escogió como su fórmula para ganar la reelección, confía en que sus maquinarias se unan al ejército de la paz.