NACIÓN

El presidente se queda sin candidato a la Procuraduría

El exministro conservador Eduardo Pizano, favorito en el sonajero de la Casa de Nariño para suceder a Alejandro Ordóñez, decidió retirarse de la puja por demoras en su nominación. Suena Wilson Ruiz.

15 de septiembre de 2016
Eduardo Pizano. | Foto: Esteban Vega

La puja para quedar al frente de la Procuraduría General de la Nación continúa y cada vez tiene más complejidades. En la tarde del jueves, Eduardo Pizano, el candidato que más sonaba para ser ternado por el Gobierno, renunció a esa aspiración.

En las últimas semanas, aunque su nombre se daba casi como fijo, se decía que en la Casa de Nariño estaban revisando si el exministro conservador llenaba los requisitos para ocupar el cargo de procurador general. Sin embargo, antes de que el Gobierno se pronunciara, Pizano se retiró de la puja argumentando demoras en el proceso de elección.

Pizano llamó la atención en los últimos días. En una sorpresiva declaración contra Alejandro Ordóñez, le aclaró que la Corte Constitucional había dado claras instrucciones de cómo se debía adelantar el plebiscito, después de que el saliente procurador había calificado como “dictador” al presidente Juan Manuel Santos por la campaña que adelanta el Gobierno a favor de ese mecanismo de refrendación.

En el mensaje, insistió en que “en vez de entorpecer el proceso mediante acciones judiciales e interpretaciones subjetivas, corresponde a las autoridades velar por el cumplimiento de la sentencia, garantizando los derechos de todos los colombianos”.

Esa intervención fue entendida en el mundo político como el respaldo de confianza necesario para obtener el aval de la Casa de Nariño. Su nombre había sonado después de una clara división del Partido Conservador.

Hace unas semanas, los senadores de esa colectividad se habían reunido en una especie de conclave en la casa del congresista Samy Merheg. De esa reunión había salido la idea de proponerle al presidente elegir su candidato de una terna azul conformada por el expresidente de la Judicatura Wilson Ruiz, el expresidente de la Corte Suprema Jaime Arrubla y el expresidente del Consejo de Estado Enrique Gil.

Sin embargo, esa idea fue rechazada casi inmediatamente por el presidente del partido, el representante David Barguil. “Nosotros no vamos a tener terna. Respetamos la decisión que tomen el presidente, la Corte Suprema y el Consejo de Estado para elegir a sus candidatos a la Procuraduría”, le dijo en ese momento el congresista a Semana.com.

La desautorización del jefe del partido había dado la impresión de que la Casa de Nariño no tenía por qué elegir a ninguno de los ternados en ese conclave. Sin embargo, ahora cuando Pizano se retira de la contienda es muy probable que esos nombres vuelvan a tomar fuerza. Se dice que el más opcionado sería Wilson Ruiz, quien contaría con apoyos no sólo en el conservatismo sino en un sector de la Casa de Nariño.

De tiempo atrás se ha conocido la presión que han ejercido los conservadores para quedarse con la cabeza del Ministerio Público. Más aún después de que la Defensoría quedó en manos de La U con Carlos Negret, y la Fiscalía en las de Néstor Humberto Martínez, quien en el mundo político es considerado cuota de Cambio Radical.

Para cumplir ese compromiso tácito con los conservadores, se especulaba que Santos incluiría a Pizano. Sin embargo, se cree que ese ajedrez cambió cuando la Corte Suprema ternó para sorpresa del país político al ex vicefiscal Jorge Fernando Perdomo. Ese nombre ha levantado una gran controversia, pero sobre todo ha dejado en evidencia la necesidad de que el Gobierno mande un peso pesado a competir por ese puesto. 

Se dice que a pesar de que la Casa de Nariño ternará un conservador, con la llegada de Perdomo al ruedo, el Gobierno se podría inclinar por apoyar en el Congreso al exministro de Justicia Fernando Carrillo. El jurista goza de un amplio respaldo entre la clase política y no genera reservas en ningún sector.

Con la salida de Pizano, la selección de la Casa de Nariño toma más peso y genera más expectativa en la carrera por uno de los puestos más poderosos del país.