NACIÓN
Procuraduría indaga a directivas de dos colegios de Bogotá ignorar protocolo para evitar violencia sexual en los entornos escolares
El organismo investiga al Colegio Corazonista y al Jorge Eliécer Gaitán por no aplicar las directrices emitidas por el Ministerio de Educación.
En medio de una semana marcada por los casos de acoso y abuso en los centros educativos públicos y privados en Colombia, la Procuraduría General le hizo un fuerte llamado de atención a las directivas del colegio Corazonista y de la Institución Educativa Distrital Jorge Eliecer Gaitán, de Bogotá, por no atener las directrices emitidas por el Ministerio de Educación.
El llamado de atención se hizo en el marco del anuncio de una evaluación preliminar contra funcionarios por determinar por omitir plenamente el cumplimiento de la directiva 01 del 4 de marzo de 2022 que fija medidas para la protección integral de niños, niñas y adolescentes con el objeto de prevenir y combatir cualquier tipo de violencia sexual en los entornos escolares.
El organismo de control disciplinario busca esclarecer la forma en que las instituciones han brindado atención preventiva ante estos posibles casos; por lo que, también conocer los hechos que son objeto de investigación y se ordenó la práctica de las pruebas necesarias para conocer las acciones llevadas a cabo.
Recientemente, la Corte Constitucional hizo un fuerte pronunciamiento a las directivas del Colegio Oxford, en Bogotá, por no aplicar los protocolos para evitar la discriminación a una estudiante que quería modificar su identidad sexo.
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Por las decisiones que tomaron las directivas, y que estuvieron enmarcadas en un total desconocimiento de los derechos fundamentales, la joven estudiante intentó atentar contra su integridad física.
Esto debido a que las directivas dieron órdenes explícitas para que los profesores y estudiantes desconocieran la nueva identidad de la joven y se refieran con su nombre masculino y no con el femenino que la estudiante quería.
La rectora rechazó su identidad y hasta utilizaba su nombre de hombre para llamarle la atención por la forma en que se vestía. Con esa situación, la mamá de Catalina informó que “había sido diagnosticada con trastorno obsesivo-compulsivo. Esta información no fue acogida de forma positiva por la rectora y por el coordinador del colegio, quienes cuestionaban la veracidad de tal diagnóstico”.
Debido a la gravedad de los hechos, la Corte Constitucional le ordenó al Colegio Oxford en un plazo de dos meses “implementar el “Protocolo de Atención para Situaciones de Hostigamiento, y Discriminación por Orientaciones Sexuales, Identidades y Expresiones de Género Diversas”, adoptado por la Secretaría de Educación Distrital, para la identificación de señales e indicios de discriminación en razón a la orientación sexual, identidades y expresiones de género diversas, y las rutas de atención interinstitucionales para su prevención y sanción”.
Igualmente, el alto tribunal le ordenó a la Secretaria de Educación de Bogotá hacer seguimiento y vigilancia a las instituciones educativas públicas y privadas, sobre la implementación de los protocolos y rutas de atención sobre situaciones de discriminación y hostigamiento.
No es la primera vez que el alto tribunal tiene que hacer este tipo de pronunciamientos a las instituciones educativas, recordando la forma en cómo deben atender este tipo de situaciones, siempre realizando un acompañamiento profesional a los estudiantes.
Para esto, se deben contar con psicólogos y servicio social capacitado.