Judicial
Procuraduría le pide a la Alcaldía de Cartagena ponerle punto final a las mojarras de un millón de pesos para turistas
Esto tras las constantes quejas de turistas que se han visto obligados a pagar millonarias facturas por comidas y bebidas.
Frente a las numerosas y constantes quejas presentadas por turistas sobre abusos, engaños y agresiones en el cobro de servicios en las playas de Cartagena, la Procuraduría General de la Nación le solicitó al alcalde, William Dau Chamat, tomar medidas concretas y efectivas para proteger al consumidor y hacer frente a las reiteradas quejas contra algunos establecimientos y comerciantes de la capital del Bolívar.
En la misiva enviada al despacho de mandatario, el organismo de control disciplinario manifiesta la necesidad de emprender acciones eficaces y oportunas de protección del consumidor y al ejercicio de la función de policía, con el fin de evitar, contener y mitigar los riesgos a los que se enfrentan los visitantes nacionales y extranjeros.
El Ministerio Público también le solicitó al Alcalde información sobre las actuaciones mitigatorias y/o preventivas, planeadas y ejecutadas para atender esta situación; investigaciones iniciadas, sanciones o medidas impuestas a establecimientos o comerciantes y actividades de promoción y difusión de normas de protección al consumidor realizadas en los últimos tres años.
Para vigilar las acciones se fijó un seguimiento periódico a la gestión que adelante la administración distrital para velar por el ejercicio y goce de los derechos de los viajeros, así como la sana convivencia en los atractivos turísticos de la ciudad heroica.
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La Procuraduría General reseñó que es prioritario acompañar, facilitar, contribuir y proteger los intereses y derechos de los turistas en Cartagena de Indias, mediante una vigilancia incluyente, articulada y oportuna al ejercicio de las funciones públicas.
La mojarra de dos millones
A finales de agosto, por medio de sus redes sociales una pareja ecuatoriana denunció que les cobraron 600 dólares (lo equivalente a 2.636.358 pesos colombianos), por dos mojarras y cuatro cervezas. Los hechos ocurrieron en Playa Tranquila.
Los turistas al ver que era alto el costo, preguntaron a una familia que se encontraba por la zona si el cobro era justo y les respondióeron que no y que efectivamente estaban siendo robados. Los afectados y la ciudadanía que se encontraba cerca decidieron reclamarle al restaurante. Sin embargo, hasta el momento se desconoce si los ecuatorianos pagaron o no el total de la cuenta.
El pasado martes 23 de agosto, se volvió viral la denuncia de un grupo de mexicanos que fueron víctimas de estos abusos. El denunciante dio a conocer que escogió ese lugar para pasar el día, por sus paradisíacas playas.
Pero con el pasar de las horas realizaron diferentes actividades, pasearon en lancha, disfrutaron de la comida típica, escucharon música, etc. Al finalizar el día, el grupo se disponía a pagar, pero no se imaginaban lo que vendría después.
Al llegar la factura, no podían creer lo que daba la cuenta. Según el quiosco donde pasaron el día, el total por el consumo, actividades realizadas y el servicio, era de 6.502.000 pesos. Destacando que el cobro por el concepto de una ‘picada familiar’ fue de 1.250.000 pesos. El resto de los costos se dividió de esta manera:
- Una lancha privada 980.000
- Cinco sancochos 225.000
- Una picada familiar 1.250.000
- 26 Corona 1.170.000
- Una bolsa de hielo 40.000
- Tres Coca-Colas grandes 135.000
- Un ceviche de camarón 85.000
- Siete estadías 910.000
- Un bafle de música 120.000
- Servicio restaurante 737.000
A principios de julio se conoció el caso de Febe López, una colombiana que esperaba disfrutar de sus vacaciones en Cartagena, quien denunció a través de la red social Twitter el exorbitante cobro por el servicio de sillas recibido en Playa Blanca. En total, la cuenta dio 336.000 pesos, en que, además de lo consumido, se especifican 250.000 pesos por el “servicio”.
Luego de consumir una piña colada por el valor de 30.000 pesos, un agua de coco con un costo de 20.000 pesos y una botella de agua por 6.000 pesos, el total de la cuenta fue toda una sorpresa para ella.
En el tuit, la usuaria expresó su descontento y realizó un llamado a la Alcaldía de Cartagena para poner un alto a esta situación: “Por eso, odio ser turista en mi propio país. ¿Alguien que me diga desde cuándo uno tiene que pagar $250 mil en servicio por sentarte en una playa pública”, la mujer asegura que al llegar llegó a un acuerdo verbal donde se estableció que el uso de las sillas correspondía a 30.000 pesos más el consumo.
“Playa Blanca es lo peor que tiene Cartagena. @AlcaldiaCTG ¿Hasta cuándo tanto robo? Si no pagaba los $250 nos iban a hacer daño”, agregó.
Ese mismo mes, otro caso se viralizó en Twitter. Se trató de un turista caleño en Cartagena a quien le cobraron 400.000 pesos por una botella de aguardiente. Pero este no fue el único precio inflado, pues también tuvo que sacar de su bolsillo 20.000 pesos por una lata de Red Bull y otros 20.000 por dos sodas. Por si fuera poco, también tuvo que sumar 40.000 pesos de propina.
En total, la cuenta salió por 480.741 pesos. La cuenta de Twitter @calioknoticias, que hizo pública la denuncia, adjuntó la factura donde se ve que la compra fue hecha en julio de este año, a las 12:28 a. m.