Nación
Profesores de Los Andes analizan propuesta de subir el salario mínimo 10,07 %
Sopesaron las ventajas y desventajas de la propuesta del Gobierno de Iván Duque. Esto fue lo que dijeron.
El presidente Iván Duque se ha encontrado con poca resistencia en su propuesta de subir el salario mínimo 10,07 %, lo cual dejaría la cifra un poco por encima de un millón de pesos. Esta determinación ha sido acompañada por la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) y demás representantes del sector privado.
A raíz de esto, los economistas Hernando Zuleta y David Pérez-Reyna, de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes, explicaron las ventajas y amenazas que esta determinación puede tener en la sociedad colombiana. En primer lograr, por haber recogido el apoyo del empresariado, los expertos consideran que esta propuesta es más bien un hecho.
“Que el Gobierno abiertamente esté diciendo ese valor y que la ANDI lo haya apoyado muy probablemente significa que ese es el aumento de salario mínimo que se va a decidir”, dijo Pérez-Reyna.
Por otro lado, Zuleta anota que 85 % de los trabajadores que ganan un salario mínimo o menos se encuentran vinculados a empresas pequeñas de menos de cinco empleados. “En realidad, ese salario mínimo está afectando a una parte del mercado donde no hay gran poder de negociación por parte de las empresas. Probablemente, un aumento grande del salario mínimo va a reducir el empleo en esas firmas pequeñas”, dijo para los medios de la institución.
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Sin embargo, el economista considera que el hecho de que este cambio se dé en medio de la recuperación económica tiene una connotación positiva. “Esa recuperación genera cierta inercia y es posible que no haya destrucción de empleo formal, a medida que la dinámica de recuperación siga”, complementó.
Pérez-Reyna, por su parte, destaca que subirán costos y se traduce en un posible aumento de precios en productos. “Una cosa que no necesariamente va a aumentar es el ingreso de más de 40 % de los colombianos que ganan por debajo del salario mínimo. Subirlo va a beneficiar directamente a 12 % de los colombianos que ganan el monto y no a los más pobres, que ganan por debajo”, argumentó.
Zuleta, por otro lado, dice que existe una percepción de que el aumento del salario mínimo beneficia a la población trabajadora. “Esto ignora el efecto que el salario mínimo tiene sobre ese empleo y la informalidad. Lo que uno oye desde diferentes esquinas de la política es que hay que ayudar a la clase trabajadora en momentos de crisis y es la razón por la que estamos teniendo incremento alto”, argumentó.
Al mismo tiempo, Pérez-Reyna destaca un componente de economía política. “Unido a un descontento social, esta es una señal que se puede percibir como positiva a menos de seis meses de elecciones presidenciales”.
Finalmente, el economista argumenta que no se puede desconocer que existen personas que quisieran estar vinculadas formalmente a un empleo ganando menos del salario mínimo estipulado. “Se está desconociendo las necesidades de las personas. Muchas podrían estar dispuestas a trabajar formalmente, así sea con un salario un poquito menor”.
Zuleta finalizó argumentando que se debe tener en cuenta la región en la que se paga un salario mínimo y la estructura de las empresas que lo hacen. “Probablemente, Bavaria o empresas de ese tamaño pueden tener un salario mínimo mayor que las microempresas”.
Los economistas siguen en su posición de que el salario mínimo debe aumentar en una proporción que no signifique afectación de las cifras de empleo formal. A su vez, destacan que este es el momento, cuesta arriba en la reactivación, para tomar la decisión de un subidón histórico en la cifra.