Política
Proyecto que hace realidad la desconexión laboral en el teletrabajo pasa a sanción presidencial
Los trabajadores no deberán recibir ningún tipo de mensaje de sus empleadores para asuntos relacionados con sus actividades por fuera de horarios laborales.
Este lunes, en el Senado de la República y la Cámara de Representantes se aprobó la conciliación del proyecto de ley de desconexión laboral, el cual pretende establecer límites a los abusos de los empleadores por fuera de horarios laborales en medio de la coyuntura del teletrabajo. Para entrar en vigencia, la ley solo necesita la firma del presidente Iván Duque.
En su paso por el Senado, se corrigieron varias determinaciones de la Cámara de Representantes. En medio de la plenaria, la senadora Laura Fortich, conciliadora y también ponente del proyecto, detalló algunas de las modificaciones. Entre ellas, destaca el cambio de título y se acoge al aprobado en la cámara alta.
Entre otras modificaciones, se cambia la escritura, modo gramatical y demás asuntos de forma para que sea entendido de una mejor manera por parte de la ciudadanía. Por su parte, José Aulo Polo, quien también ejerce el rol de ponente, invitó a los senadores a aprobar la conciliación anteriormente descrita por Fortich.
Tanto Fortich como Polo aseguraron que el artículo segundo del proyecto de ley quedó intacto, ya que este es el que contiene los principios orientadores de la norma. A su vez, el último artículo también coincide en Senado y Cámara, el cual describe la vigencia de la ley. Al ser sondeada por el secretario Gregorio Eljach, quien dijo no haber evidenciado oposición que impidiera la aprobación de la conciliación.
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En el momento, la tan esperada ley pasa a sanción presidencial y requiere la firma del presidente Iván Duque para poder entrar en vigencia. En medio de la pandemia por covid-19, esta norma aliviará a los trabajadores que perdieron parámetros de horarios en el trabajo, lo cual afecta directamente sus tiempos de descanso y esparcimiento.
¿De qué se trata?
El autor del proyecto es Diego Rojas, representante a la Cámara por el Partido Liberal, quien logró que se aprobara en último debate el pasado 17 de noviembre de este año. Esta busca que los trabajadores tengan “ derecho legítimo a no recibir llamadas, mensajes de WhatsApp, emails, ni ningún otro tipo de comunicación que tenga que ver con el trabajo fuera del horario laboral”.
Según Rojas, este proyecto busca garantizar el derecho a la desconexión laboral con el objetivo de evitar la transgresión de los límites entre el ámbito laboral y los espacios de descanso y familiares, velando así por la salud física y mental de los trabajadores.
“Este proyecto lo veníamos construyendo hace algunos meses, pues existe una hiperconectividad que da la impresión de que los trabajadores están permanentemente disponibles”, explicó. No obstante, dijo que el empleado podría hacer la tarea que le soliciten si así lo quiere, pero recibiendo el pago de horas extra por la misma.
Justamente, en la argumentación del proyecto se expuso que esa hiperconectividad tecnológica eliminó la línea que separaba el horario laboral de los espacios familiares de los trabajadores y ha abierto las puertas a sobrecargas laborales que pueden generar afectaciones a la salud, tales como estrés laboral, depresión, ansiedad, el síndrome de burnout y complicaciones cardiovasculares.
“Con este proyecto de ley, los trabajadores tendrán derecho legítimo a no recibir llamadas, mensajes de WhatsApp, emails, ni ningún otro tipo de comunicación que tenga que ver con el trabajo fuera del horario laboral, y si las reciben tendrán derecho a no responderlas hasta el inicio de la siguiente jornada laboral sin que por este hecho el empleador pueda tomar algún tipo de acción en su contra (despido, memorandos, sobrecarga en la jornada ordinaria, etc.)”, dijo el congresista.
Por otro lado, Rojas contó que le manifestó al ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, la necesidad de regular el trabajo en casa, a lo que él respondió invitando a los congresistas a legislar sobre las garantías laborales en la nueva modalidad, y también en el trabajo antes de la pandemia, donde también se estaban excediendo estos límites.