Roger Alexander Pérez trabajó hasta el pasado octubre de 2018 en el jardín de niños El Principito. Hay 7 denuncias en su contra por abuso sexual a menores. Tiene orden de captura. | Foto: Archivo particular

BOGOTÁ

Siete denuncias contra un psicólogo de un jardín infantil por abuso sexual a menores

Roger Alexander Pérez en este momento tiene orden de captura, pero se desconoce su paradero. Era el psicólogo en uno de los jardines del Distrito y se le acusa de violencia sexual contra 7 menores de 5 años.

12 de junio de 2019

A principios de agosto de 2018 Melissa Estefan empezó a ver que su hija, de 4 años, ya no era la misma. No conversaba, no jugaba, no comía muy bien y tenía problemas para dormir. “Te pasa algo”, le preguntaba. Pero la niña siempre decía que no. Meses más tarde Melissa se enteraría de que su hija, al parecer, fue víctima de abuso sexual. El presunto victimario sería Roger Alexander Pérez, el psicólogo de El Principito, un jardín público de Bogotá en el barrio Fontibón al que asistía la niña. Ella no sería la única víctima. Hay al menos 7 denuncias en contra de Roger Pérez por padres de ese mismo jardín. Además una mujer en Medellín lo denunció por abuso sexual.

“Yo soy psicóloga y empecé a ver que mi hija tenía conductas depresivas: se aislaba, lloraba todo el tiempo y no dormía. Al principio pensé que le había heredado mi depresión o que era el duelo por la muerte de su abuelo. Pero cada vez todo era más extraño”, dijo a SEMANA Melissa. La mujer decidió ir al jardín para preguntarle a los profesores si sabían qué pasaba con la pequeña. Fue así como conoció a Roger, quien terminaría siendo el hombre que presuntamente maltrataba a su hija. “En vez de ayudar a mi hija, lo que hice fue alertar al señor que estaba detrás de todo... En el jardín siempre me decían que todo estaba bien con mi hija y me devolvían la pregunta de si todo estaba bien en casa”. En octubre, antes de ser denunciado, el profesor pidió traslado a otro jardín y hoy se desconoce su paradero.

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La niña entró a terapia psicológica por la EPS y todos continuaron con su vida. Pero el 23 de noviembre Melissa y su expareja y padre de su hija, José Luis Rodríguez, fueron citados por Edith Milena Moncada, la coordinadora del jardín, para hablar de la niña. En la reunión estaban presentes una trabajadora social, una psicóloga y la subdirectora local, Mirna Esther Higuera. En ese encuentro les dijeron que un niño presentó síntomas de violencia sexual. Y que cuando el pequeño confesó, nombró a otros niños. Entre ellos estaba su hija.

Los padres insistieron en que querían conocer el nombre del posible victimario pero no les dijeron nada. Dudaron en enviar a su hija de nuevo al jardín, “pero la coordinadora me dijo que no había nada que temer y que por favor no dijera nada, que la denuncia ya estaba puesta ante las autoridades”, dijo Melissa. Según ella, finalmente se dieron cuenta de que el jardín no había puesto la denuncia y por eso decidieron sacar de clase a la pequeña.

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Quien alertó sobre el primer caso fue Milena Losada, la madre de otra niña de 4 años. “Mi hija empezó a ser agresiva y después ya no quería ir al jardín, lo cual para mí era raro porque a ella le gustaba mucho ir. Después descubrí que le daba miedo ir a los baños del jardín. Aguantaba tanto que tuvo una infección urinaria. Una de las profesoras me decía además que de un tiempo para acá la niña ya no comía y no quería hacer nada en clase”. Esto pasó en mayo y para noviembre la menor seguía con la misma actitud. Pero finalmente la niña le confesó a su madre: “El profesor Roger me tocaba mis partes íntimas en los baños, también cuando era la hora de dormir y le hacía lo mismo a otros compañeros delante de todos”.

Milena fue al jardín y se quejó con la coordinadora. “Me dijo sorprendida que no podía creer eso del profesor Roger porque hacía mucho tiempo que trabajaba con niños”, dijo Milena a esta revista. Según relató, por sugerencia de la coordinadora llevó a su hija al hospital de Fontibón para que le hicieran exámenes, pero le pidieron que no dijera nada de lo sucedido hasta que le dieran los resultados. Los exámenes salieron bien y entonces Milena le contó al médico lo que había pasado. Este le dijo que los exámenes que le habían hecho no servían de nada. Que con esta novedad tendrían que hacerle otros y que para que sacara a la niña del hospital debía llevar la constancia de la denuncia ante la Fiscalía. Días más tarde Milena optó por dejar a la niña en casa porque no quería regresar, aunque el Distrito le ofreció otros lugares para que siguiera estudiando. Ahora con ayuda psicológica ya asiste a otro colegio.

Otra de las madres, quien pidió no ser identificada, aseguró que cuando se enteró por otras madres de lo sucedido le preguntó a su hijo de 3 años si le pasaba lo mismo. El pequeño también le dijo que el profesor Roger lo había tocado en sus partes íntimas y que le mostraba videos (al parecer pornográficos). “Entendí por qué el niño lloraba tanto, por qué parecía tan temeroso y por qué tenía conductas raras con su prima”, dijo la mujer.

Lo que exigen los padres es que haya un mayor control en la selección de profesores en los jardínes del Distrito, mayor cuidado con el manejo que se le da a estos casos pues consideran que las directivas del jardín fueron negligentes y que la justicia ha tardado demasiado en encontrar a este hombre. Así mismo piensan que es necesario que los demás padres se enteren lo que pasó por si le ocurrió a otro menor. Pero lo que más esperan es la captura Roger Pérez para que no siga dejando víctimas.

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La Secretaría de Integración Social publicó un comunicado en el que aseguró que tras conocer los casos “actuaron con celeridad y responsabilidad dentro el marco de las competencias institucionales y siguiendo los procedimientos establecidos por la normatividad para el abordaje de estas situaciones”.

También afirmó que la entidad tuvo la iniciativa de informar inmediatamente la situación a los padres de familia y al ICBF, como consta en el proceso. Y aclararon que ante la petición de realizar una reunión con todos los padres de familia, exponiendo la posible problemática, las autoridades judiciales y de protección determinaron no realizar tal socialización para proteger la identidad, intimidad y los derechos de los menores. 

La Personería de Bogotá aclaró que no se reportaron irregularidades en la activación del protocolo para estos casos. No obstante, la atención a las familias "carece de un objetivo y plan de trabajo que le permita a los padres entender el actuar de las instituciones". Esto, sumado a los vacíos de información, según el ente de control, genera incertidumbre en las familias y es un asunto que se debe corregir. También consideran necesario que el 100 por ciento del personal sepa el protocolo sobre los posibles casos de abuso sexual.  

En la página de la Policía todavía no aparece que el acusado tenga antecedentes o requerimientos judiciales. Sin embargo, desde la Fiscalía delegada para infancia se aseguró que en este momento Roger Pérez tiene orden de captura y que se continúa investigando pues no ha sido condenado. Por ahora se desconoce su paradero.

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