El rechazo a la gestión de la alcaldesa Claudia López aumentó de 9 a 43 por ciento en el último año, según la encuesta de Invamer.
El rechazo a la gestión de la alcaldesa Claudia López aumentó de 9 a 43 por ciento en el último año, según la encuesta de Invamer. | Foto: juan carlos sierra-semana

ANÁLISIS

¡Qué desilusión! ¿Qué pasa con Claudia López?

El desplome de Claudia López en la encuesta de Invamer refleja el descontento ante su gestión en Bogotá. El cambio que prometió no se ve. ¿Qué está pasando?

6 de marzo de 2021

Cuando Claudia López asumió como alcaldesa, muchos se ilusionaron con la llegada de la primera mujer al segundo cargo público más importante del país por elección popular. “Bogotá eligió el cambio, no solo el cambio de gobierno, de prioridades, de estilo, de liderazgo, sino el cambio de historia”, dijo, emocionada, la mandataria en su discurso de posesión. Hoy, después de casi 15 meses al frente del Palacio Liévano, el anunciado cambio no se ve. Por el contrario, aflora un sentimiento de desilusión.

Así lo puso de presente la más reciente encuesta de Invamer, en la que se ve el desplome de la alcaldesa en toda su magnitud: en menos de un año, el rechazo a su gobierno se disparó del 9 al 43 %, y la aprobación a su tarea se vino a pique al pasar del 89 al 52 %, una caída de 37 puntos porcentuales. Los datos muestran, igualmente, que solo dos de cada diez ciudadanos creen que las cosas en la ciudad están mejorando.

¿A qué se debe la caída en las encuestas de una figura con ascendencia nacional, que lideró importantes debates en el Congreso y prometió el cambio? En primer lugar, justamente, a eso, a que las cosas no han cambiado. Hoy la inseguridad es el principal dolor de cabeza para los ciudadanos, pese a que Claudia López había prometido en la campaña combatir el crimen de forma decidida. “Seré la jefe de Policía que haga temblar a los delincuentes”, anunció. Sin embargo, ella ha tratado de evadir su responsabilidad al asegurar que “el presidente es el comandante en jefe” de esa institución, y abrió varias controversias públicas con la Policía y su propio secretario de Seguridad, Hugo Acero, en un cortocircuito inconveniente para Bogotá.

Mientras la mandataria se enfrascó en esas controversias, la percepción de inseguridad en la capital se disparó 16 puntos porcentuales durante el último año y está en su nivel más alto de los últimos cinco años. De acuerdo con un estudio de la Cámara de Comercio, 76 % de los ciudadanos consideran que la ciudad es insegura. En el caso de las mujeres, la situación es crítica: para ocho de cada diez la inseguridad se deterioró.

De pelea en pelea

En el manejo de la pandemia, la alcaldesa recibió un importante voto de confianza cuando se conocieron los primeros casos de covid-19, hace un año, pues el simulacro de cuarentena y el esfuerzo pedagógico recibieron aplausos. Pero con el paso de las semanas, cambió de estrategia y apostó por sacarle rédito político a la emergencia al chocar casi a diario con el presidente Iván Duque y el Gobierno.

Primero, por el cierre del aeropuerto El Dorado; luego, por los ventiladores y las UCI; después, por las cuarentenas, y, ahora, por las vacunas. Por eso, más que una mandataria que trabaja en equipo con el Gobierno para afrontar la peor emergencia sanitaria del último siglo, parece en muchas ocasiones la jefa de la oposición, como si aún fuera senadora. El episodio de la silla vacía puesta intencionalmente en la plaza de Bolívar, para tratar de hacer quedar mal al presidente, se leyó como una jugadita contra Duque y fue criticada.

Igualmente, a diferencia de otros alcaldes mejor valorados hoy por la opinión pública, Claudia López se demoró en la reactivación de la economía y decretó polémicas cuarentenas estrictas por localidades, mientras los comerciantes se quebraban.

Los pésimos resultados están a la vista: los datos oficiales más actualizados revelan que más de 37.000 empresas cerraron sus puertas en Bogotá. Además, esta semana se conocieron las preocupantes cifras del DANE sobre el desempleo en la capital: la tasa aumentó al 21,6 %, por encima del promedio de las restantes 13 ciudades y áreas metropolitanas (19,5 %).

“Bogotá tuvo el peor desempeño entre las 23 ciudades y áreas metropolitanas al incrementar su tasa de desempleo en 7,1 puntos porcentuales en el trimestre noviembre 2020-enero 2021, en comparación con el periodo noviembre 2019-enero 2020”, advirtió el DANE.

Otro frente en el que ha desilusionado a algunos de sus seguidores, e incluso aliados políticos, es el de las promesas incumplidas. En campaña, ella fue vehemente en prometer que en la carrera Séptima no se construiría una troncal de TransMilenio. Pero el corredor verde anunciado contempla buses eléctricos que irían por un carril exclusivo.

Asimismo, habría una intervención del espacio público en esa vía. Para muchos, se trata del mismo proyecto del exalcalde Enrique Peñalosa, que estaba a punto de ser adjudicado. “TransMilenio en la Séptima siempre tuvo programado operar con buses eléctricos. En eso no tiene nada de nuevo el llamado corredor verde”, dijo Peñalosa. “Me pregunto: ¿no era más fácil el tranvía y llegar hasta Zipaquirá?”, agregó el exalcalde Gustavo Petro, principal opositor de Claudia López, quien la acusó de haber engañado a sus electores.

Los cuestionamientos no vinieron solamente de Peñalosa o Petro. De hecho, el concejal Manuel Sarmiento, del Polo, uno de sus principales aliados, lo advirtió: “El corredor verde de la Séptima presenta cambios frente al proyecto de Peñalosa y al de Petro en la Boyacá, pero no deja de ser una troncal que fue rechazada en campaña”. Con la tala de árboles de los últimos días ha ocurrido algo similar, y muchos le recuerdan a la alcaldesa cuando, en medio de la campaña electoral, calificaba a Peñalosa de “leñador”.

Claudia López también ha tenido varias salidas en falso que le han costado en materia de imagen. En la primera semana de este año, afrontó un gran escándalo por irse de vacaciones a Costa Rica junto con su esposa, la senadora Angélica Lozano, justo cuando la ciudad sufrió el segundo pico de la pandemia, y la ocupación de las UCI superó el 80 %. La presión ciudadana fue tal que la mandataria se vio obligada a suspender su descanso y regresar. En medio de las críticas, se rehusó a dar explicaciones y solo lo hizo casi un mes después, en entrevista con SEMANA: dijo que sus médicos le sugirieron descansar. “Posiblemente a mucha gente le incomodó, sin duda, y por supuesto a quien haya incomodado le ofrezco excusas”, afirmó.

Otro episodio que le salió mal fue la polémica respuesta a una humilde vendedora ambulante que la abordó mientras hacía una transmisión en vivo desde sus redes sociales, en la Séptima. “Ayúdenos con algo, porque esto está tenaz”, le suplicó la mujer, desde un andén. La respuesta de la mandataria sorprendió por su dureza tratándose de una mujer vulnerable que intenta ganarse la vida en las calles. “Ahí están trabajando, sumercé. Trabaje juiciosa, trabaje juiciosa, sumercé”, le dijo, mientras seguía caminando al lado de sus escoltas. Luego, a raíz de las constantes críticas, la alcaldesa tuvo que excusarse. “Mandarle un abrazo y mis excusas a doña Claudia, mi tocaya, que el otro día me la encontré en el centro y yo iba haciendo una transmisión lanzando la campaña de ‘Detalles que salvan’ y yo le dije ‘trabaje juiciosa’. Ella se sintió un poquito ofendida, ella tiene la razón”, aseguró.

A Claudia López también se la ha cuestionado por favorecer a sus viejos amigos con contratos. Por ejemplo, le entregó la franja de opinión de Canal Capital a reconocidos activistas de sus causas, lo que para algunos no es una muestra del pluralismo de voces que demanda la televisión pública. También ha sido criticada por favorecer con pauta a ciertos medios que se abstienen de cuestionarla en el cubrimiento diario de su gobierno. Y, además, la señalan de tener un doble rasero frente al derroche, pues muchos se preguntan qué hubiera dicho si en el pasado la Secretaría del Hábitat, en plena pandemia, destinara casi 2 millones de pesos a la compra de unos AirPods de última generación. Esa polémica compra ocurrió bajo su propio gobierno.

De la suerte de Claudia López en la Alcaldía no solo depende su futuro político, pues tiene aspiraciones presidenciales, sino también la de la coalición de la centroizquierda, teniendo en cuenta que es una de sus líderes más representativas junto con Sergio Fajardo. Si a la alcaldesa le va mal, los críticos de la llamada Coalición de la Esperanza tendrán más argumentos para cuestionar la alternativa de gobierno que le ofrecen al país. La más reciente encuesta de Invamer debe encender las alarmas en el Palacio Liévano.