La actividad minera en El Cerrejón. | Foto: Archivo SEMANA

MINERÍA

Qué hace tambalear el gigante minero Glencore con negocios en Colombia

La empresa, con multimillonarias inversiones en América Latina, entre ellas en la mina del Cerrejón, enfrenta serias turbulencias financieras. Muchos ven en esto un síntoma del colapso en los mercados internacionales de materias primas.

29 de septiembre de 2015

Esta ha sido una semana de emociones fuertes para las acciones de la multinacional minera Glencore, una de las mayores del mundo y jugador clave en la economía de muchos países latinoamericanos.

Comenzó el lunes con una estrepitosa caída del 30 % en el valor de la acción de la minera, poco después de la difusión de un informe de la firma Investec en el que auguraba dificultades para Glencore.

En cuestión de horas, se habían esfumado cerca de US$5.300 millones del valor de la empresa radicada en Suiza.

Un resultado que para muchos era nueva evidencia del final de una bonanza minera, la misma que por cerca de una década benefició a muchas empresas multinacionales y a naciones productoras en el mundo en desarrollo.

Recuperación

Pero el martes, la acción de Glencore reaccionó y recuperó 17 %, es decir, cerca de la mitad de lo que había perdido el día anterior.

La empresa manifestó el mismo martes a través de un vocero que estaba "operativa y financieramente robusta".

"Glencore ha tomado pasos proactivos para posicionar a nuestra empresa para resistir las actuales condiciones del mercado de materias primas", añadió el vocero.

Y respondiendo a una pregunta persistente en estos días, agregó: "Tenemos buena liquidez y ningún problema de solvencia".

Independientemente de la reacción del martes, pocos dudan que hay nubarrones en el futuro de la empresa.

La analista de Investec Laura Lambie le dijo a la BBC que Glencore enfrenta "severos problemas" si no recorta la multimillonaria deuda.

Una apuesta


Las dudas persisten. Glencore ha sufrido como pocos las consecuencias de la caída en los precios de muchos productos básicos.

Los precios del cobre, el níquel y el aluminio están más del 25 % por debajo del nivel que tuvieron hace un año.

Y a Glencore esta caída en los precios la encuentra en un momento vulnerable.

En años recientes, la minera acumuló una deuda de US$30.000 millones para expandir sus operaciones, suponiendo que la enorme expansión en la demanda por minerales, principalmente en respuesta a la acelerada industrialización de China, daría para ampliar el apetito mundial por estos commodities.

En cambio, la economía china está creciendo a un ritmo más lento y con ello, la demanda por minerales ha decaído. Por lo que los ingresos para pagar el endeudamiento de las mineras no han llegado al nivel esperado.

"El costo de pagar esa deuda y el cronograma de pagos están realmente poniendo a firmas como Glencore bajo el reflector", le aseguró Laura Lambie a la BBC.

Más riesgo


En semanas recientes, el jefe de la compañía, el sudafricano Ivan Glasenberg, ha estado tratando de reducir la deuda vendiendo acciones y activos de la empresa en todo el mundo.

Espera, por ejemplo, recaudar hasta US$12.000 millones por la venta del negocio de comercio de granos del grupo.

Pero no todos creen que eso, en sí mismo, sea suficiente.

"El riesgo es que si los precios de los bienes básicos no se recuperan, entonces empresas como Glencore tendrán dificultades para pagar su deuda", puntualiza Laura Lambie de Investec en declaraciones a la BBC.

El precio de la acción de Glencore ha caído en 85 % desde que empezó a cotizarse en bolsa en el 2011.

En América Latina

El impacto de los altibajos de Glencore en América Latina es significativo.

No sólo es una prueba más de las dudas que tienen los mercados sobre el futuro inmediato de la minería.

Glencore es uno de los grandes operadores de minas en la región y por ende, uno de los grandes inversores en muchos países sudamericanos.

Su huella se extiende desde Colombia, donde es propietario parcial de las minas de carbón de El Cerrejón y La Jagua, hasta Chile, donde opera la mina de cobre de Collahuasi.

En Perú, sus intereses están en el complejo minero de Antamina y en Bolivia opera el de Sinchi-Wayra.

En Argentina, a su vez, participa en la exploración minera de Alumbrera.

En esos sitios y en otros a través de la región, Glencore es un gigante económico que representa millones de dólares y miles de puestos de empleo.

La empresa no respondió a una consulta de BBC Mundo sobre si sus actuales condiciones financieras tendrían algún impacto sobre sus planes de operación e inversión futura en América Latina.

Pero no parece aventurado presumir que las actuales noticias no son alentadoras en cuanto a las perspectivas de más dinero llegando a los proyectos mineros existentes o planeados en la región.

Y teniendo en cuenta las esperanzas que muchos gobiernos latinoamericanos habían puesto en la minería como una de las grandes "locomotoras" del crecimiento económico, las noticias que les hacen perder el sueño a los accionistas de Glencore también pueden estar causando muchos desvelos en la región.