¿Qué hacer frente a un caso de violencia intrafamiliar o de pareja? No existe una fecha límite para denunciar, asegura experta

La problemática de la violencia intrafamiliar y de pareja persiste en la sociedad colombiana. Según las estadísticas de Medicina Legal, en el año 2022 se registraron un total de 61,672 casos, de los cuales 13,891 corresponden a hombres y 47,771 a mujeres.

En lo que va del 2023, entre enero y septiembre, se han contabilizado 36.626 casos de violencia intrafamiliar, de los cuales 27.327 están relacionados con violencia de pareja, abarcando diversas formas como la física, psicológica, económica, patrimonial y sexual.

En situaciones de violencia de pareja, la comunicación tiende a tornarse más agresiva, revelando “banderas rojas” que pueden anticipar comportamientos abusivos o peligrosos. Expertos como Ana María Zapata, médica forense del Centro de Especialistas Forenses Aníbal Navarro, destacan la importancia de identificar estas señales de advertencia y la necesidad de realizar investigaciones integrales para respaldar los casos de violencia doméstica.

“Se deben realizar investigaciones forenses integrales con el fin de recopilar pruebas que respalden los casos de violencia doméstica; además, se debe tener en cuenta el asesoramiento legal a los implicados y así poder tener un correcto procedimiento”, asegura la experta.

La denuncia es un paso crucial en la búsqueda de justicia y protección. Zapata enfatiza en que la víctima debe presentar pruebas o testimonios para el respectivo análisis por parte de las entidades correspondientes. De igual forma, para la experta es importante tener en cuenta que:

• No existe una fecha límite para denunciar los casos de violencia intrafamiliar o de pareja, ya que estos procesos se pueden realizar incluso 20 o 30 años después y es viable.
• En los casos que ha pasado mucho tiempo desde el hecho, lo que prima es la consistencia del relato, una buena entrevista por parte de un médico forense que investigue a fondo los sucesos, ya que por el tiempo es probable que no se obtengan hallazgos físicos.
• También es importante tener en cuenta las pruebas testimoniales del círculo cercano de la víctima, quienes pueden ser importantes como material probatorio, además de presentar pruebas documentales como fotos y archivos.
• Tener una cadena de custodia sobre estas pruebas documentales como fotos y archivos con informática forense donde exista una consistencia con los sucesos; es decir, toda la documentación que permita constatar los hechos.
• Llevar el caso ante las autoridades competentes y buscar ayuda con las diferentes entidades destinadas a brindar ayuda legal y psicológica.

“Esto es importante porque a partir de la denuncia, los profesionales de la salud, médicos forenses, fuerzas del orden público, abogados penalistas, actores del sistema judicial y las agencias gubernamentales, prestan la atención necesaria a los implicados y trabajan en conjunto para un abordaje integral en los casos de violencia intrafamiliar y de pareja, además de garantizar el debido proceso y la protección de la víctima”, afirma Zapata.

Aunque uno de los mayores retos que afrontan los especialistas forenses en este tipo de circunstancias son “el miedo que tiene la persona a denunciar y afrontar el proceso judicial, el miedo a perder la pareja o dañar los vínculos emocionales con la familia o incluso la esperanza de que la persona agresora llegue a cambiar su comportamiento”, esto implica que la víctima no pueda tener un entorno seguro frente a su agresor, sostiene Zapata.

Para Zapata, no todos los casos deben pasar primeramente ante una denuncia, por ejemplo, en el caso de parejas que nunca han tenido episodios de violencia verbal o agresiones, pueden acudir a una terapia de pareja y resolver sus inconvenientes dialogando, pero en esos casos de violencia recurrente o que ponen en peligro inminente a la persona, sí se debe denunciar ante los entes correspondientes, presentando todas las pruebas pertinentes del caso y trabajando en conjunto con las autoridades para proteger a la víctima.