NACIÓN
¿Qué hay detrás de la carta del Clan del Golfo y exparamilitares, en la que le proponen diálogo y cese al fuego a Gustavo Petro?
SEMANA conversó con el abogado Daniel Ernesto Prado, defensor de derechos humanos, cercano al gobierno electo, sobre el contenido de la comunicación y qué puede significar este documento en la búsqueda de la paz total.
SEMANA: ¿Qué sabe de la carta que le ha llegado al presidente electo Gustavo Petro, a Francia Márquez y al canciller designado, Álvaro Leyva?
DANIEL ERNESTO PRADO (D.E.P.): Lo que conozco es que hay un grupo de ciudadanos que hacen parte de grupos al margen de la ley, exactamente ligados al tema del paramilitarismo, y están planteando la posibilidad de que el Estado les dé la opción de ser escuchados, de contar la verdad, de lo que realmente pasó en el conflicto y sumarse de esta forma a la posibilidad de que Colombia tenga una nueva era de paz. Los colombianos no han tenido la posibilidad de vivir en paz. Ellos han propuesto sumarse a esa iniciativa del presidente electo Gustavo Petro, que es buscar la paz de los colombianos.
SEMANA: ¿Por qué llega esa carta al presidente electo?
D.E.P.: Lo que sé es que ellos se han motivado mucho por las entrevistas que él (Petro) ha concedido. El discurso de triunfo de Gustavo Petro, sobre el tema de paz, los ha motivado a sumarse a lo que él ha planteado en sus intervenciones.
Lo más leído
SEMANA: ¿Ellos qué pretenden o qué piden a cambio?
D.E.P.: Que el Estado les dé la oportunidad real de contar la verdad. Ellos creen que en Colombia no se ha contado toda la verdad de lo que pasó en el conflicto y están esperanzados de que este país no se maneje con retrovisor. Como lo ha planteado el mismo presidente electo, están esperanzados realmente en su verdad y tienen la intención de asumir los compromisos que manifiestan. También que les permitan tener unos beneficios, los mismos que han recibido otros actores del conflicto, y ser escuchados fundamentalmente para aportar la verdad y reparar a las víctimas.
SEMANA: En la carta hablan de los compromisos con la verdad y de reparar. Sin embargo, hay una frase que quisiera preguntarle y que dice lo siguiente: “En lo posible nadie debería ir a la cárcel en Colombia enmarcado en este conflicto”. ¿Cómo es eso?
D.E.P.: Ellos consideran que en las cárceles colombianas no se están rehabilitando a las personas que han delinquido. Las cárceles se han convertido en una universidad del delito y el Estado debe buscar otra forma para que las personas se resocialicen.
SEMANA: Es impresionante ver la lista de los firmantes y gestores, gente que ha delinquido por mucho tiempo y que ahora están pidiendo ese diálogo...
D.E.P. Sí, claro, son muchos los que están esperanzados de que se abra una posibilidad de dialogar realmente, de construir un proceso completo de paz, de construir una paz en 20 años para que los colombianos nazcan en un país de paz y puedan vivir en paz. Que haya una nueva generación de ciudadanos en paz.
SEMANA: Hay un tema que ellos no tratan en la carta y es el narcotráfico. ¿Alguna inquietud en particular?
D.E.P.: En una política integral de paz se debe tocar este tema. Colombia debe resolverlo porque construir una política de paz debe ser integral. Los colombianos debemos sentarnos a ver de frente qué es lo que ha generado esta violencia en la que vivimos y entre todos debemos centrarnos en atacarla. Hablar de un proceso integral de paz implica el cambio de muchos factores.
SEMANA: En la carta hay firmas de personas que el país conoce, como alias ‘Macaco’ y ‘Gordolindo’. ¿Qué papel jugarían ellos?
D.E.P.: Fundamentalmente en el tema de la verdad. El país debe conocer qué pasó, debe saber verdaderamente qué sucedió. No para buscar retaliaciones contra nadie, sino realmente lo que nos puede sacar del conflicto es conocer qué pasó. No solamente de parte de las Farc y el Eln, sino de las personas que están dispuestas a contar lo que no han contado. El proceso de Justicia y Paz fue un fracaso y debemos abrir puertas para que la sociedad colombiana pueda tener esa opción.
SEMANA: Cuando ellos piden las mismas garantías que han tenido otros grupos armados ilegales, ¿están pensando en someterse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)?
D.E.P.: Creo que ellos, en algún momento, deben hacerle una propuesta más concreta al gobierno de Gustavo Petro y el gobierno tendrá que responder a esas inquietudes. Mediante la modificación de la JEP, pueden ingresar. Hay que buscarle una solución al conflicto. Si hay realmente voluntad de paz, lo más viable es que ellos puedan ingresar y contar la verdad.
SEMANA: Cuando se habla de modificaciones, ¿es abrirles el camino reformando la JEP?
D.E.P.: Eso es simplemente la posibilidad de que se comience a negociar con el gobierno y se miren las posibilidades de modificar. La carta es un acto de buenas intenciones, hasta donde entiendo, pero debe haber una propuesta real y deben decirle al Estado a qué están dispuestos en concreto. Hay que desarrollar esa carta y el gobierno colombiano debe mirar las posibilidades legislativas, de manera interna y a nivel internacional.
SEMANA: Cuando le preguntaba por alias ‘Macaco’ y ‘Gordolindo’, es porque aparecen en la carta como gestores. ¿Ellos serán facilitadores para el acercamiento con el gobierno?
D.E.P.: Esta carta es un anuncio de que ellos están haciendo una lectura del discurso del presidente electo, pero creo que posteriormente tiene que desarrollarse una propuesta en concreto de qué es lo que buscan, cómo sería la reparación a las víctimas y qué están esperando del gobierno. Pero ahí hay una carta y creo que falta en concreto que se desarrollen las expectativas que ellos tienen para sumarse al proceso de paz que están planteando allí.
SEMANA: ¿A usted le llegó esta carta?
D.E.P.: Sí, en mi calidad de abogado y defensor de derechos humanos. Nací en el año en que nacieron las guerrillas, debemos construir un país sin venganzas, es necesario que la sociedad colombiana conozca la verdad del conflicto porque tanto la izquierda como la derecha son responsables del país en que hoy vivimos.