Judicial
¿Qué hizo Aida Victoria Merlano para que un juez la condenara por la fuga de su madre? Aquí está la respuesta
El próximo 13 de septiembre se conocerá el monto de la condena en contra de la influencer.
Para el próximo 13 de septiembre quedó fijada la fecha en la que se conocerá el monto de la condena en contra de Aida Victoria Merlano, quien este martes fue sentenciada por su responsabilidad en los hechos que rodearon la fuga de su madre, la excongresista Aida Merlano, registrada el 1 de octubre de 2019 después de asistir a una cita odontológica en el norte de Bogotá.
En el sentido del fallo emitido por el juzgado 20 de conocimiento de Bogotá se determinó que la reconocida influencer es responsable de los delitos de favorecimiento de fuga y uso de menores para la comisión de delitos. El funcionario judicial concluyó que en el juicio, que duró casi dos años, se presentaron evidencias documentales y testimoniales que permitían inferir que Aida Victoria tuvo conocimiento claro del plan de fuga.
Pese a la declaración bajo juramento de la excongresista Aida Merlano, el pasado 17 de agosto, el juez determinó que la joven sabía claramente lo que se iba a hacer, e incluso, utilizó a su hermano, menor de edad, con el fin de distraer a los guardias del Inpec que se encontraban custodiando a Aida Merlano mientras adelantaba su diseño de sonrisa.
En el desarrollo del juicio se concluyó que la dirigente política, quien se encontraba pagando una condena de 15 años por compra de votos, aprovechó el traslado a la cita odontológica para poner en marcha su plan.
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Merlano recibió por parte de su hija una maleta que contenía varios elementos, entre estas guantes de agarre especializados para deportes extremos, una cuerda, ropa de cambio. Estos elementos fueron los que utilizó la excongresista una vez finalizó la intervención de ese día.
Tras despedirse del odontólogo, Javier Guillermo Cely Barajas, Aida Merlano se lanzó desde el tercer piso para aterrizar sobre el pavimento. Pese al impacto del golpe, se levantó y se subió a una motocicleta que la esperaba en la esquina de la calle 166 con carrera séptima.
“En este hecho, se constató que participó su hija, la ahora condenada”, precisó la Fiscalía General en un comunicado. En la lectura del fallo, el odontólogo Javier Cely fue declarado inocente puesto que se corroboró que nada tuvo que ver con el plan de fuga de Aida Merlano.
Incluso, en su declaración, la exrepresentante a la Cámara aseguró que jamás le comentó nada y que, el efusivo abrazo que se dieron al final del procedimiento, se debió a que ella lloró muchísimo por el temor y la ansiedad que tenía.
“Yo llegué al centro odontológico y pensaba fugarme, porque el grupo o la organización que se cuadró me dijo que debía tirarme del consultorio privado del doctor Mauricio. Cuando fui al baño y me siguió el señor dragoneante, entendí que por ahí no podía tirarme, porque él me podía ver; fue ahí que yo me despoje de todos los elementos que tenía conmigo, en el baño”, dijo la excongresista en su declaración.
En la crónica de su fuga, la excongresista explicó cómo tuvo que improvisar en algunos momentos, porque como estaban planeadas las cosas, la fuga no estaba garantizada. La “organización” que planeó el escape pensó en un consultorio, pero en la práctica y en el sitio, la situación cambió.
“Yo estaba pendiente de todos los movimientos que él (odontólogo) hacía y yo le pregunto qué va a hacer con eso y él me dice: esto es basura; le dije: tranquilo, la tomé y la boto, se la arrebate prácticamente de las manos y simulé que la iba a botar, pero lo que hice fue esconderla en mi camisa mientras él volteaba a otro lado y yo después saqué esa basura”, dijo Merlano.
La excongresista aseguró que cuando observó el sitio donde estaba planeada la fuga era imposible cumplir con esa ruta, de ahí que fue necesario improvisar a última hora, escoger el mismo consultorio donde la estaban atendiendo y escapar por una ventana donde apenas cupo su cabeza.
“Entonces empecé a mirar y me di cuenta de que este consultorio tenía vista hacia la calle, justo del lado del parqueadero, pero la ventana era muy angosta; yo presioné mi cabeza y entró, y dije, ‘si entra mi cabeza, entra mi cuerpo’, y fue cuando se me ocurrió que me iba a tirar por esa ventana. Probé la pata del consultorio y me di cuenta de que era muy fuerte”, señaló en su declaración la excongresista.
Como los planes cambiaron a último momento y las circunstancias se alinearon para su fuga, Merlano advirtió que se trató de una “cosa de Dios”, de una conclusión improvisada que la benefició, pues la fuga se cumplió y ella logró escapar de la justicia de Colombia, como finalmente lo conoció el país.
“En el primer descuido del odontólogo y mi familia saqué el bolsito y lo tiré por la ventana dónde dejé la tula antes de tirarme. Cogí la cuerda que ya venía preparada con un torniquete, se supone que yo debía utilizarlo del otro lado, pero yo sabía que el vigilante iba a llegar conmigo hasta ese cuarto y no había forma, porque me iba a ver”, dijo Merlano.