SALUD
Qué medidas está tomando el mundo frente a la segunda ola de coronavirus
La proximidad del invierno coincide con la segunda ola de contagios del virus, que ha llevado a que algunos países de Europa vuelvan a anunciar drásticas medidas de confinamiento. Cómo la pandemia podría complicar el fin de año para el mundo.
La segunda ola de contagios llegó a Europa con tal fuerza que ha provocado un remezón en los mercados de valores, alerta en los sistemas sanitarios y mucho temor entre los ciudadanos que observan impávidos el crecimiento exponencial del virus: en la última semana de octubre casi el 50 por ciento de los nuevos contagios se registraron en esta región.
La última semana de octubre estuvo cargada de malas noticias sobre la rápida evolución del coronavirus en Europa, lo que hizo presagiar una nueva etapa de bloqueos. En Estados Unidos las malas noticias aparecieron con datos récord de contagios en la antesala de las elecciones presidenciales: el jueves hubo 88.400 y el viernes la cifra se disparó hasta los 97.000, la más alta desde que apareció el virus en esta potencia. Francia registró este viernes 30 de octubre 543 muertos en un solo día y los contagios pasaban de 1,3 millones. Mientras que en Reino Unido las muertes alcanzaron 280 el jueves y ese mismo día el número de nuevos contagios se trepó a 23.065, generando nuevas preocupaciones.
Estas preocupantes cifras han desatado muchas conjeturas sobre lo que puede pasar este fin de año en el resto del mundo. El mundo quiere salvar la Navidad y todo parece indicar que solo lo logrará con más disciplina, menos actividad social y muchas precauciones biosanitarias.
Después de que las dos potencias europeas, Francia y Alemania, anunciaran el miércoles que volverán a tomar medidas de confinamiento, en un esfuerzo desesperado por salvar la Navidad, otros países también han comenzado a barajar estas opciones. También en Reino Unido crecen los rumores que apuntan a que el gobierno anunciará bloqueos más estrictos. Y países como Bélgica y Grecia ya han dicho que podrían sumarse con mayores restricciones a la movilidad de las personas. Cabe destacar que aunque el número de contagios crece de manera exponencial en estos países, el de muertes se mantiene por debajo de los registros de marzo y abril.
Tendencias
Todos quieren evitar que se desborden de nuevo los sistemas de salud, que el aumento exponencial de los contagios tenga un impacto fuerte en las cifras de muertes por la covid-19 y que la economía se hunda, afectada por la creciente incertidumbre. Sin embargo, nadie sabe cómo se va a comportar esta segunda ola.
Aunque no está probado que el virus prefiera el frío o el calor, la llegada del invierno al hemisferio norte podría ser una dura prueba para el sistema de salud pues es una época en la que las aglomeraciones son más comunes por el aumento en las compras para celebrar la Navidad y el año nuevo. Esto se ha convertido en todo un acertijo para gobiernos y científicos.
En materia económica, las noticias no parecen alentadoras. Los anuncios de nuevos bloqueos provocaron el desplome en los mercados de valores, pues muchos inversionistas salieron a liquidar sus inversiones ante el temor de que la caída de las economías resulte peor de lo esperado. Las autoridades europeas han advertido que quizás la relajación de las medidas de aislamiento social que se adoptaron durante el verano podría pasarle una costosa factura a sus países. ¿Qué medidas están tomando los países y cómo se anticipa la temporada de fin de año? Estas son algunas de las que se han anunciado hasta ahora.
Francia
Después de adoptar cierres estrictos de casi todas las actividades sociales y productivas por casi dos meses, entre mediados de marzo y mediados de mayo, Francia logró controlar los contagios y las muertes por coronavirus. Esto le permitió tener un verano relativamente tranquilo, con normalidad en la actividad económica y relativa paz en los centros de salud. Pero la rapidez con que se extienden los contagios en los últimos días motivaron al presidente Emmanuel Macron a tomar la decisión de volver a cerrar bares, restaurantes y sitios de entretenimiento que puedan generar aglomeraciones y con ello, multiplicar el virus.
También se suspendieron las actividades sociales y las personas solo podrán salir de sus casas si van a desarrollar actividades esenciales como trabajar, acudir a citas médicas, a prestar asistencia a un familiar que lo necesite. Sin embargo, el país mantendrá su actividad productiva pues no cerrarán las industrias, podrán operar los pequeños comercios y también estarán abiertas las guarderías y colegios pues para esta población el virus tiene menor impacto que el encierro. Macron cree que esta segunda ola podría ser peor “más dura y asesina que la primera”. Las medidas se extenderán hasta comienzos de diciembre.
Alemania
La canciller alemana, Ángela Merkel, admitió que junto con los mandatarios regionales, comenzarán a adoptar cierres por regiones y por sectores durante noviembre, debido a la dificultad que hoy tiene el país para detectar los contagios: se estima que casi el 75 por ciento son difíciles de rastrear en esta potencia, que cuenta con uno de los sistemas de salud más robustos. La decisión se adoptó luego de que en las últimas dos semanas de octubre las cifras de contagios volvieran a crecer vertiginosamente.
El martes 27 de octubre la cifra diaria sobrepasó los 11.000 casos, superando incluso las cifras de abril, lo cual encendió las alarmas. En este país se suspenderán actividades no esenciales y que generen congestiones, lo que afectará principalmente a bares, discotecas y restaurantes, mientras que las actividades industriales y el comercio se mantendrán abiertos. Los colegios y guarderías también se mantendrán funcionando pues es la población con menor impacto y la que más sufre a causa de los confinamientos.
Reino Unido
Todo indica que el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, volverá a imponer duras medidas de confinamiento en noviembre debido a la creciente ola de contagios que se esparce rápidamente. Los principales diarios insisten en que el segundo gran bloqueo en este país podría afectar principalmente a los bares, restaurantes y a las actividades no esenciales. También quedarán prohibidas las reuniones familiares y las actividades que generen algún tipo de aglomeración.
Las alarmas están encendidas porque hace unos días se conoció un documento elaborado por un equipo de expertos que proyectó que durante el invierno, el virus podría matar a unas 85.000 personas en ese país y que el número de muertes diarias podría ascender a 4.000. Las conversaciones del primer ministro con los epidemiólogos, comunidad científica y los jefes de los partidos políticos han estado marcadas por fuertes tensiones pues mientras los primeros insisten en adoptar estrictas medidas de aislamiento para evitar que se cumplan esas nefastas proyecciones, los segundos temen que puedan arrasar con la débil recuperación que registraba la economía.