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¿Qué opina María Isabel? Ahora expulsamos a Guaidó
En la extraña cumbre en Colombia sobre Venezuela, sin Venezuela, ahora tampoco tenemos opositores. Juan Guiadó, quien tenía prohibido salir de Venezuela, logró escaparse al país donde el canciller Álvaro Leyva, con una frase amenazante lo obligó a tomar un avión para salir del país rumbo a Miami.
¿Qué estará opinando María Isabel hoy 25 de abril en semana? Pues la opinión que gira alrededor del caso Juan Guaidó, quien no pudo hacerse presente en la cumbre sobre Venezuela que este Gobierno organizó para hoy, sin Venezuela presente.
Guaidó, además, fue espantado de Colombia de la peor manera posible. Porque el canciller Álvaro Leyva dijo que había entrado al país de manera inapropiada, y le mandó a decir de forma amenazante que tenía riesgos si no aparecía. Y claramente le informó a Guaidó que el canciller Álvaro Leyva no lo ha invitado, a pesar de que supuestamente se discutirá en ella la posibilidad de que Gobierno y oposición venezolanos vuelvan a sentarse en una mesa de negociación.
Ayer les dije que me parecía muy extraña esta cumbre que tiene el propósito de activar la democracia venezolana, pero sin representantes del Gobierno de Venezuela. Y no solo eso, tampoco habrá opositores. Y claramente quedó establecido que Álvaro Leyva no iba a permitir que Juan Guaidó ―quien incluso ha fungido como presidente interino en su país— fuera el que se robará el show como opositor ante los 20 representantes de países extranjeros que asistirán a esta cumbre.
Todo termina en que Guaidó primero salió huyendo de Venezuela hacia Bogotá, donde hace un año, claro, seguramente habría sido recibido o aceptado. Y luego terminó montado en un vuelo comercial escapándose rumbo a Miami, no solo de Maduro, sino ahora escapándose de las amenazas de Colombia, a través del Canciller Leyva, acerca de los riesgos que correría si no aparecía.
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Es francamente indignante que ahora hayan convertido a nuestro país ―como lo denunció el propio Guaidó― en una extensión de la persecución de la dictadura “madurista”. Y seguramente es cierto que Guaidó entró a Colombia a pie, pero es que estamos hablando de un opositor perseguido por Maduro, quien tenía prohibición de salir del país y, según el propio Guaidó, en medio de fuertes amenazas contra su familia.
Maduro le echa la culpa al embajador de Estados Unidos en Caracas, quien le habría ayudado a Guaidó en su huida de Venezuela hacia Miami. Entonces podemos decir que el primer gran resultado de esta cumbre suigéneris sobre Venezuela sin Venezuela, que hoy se hará en el Palacio de San Carlos en Bogotá, es que también en Colombia perseguimos y expulsamos a los opositores al régimen de Maduro.
No sé cuándo se había visto algo más absurdo y arbitrario, ¿será que lo que Colombia pretende es que en el cronograma electoral venezolano, con garantías, que busca presionar, no estén si no los opositores a los que el señor canciller Álvaro Leyva escoja y autorice? Esto empezó muy mal. Ojalá no tenga el final lánguido que le corresponde, ahora que es claro que si de Colombia depende Guaidó no se contará entre los opositores que negociarán con Maduro porque Leyva no quiso.
Escuche aquí la segunda opinión de María Isabel Rueda del día de hoy:
¿Qué opina María Isabel? La palmada de Maduro en la mesa
Previa a la cumbre de Venezuela sin Venezuela, que se inicia hoy en Bogotá, Maduro dio una palmada en la mesa y advirtió a los 20 países que enviaron sus representantes que hasta que Estados Unidos no le ponga 3.200 millones en la mesa y le quiten de encima la Corte Penal Internacional, que lo investiga por crímenes de lesa humanidad, no destrabará ninguna negociación con la oposición venezolana.
¿Qué estará opinando María Isabel hoy martes 25 de abril en SEMANA? Pues la opinión gira alrededor de Nicolás Maduro. ¿Qué tal las exigencias que les hace a los invitados internacionales cancilleres y personalidades extranjeras que serán presentes en la cumbre del palacio de San Carlos para hablar de Venezuela, pero sin Venezuela presente?
La primera, una exigencia en la que ninguno de los presentes le puede ayudar, que la Corte Penal Internacional, que no es propiamente un organismo diplomático, suspenda de inmediato las investigaciones que adelanta por la violación de derechos humanos en Venezuela contra Maduro. Y segundo, que le garanticen los invitados a Bogotá que Estados Unidos le desbloqueará a Venezuela 3.200 millones de dólares.
Escuche bien, presidente Petro, canciller Leyva y los 20 países que asistirán a la cumbre: si alguno de ustedes quiere que estas negociaciones con un sector minoritario de la oposición venezolana vuelva a México, deben incluir en su comunicado que van a hacer después de la cumbre, que Estados Unidos devolverá a los 3.200 millones de dólares que le tienen secuestrados en Estados Unidos, sencillito. Y que la Corte Penal Internacional suspenda las investigaciones contra Maduro por crímenes de lesa humanidad, sencillito.
Como ninguna de estas cosas se le pueden garantizar a Maduro, esto va a terminar en que Petro se echará un discurso y seguramente algunos de los invitados extranjeros soltaran una lluvia de ideas para que normalicen la muy difícil relación de Maduro con la oposición de su país.
Pero que de aquí se logre destrabar la democracia venezolana, resulta muy dudoso; o Maduro diciendo: “Mijitos, o me ponen 3.200 millones de dólares encima de la mesa ya, para comenzar a hablar y me quitan ya a la Corte Penal Internacional de encima. Ah, y me liberan al barranquillero Álex Saab o aquí no va a cambiar nada”.
También es una descortesía que el presidente Biden haya enviado a Colombia tres delegados de a esta reunión, mientras en Venezuela Maduro insulta al embajador de Estados Unidos en Caracas, a quién se culpa de todo lo ocurrido con Juan Guaidó. ¿Se lo irán a permitir? Pero con el presidente Biden anunciando que va por su reelección, de pronto se puede mirar para el otro lado.