¿Qué opina María Isabel? Colombianos, cual ganado al matadero

¿Qué estará opinando María Isabel hoy martes 5 de diciembre en SEMANA? Que tienen toda la razón los exministros Rudolf Hommes y Alejandro Gaviria en sus referencias a los avances de la peligrosa reforma a la salud.

Muy gráficamente, Hommes opina que los colombianos estamos como ganado rumbo al matadero mientras nos mantenemos callados; pero no todos, doctor Hommes, muchos hemos advertido en innumerables ocasiones sobre los peligros que corremos los colombianos de quedarnos sin atención en salud. Pero en cuanto a que muchos parecen anestesiados y no reconocen el peligro del tema, es cierto.

Mientras tanto, el exministro Alejandro Gaviria, quien admite que salió del Gobierno en parte por sus desacuerdos con respecto al texto y a la motivación de la reforma, sentenció que el sistema de salud en Colombia corre además el peligro que pueda quebrar con esta reforma, con un pagador único sin auditorías que será Adres, que ni siquiera tiene capacidad para tramitar la racha de facturas que se le vendrán encima.

A cinco artículos de que la reforma se apruebe en Cámara, su tránsito a debate en el Senado parece inevitable, pero a la vez despierta cierta esperanza de que compensan los senadores el terrible daño que nos están haciendo a los colombianos los representantes a la Cámara.

Y aún nos queda el recurso de la valiosa Corte Constitucional, porque los expertos opinan que la reforma tiene varios pisos graves de trámite, como el de haber sido tramitada como ley ordinaria y no como estatutaria, lo cual la hizo entrar a la Cámara por la puerta equivocada y a las comisiones equivocadas. Como dice Alejandro Gaviria, esta reforma puede hacer daño, mucho daño, y como dice Rudolf Hommes, estamos en manos de un ministerio lleno de histéricos.

Mientras tanto, el ministro del Interior, raro en un hombre inteligente y con su conocimiento del Estado y de sus peligros, abre la puerta del matadero pidiendo que sean los gobernadores y los alcaldes los que elijan a los directores de los hospitales de sus regiones, o sea a dedo y no por concurso. Con lo que la politización de la salud, para completar, se nos viene encima, así que nos vayan cerrando la puerta del matadero.

Lea la primera opinión de María Isabel Rueda de hoy martes 5 de diciembre:

¿Qué opina María Isabel? Zamora cae ante misoginia petrista

Muy confuso sigue siendo el episodio en el que la defensora jurídica del Estado Martha Lucía Zamora salió de su cargo porque el Gobierno resolvió echarla. Su pecado parece ser haberle advertido a la Cancillería que por la fabricación de pasaportes en Colombia, después de declararse desierta la licitación, se nos puede venir una millonaria demanda. Zamora dice que el canciller la agarró a gritos, pero Petro, en su misoginia, no los escuchó.

¿Qué estará opinando María Isabel hoy martes 5 de diciembre en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la salida de la defensora jurídica del Estado, Martha Lucía Zamora: aunque ella insiste en que fue por renuncia propia, el Gobierno ha hecho entender que fue porque le pidió la renuncia, y dos veces.

Sobre la causa hay diversas teorías, todas las cuales pueden haber actuado unidas precipitando la salida del cargo de la doctora Zamora. Ella, para situarla un poco, tiene una larga carrera jurídica y de lo único de lo que no se la puede señalar es de desconocimiento de su oficio.

Pero sí fue bastante controvertido su papel cuando estuvo vinculada a la Corte Suprema de Justicia, donde actuó de la mano, muy estrechamente, del entonces magistrado auxiliar Iván Velásquez, ambos incluso señalados de ser bastante comunicativos con un grupo de periodistas y de medios escogidos por ellos a los que soltaban información sobre movidas que la Corte iba tomando o iba a tomar en materia de sus investigaciones sobre paramilitarismo.

Ocupó durante un breve periodo la Fiscalía en reemplazo de Viviane Morales, con posterioridad a su renuncia. Se la consideraba una persona muy cercana al presidente Petro, incluso desde que este fue alcalde y ella fue su secretaria general, pero por esas vueltas que da la vida, la doctora Zamora terminó enfrentada con el canciller Álvaro Leyva.

Ante sus advertencias de que la forma en que se manejó la licitación sobre la fabricación de pasaportes en Colombia con la firma Thomas Greg and Sons ponía en riesgo al país de millonaria demanda. Fue precisamente Petro el que le ordenó a Leiva desconocer esa licitación, porque según la disculpa que utilizó, sólo participó un licitante, aunque ese hecho no invalida jurídicamente una licitación.

Desde entonces, ha sido un misterio la respuesta a la pregunta de a qué grupo, de qué nacionalidad, quiere favorecer Petro abriendo una nueva licitación, y al respecto hay también todo tipo de versiones. Pero desde entonces la doctora Zamora se ganó la animadversión del canciller Leyva por inmiscuirse en los temas de la Cancillería con sus advertencias.

Y hasta ella sostiene que el canciller la trató a gritos. La situación de Zamora en su cargo se volvió insostenible aún más después de que el presidente Petro saliera a apoyar al canciller, con lo cual confirmó que fue el Gobierno el que le pidió la renuncia a la doctora Zamora y que ella no lo hizo voluntariamente, que la doctora Zamora no salía de su cargo por el caso de los pasaportes, sino por hechos que ya vinieron ocurriendo desde hacía tiempo y que la habían alejado del Gobierno.

E incluso el mandatario le dijo a la doctora Zamora algo bastante ofensivo, mientras negaba que hubiera habido gritos del canciller. “No permito que una institución pública se utilice para defender intereses privados”, ¿Cómo así que defender al Estado contra una futura y millonaria demanda equivale a defender intereses privados? El caso de todas maneras también remarca una de las características del presidente Gustavo Petro, su marcada misoginia.