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¿Qué opina María Isabel? Como siempre con Petro, la culpa es de los demás
No halla el presidente a quién echarle la culpa de la debacle en la salud. Lo que pasó con Sura estaba advertido. “Estamos ante la destrucción del mayor avance social del país en su historia y es irreversible”, sentenció Acemi.
¿Qué estará opinando a María Isabel hoy miércoles 29 de mayo en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la gravísima noticia de que la reputada EPS Sura solicitó su retiro total del sistema de salud, aplastada por millonarias pérdidas financieras.
La última del Gobierno es que le echó la culpa a la familia Vargas Lleras de haber ocultado pérdidas en la Nueva EPS por cinco billones de pesos en 2023, y que eso dejó, dice Petro, sin pago a muchas clínicas y hospitales. A lo que el expresidente Germán Vargas respondió calificando este mensaje como miserable, y culpó a Petro y al Gobierno de ser los únicos responsables de los millones de pesos que han perdido las aseguradoras.
El Gobierno terminó apoderándose de la Nueva EPS, de Sanitas, de Compensar y ahora de Sura, dice Vargas, típica salida petrista, como siempre, aquí todo el mundo es culpable, menos Petro. En el mismo sentido, se pronunció Ana María Vesga, la presidenta de Acemi, que agrupa a varias EPS del régimen contributivo, y quien recordó que la crisis tiene origen en la insuficiencia de la UPC (Unidades por Capitación), que es la prima que reconoce la nación por el costo de atender a los pacientes de la EPS.
Y sentenció la directora de Acemi: “Estamos presenciando la destrucción del mayor avance social del país en toda su historia, que es irreversible”, y de ello dijo que el único responsable del correcto financiamiento del sistema de salud es el Gobierno nacional, pero no le cierra la puerta a una mesa de conversación de todos los actores para presentar una buena y nueva reforma de salud ante el Congreso.
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Y el alcalde de Medellín dijo que acabar con la salud de los colombianos raya en lo criminal. Lo que pasa es que para esa mesa que propone Acemi, prácticamente no va a quedar con quién conversar, porque a varias EPS no les interesa la propuesta del Gobierno de convertirse en gestoras, sencillamente entregarán a sus pacientes, entregarán sus chécheres a cambio de sus deudas y se irán.
Solo hago una pregunta de cierre, el grueso de la atención de la salud, porque así lo tiene diseñado el Gobierno, pasará a manos del Estado, ¿usted le confiaría la revisión de una muela, como sí lo hizo el ministro del Interior Luis Fernando Velasco, como quedó inmortalizado en una foto, o incluso una consulta por una gripa, al flamante médico que funge de ministro de Salud del actual gobierno? Pues lo felicito, si es así, es un valiente.
Lea la primera opinión de María Isabel Rueda de hoy miércoles 29 de mayo:
¿Qué opina María Isabel? El cierre de Sura
Queda en manos de la Superintendencia decidir si le acepta el retiro definitivo del sistema de salud, entregando ordenadamente a sus pacientes, o si la interviene y la obligan a funcionar a la fuerza. Con este anuncio se va cumpliendo el diabólico plan de Petro de estatizar la salud en Colombia.
¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 29 de mayo en SEMANA? Pues la opinión está francamente preocupada, y lo está porque el sistema de salud en Colombia queda muy, pero muy malherido luego de la solicitud de retiro gradual de la EPS Sura, una de las tres más grandes y mejores del país, del sistema de salud.
Porque como lo había anunciado desde julio del año pasado, simplemente no podía seguir brindando cobertura y servicios ilimitados con recursos limitados que este gobierno no quiso nunca equilibrar. Ayer esta reputada EPS reveló que perdió 360.000 millones de pesos entre 2022 y 2023, lo cual agotó el patrimonio de la entidad y que así no puede operar más, dice.
El sistema prácticamente ya agotó su capacidad de redistribuirse a los usuarios, en este caso cinco millones que atendía Sura, en las escasas EPS que quedan en pie, y que ya no tienen capacidad de absorción. Ahora el balón queda en manos de la Superintendencia de Salud, que tiene 65 días para tomar la decisión de si acepta el desmonte gradual y redistribuye a los actuales pacientes de la EPS Sura o si la interviene, como hizo con Sanitas, y la obliga a operar ahora bajo la batuta del Estado, lo que se ha prestado a discusiones, porque algunos lo equiparan a una especie de expropiación, que venía de un sistema excelente y que ahora quedaría totalmente en manos de un interventor del Estado, con las consecuencias que ya sabemos: que siempre termina en cierre.
Así se va cumpliendo diabólicamente el propósito de este gobierno de estatizar la salud de los colombianos, mientras los maestros son testigos de su propia tragedia y ahora el ministro de Salud sale a negar lo que dijo algunas semanas atrás, de que esa era la semilla de la transformación de la salud de 50 millones de colombianos.
Aunque con muy buena fe, Sura promete que se mantendrá en la prestación del servicio con toda normalidad mientras se produce una entrega coordinada y ordenada de pacientes, la realidad es que lo que va a suceder es que clínicas y hospitales vayan a ir rechazando el servicio a los pacientes de unas EPS sumidas en una profunda crisis financiera que no garantizan que los servicios que prestan les serán pagados, y así vamos.