Nación
¿Qué opina María Isabel? El presidente, de pelea hasta con el gerente cafetero
Ya le había pedido a la Federación que parara la elección de su gerente, hasta que no se posesionara el nuevo minHacienda, Ricardo Bonilla. Pero los cafeteros no le hicieron caso y por unanimidad eligieron al huilense Germán Bahamón, quien no le gusta al presidente, porque alguna vez trinó en su contra cuando Petro, como alcalde, hacía locuritas con la basura de Bogotá.
A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando hoy viernes 28 de abril en SEMANA María Isabel? Pues la opinión va por los lados de la Federación Nacional de Cafeteros, a la que el presidente Gustavo Petro le había ordenado parar el proceso de elección del nuevo gerente de la entidad, dándole tiempo a que el nuevo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, pudiera intervenir. Porque a Petro claramente no le gustaron ninguno de los tres nombres de la terna.
Él claramente buscaba que fuera integrada por alguien más cercano a su ideología, pero los cafeteros resolvieron desoír su solicitud y por unanimidad sus 15 comités eligieron al huilense Germán Bahamón Jaramillo, y expresó ante ese nombramiento el propio ministro Ocampo que se sentía tranquilo. Pero el presidente Petro protestó porque le encontró al nuevo gerente de la Federación unos trinos en los que criticaba fuertemente la actuación de Petro como alcalde cuando produjo la crisis sanitaria por sus cambios locos en la recolección de basuras.
La Federación Nacional de Cafeteros es una organización sui generis, porque de carácter privado, pero se nutre en parte con dineros públicos que manejan a través del Fondo Nacional del Café, a donde entran las contribuciones cafeteras que se pagan por cada libra de café exportado. Pero entre la Federación y el Gobierno existe un contrato que se renueva a cada rato, y que cede el manejo del Fondo Nacional del Café a la Federación Nacional Cafeteros, lo cual no le quita la Federación su carácter privado y su libertad para escoger al gerente que le venga en gana.
Aunque el comité está integrado o conformado por cuatro representantes del Gobierno: los ministros de Hacienda, de Agricultura, de Comercio y el director nacional de Planeación, que es el que elabora la terna de la cual elige su gerente el Congreso Nacional de Cafeteros. Y repito es que incluso el ministro, hasta hoy, Ocampo ―porque no se ha posicionado el doctor Bonilla―, expresó su satisfacción con la elección de Bahamón, prácticamente como su última actuación de ministro, antes de que el presidente Petro lo saque medio con portazo y lo reemplace por Ricardo Bonilla.
Lo más leído
Ahora solo falta que entre los requisitos para ser gerente o presidente de un gremio en Colombia se tenga que demostrar en la hoja de vida del aspirante que jamás ha dicho ni “mú” contra el presidente Petro, que nunca haya escrito un trino en el que le exprese una crítica a este sensible y muy ególatra mandatario. Es decir, el Twitter mata, mata por lo menos las aspiraciones de quien alguna vez en su vida lo haya utilizado contra Gustavo Petro. En represalia por la elección de Bahamón el presidente responde que las negociaciones de su gobierno con el gremio serán, pues no a través de su gerente, sino de sus organizaciones de bases regionales.
El gerente Bahamón, en un tono un poquito demasiado conciliador ―que aunque está bien que lo tenga, las cosas tienen su límite, sobre todo cuando tienen que ver con la libertad de expresión― pues ha explicado que ese tipo de tuits se escriben en unos momentos coyunturales de la vida, como si uno tuviera que pedir excusas por sus opiniones.
Palabras de Germán Alberto Bahamón (@GermanBahamon), gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros en el marco del 91 Congreso Nacional de Cafeteros Extraordinario. #ElecciónGerenteFNC
— Federación Nacional de Cafeteros (@FedeCafeteros) April 28, 2023
🔴 https://t.co/eVC8X8Ga2W pic.twitter.com/5uPXnae5kd
Pero lo que tampoco tiene lógica es que el actual presidente colombiano no pueda cumplir con sus funciones de gobernante si no es con gente que piense como él, y que jamás se haya atrevido a criticarlo, ¿será esa la democracia en versión Gustavo Petro Urrego?
Escuche aquí la otra opinión de María Isabel Rueda.
¿Qué opina María Isabel? El exorcismo de Petro ante la OEA
Ayer nos interrumpieron la programación para retransmitir el discurso del presidente, hace diez días, en la OEA, aunque el país necesite alocuciones mucho más frescas de su mandatario sobre lo que está pasando acá. ¿Por qué su interés en reiterar lo que dijo ante la OEA? ¿De pronto para exorcizar de su propio futuro el destino de Pedro Castillo en el Perú?
A las 6:10 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy viernes 28 de abril en SEMANA? Pues la noticia gira alrededor de la interrupción que anoche hizo el presidente Petro de la programación de televisión, pero no fue para transmitir una alocución presidencial que explicara, por ejemplo, los nuevos lineamientos de su gobierno luego de la abrupta remesón ministerial.
Alocución sí hubo, pero reencauchado del discurso del 19 de abril que hace diez días pronunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y en la cual terminó solicitando que sea rerredactada la Carta Democrática alrededor de la cual funciona el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. A pesar de que a estas alturas la intervención de Petro era vieja y a partir de entonces en Colombia vienen pasando cosas que sí ameritan explicaciones frescas del presidente.
Pues nos hizo un favor con ese reencauche a quienes tuvimos la paciencia de escuchar toda su intervención ante la OEA a ver si entendíamos más de lo que dijo en la Universidad de Stanford, porque por fin por lo menos captamos por qué de la terquedad con la que el presidente colombiano critica la salida del gobierno del expresidente peruano Pedro Castillo.
Petro recordó en la reunión que Castillo está preso sin que haya mediado un pronunciamiento judicial, hizo incluso salir el embajador del Perú ante la OEA, que quedó muy incómodo con esa declaración del presidente colombiano. No explicó Petro, sin embargo, en sus recuerdos que Castillo dio un autogolpe de Estado en su país de cuando disolvió el Congreso, que a su vez lo destituyó y lo mandó a detener para evitar que instaurar en su país un gobierno de excepción.
Petro sí recordó que a él también lo privaron de sus derechos políticos por una decisión de naturaleza administrativa de la Procuraduría que, según dijo, ocupaban ese entonces un procurador fachista que pasó por allá por la OEA como embajador, refiriéndose claro a Alejandro Ordóñez, pero lo clave de la propuesta del presidente Petro no solo con su mención del caso Castillo, sino con su propuesta a cambiar la reacción de la Carta Democrática es que deslizó una frase muy disidente y que de alguna manera anticipa algo que él no permitirá que le suceda.
¿Y qué fue lo que dijo Petro? Que como a Pedro Castillo lo habían destituido de su cargo violando lo que establece la Carta Democrática de la OEA, está claro que su redacción no alcanza hoy para evitar que los presidentes, porque sí, se puedan echar de sus cargos porque no tienen las mayorías en el Congreso aunque hayan sido elegidos popularmente por el pueblo en las urnas y que eso solo se evita con que se establezca que sea una sentencia judicial de carácter penal la única que pueda determinar retirar a un presidente de su cargo.
Es muy curioso que apenas diez días después esa sea exactamente su situación, porque fíjense que Gustavo Petro se quedó sin mayorías en el Congreso, ni siquiera le alcanzó el tarro de mermelada que destapó para convocarlas y hoy se recuesta en el pueblo que votó por las urnas y al que en las últimas horas ha intentado agitar para que apoyen las reformas del Gobierno.
¿Estarán entre las posibilidades remotas de Petro la de cerrar algún día el Congreso colombiano?, ¿temerá Petro, si es que esa situación extrema prospera, que termine él mismo destituido y preso como Pedro Castillo?
Y como Petro se la pasa echándole a todo el mundo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ayer lo hizo con el expresidente Gaviria por falta de garantías políticas, porque quiere aplicar la ley de bancadas. Pues ahora se entiende por qué Petro está insistiendo tanto en que la Carta Democrática sea redactada nuevamente y contenga claves para su subsistencia en el Gobierno.