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¿Qué opina María Isabel? Elenos, socios de “familias bien”
Así era la sociedad que le robó a Ecopetrol $ 360.000 millones, sacándole el petróleo al tubo Caño Limón- Coveñas. Los elenos, aliados con 17 empresarios, en un próspero negocio que duró años. ¿Será por haberse quedado sin esta entradita que ahora el ELN está exigiendo plata para que alimenten, vistan, curen y consientan a sus tropas mientras están bajo el cese al fuego bilateral?
A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy jueves 27 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la noticia de que hace rato nos venían robando el petróleo del tubo, no solo el ELN, lo cual es noticia vieja, sino que ahora resultó que el grupo guerrillero estaba aliado con familias bien, como las llama el presidente Gustavo Petro, para sustraer el petróleo del oleoducto Caño Limón, Coveñas, venderlo en el exterior y hasta mezclarlo en operaciones legales y regresarlo a Colombia en complicidad con la venezolana PDVESA para vendernos nuestro propio petróleo.
Son cinco las compañías cuyos robos al tubo se calcula que le pudieron haber costado a Ecopetrol más de 360.000 millones de pesos. Es inexplicable cómo nadie al interior de la compañía, o alguien que pudo haber sido cómplice, no investigaba por qué bajaba por momentos la presión del oleoducto. Eso normalmente sucede cuando el ELN vuela un tramo del tubo, pero ahora el robo explica también que estaba sucediendo esa disminución de la presión cuando estaba pasando y nadie al interior de la empresa se ‘mosqueó'.
Pero hay que reconocer, sin embargo, que cuando esta noticia se destapa, ya está adelantada buena parte de la investigación por parte de la Dijín, la Uiaf, la Fiscalía y la inteligencia de la Armada. Y no solo ya se había diagnosticado el delito, lo que estamos acostumbrados los colombianos, sino que estaban identificados sus autores y tomadas las medidas cautelares, como incautación de bienes, carros, barcos, lotes, casas de recreo y edificios en Cartagena por valor de 1.3 billones de pesos.
Algo inusual en Colombia, donde lo normal es que nos cuenten que ocurrió el delito, que aparezcan pruebas y todo, y no pase absolutamente nada. Para la muestra, un botón, ¿qué ha pasado acaso con Nicolás Petro? Pues absolutamente nada.
Aquí, además, ha habido por parte de las autoridades, y como para que no queden dudas, interceptaciones telefónicas, fotografías satelitales y otros métodos probatorios que comprometen a 17 empresarios colombianos con el robo de ese petróleo.
Lo que resulta increíble es lo que denuncia la propia senadora Paloma Valencia: que, descubierto uno de los delitos que comete el ELN para financiarse, y al haberse quedado sin esta entradita, sin esta fuente de financiación, ahora el ELN, socio mayoritario del saqueo a Ecopetrol, está pidiendo que el Gobierno pase la totuma por la comunidad internacional pidiendo plática para que los alimenten, los visitan, les cuiden la salud y les garanticen una vida sabrosa, mientras se ponen en estatus de cese al fuego bilateral, bajo el cual se les garantiza que el Ejército los va a dejar tranquilos, no los va a molestar, no los va a perseguir por lo menos durante seis meses.
Total, no nos debería extrañar que este robo continuado de varios años al petróleo de Ecopetrol y que se considera una de las peores ollas podridas del herario público, uno de los peores robos al Estado colombiano, conduzca a que terminemos ofreciéndole a los elenos platica para que no se roben más petróleo del tubo. Ya completaríamos platica para no matar, platica para sembrar y platica para no robarse el petróleo.
Lea la segunda opinión de María Isabel de hoy jueves 27 de julio:
¿Qué opina María Isabel? Paz total: ¿impunidad total?
Con la autoridad que le da haber sido su víctima, Ingrid Betancourt reconoce que si la paz anterior firmada por Juan Manuel Santos tuvo falencias que hoy son boquetes, como una JEP ideologizada, la ‘paz total’ de Petro va camino a ser sinónimo de impunidad total.
A las 6:10 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy jueves 27 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a las declaraciones de Ingrid Betancourt al periódico El Tiempo en torno a su visión de la ‘paz total’, pero arranca en su análisis desde el proceso del gobierno de Juan Manuel Santos con las Farc, tema en el que ella como víctima tiene toda autoridad. Y, ¿qué dice ella?
La prueba es alias Gafas, que de ser liberado por la JEP continuo delinquiendo y ahora es designado por el Gobierno como vocero de la disidencia de Iván Mordisco. Dice Ingrid que las medidas tomadas en torno a los propósitos de la ‘paz total’ tienen disparados los índices de violencia, secuestro, criminalidad y asesinatos.
También dice que el proceso de paz anterior, a pesar de que ella reconoce que era más estructurado que este y con garantías para las víctimas, tuvo unas falencias que hoy están convertidas en enormes boquetes. Antes, había prevenciones sobre la impunidad, por el hecho de que la JEP pudiera establecer condenas muy livianas contra los comandantes de las Farc y su secretariado.
Hoy tenemos son certezas, porque lo que ha habido es ni una sola condena contra el Secretariado por parte de la JEP, permeada esta por ideología, entendiéndose o evidenciándose un tratamiento distinto con los miembros de las Fuerzas Militares que han sido involucrados en crímenes de guerra y lesa humanidad.
Remata con esta sentencia: “El proceso de paz total propuesto por Gustavo Petro acrecienta estas falencias y termina siendo un proceso de impunidad total”. No le falta razón a Ingrid. Su propio carcelero, el reincidente alias Gafas, ahora es vocero de Iván Mordisco y hoy hay que llamarlo cariñosamente Gafitas. Es decir, paz total, sinónimo de impunidad total.