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¿Qué opina María Isabel? ¿En este Gobierno, todo en familia?
El Estado, bajo el gobierno del cambio, se ha mostrado inusitadamente generoso con sus funcionarios. Son varios los casos en los que ambos cónyuges, o hasta madres e hijos, trabajan felices en cargos oficiales o han sido beneficiarios de jugosos contratos. Un caso muy polémico es el del esposo holandés de la ministra Irene Vélez, que recibe 10 millones de pesos mensuales dizque para que lidere una “estrategia de comunicaciones sobre sustitución de cultivos”. Pero por un error, dice ella, “de digitación”, figura como soltera en la última declaración sobre conflicto de intereses, a la que están obligados los funcionarios públicos.
¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 12 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la gran confraternidad, a esa gran familia que es el Gobierno Petro, donde con frecuencia se ve el caso de parejas, marido y mujer, o marido y marido, ambos trabajando en cargos o contratos oficiales sin que a nadie le parezca que eso deja una sensación de nepotismo y de aprovechamiento indebido e impúdico del Estado.
Son muchísimos los casos, pero el más reciente es el de la polémica ministra de Minas, Irene Vélez, cuyo esposo holandés, un cineasta, resultó favorecido con su contratico en el fondo Colombia en Paz, que como parece, da para todo. En este caso, su función es dizque liderar una estrategia de comunicaciones sobre sustitución de cultivos en Colombia, a razón de la nada despreciable suma de 10 millones 730 mil pesos mensuales.
El asunto se agrava además porque la condición de esposo el señor holandés de la ministra de Minas aparece y desaparece, según sea el caso de las declaraciones de bienes y conflictos de interés que deben presentar los funcionarios públicos. Según la ministra Vélez, las apariciones y desapariciones de esa condición de esposo de su esposo, al punto de llegar a decir que en una de esas declaraciones que ella es soltera, se debió a un problema de digitación.
La ministra dice, además, que las familias tienen derecho a trabajar, como cualquier familia en Colombia para sostener a sus hijos y atender los gastos familiares. El problema es que se haga todo por cuenta del Estado y que, de ninguna manera, dice a la ministra, figurar como soltera tenía por objeto cometer una falsedad en su declaración de conflicto de intereses.
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Una coincidencia parecida en materia de familias instaladas en este Gobierno en cargos o por contratos están el director del Dapre y y su esposa, la ministra de Trabajo y sus dos hijos, el ministro de Hacienda y su esposa, y hasta el ministro de Salud y la suya, y el esposo del actual presidente de Ecopetrol.
Como digo, familias muy trabajadoras y en conjunto la gran familia del gobierno del cambio, que está mostrando precisamente esa característica: que en este Gobierno todo queda en familia.
Lea la primera opinión de María Isabel Rueda de hoy miércoles 12 de julio:
¿Qué opina María Isabel? Medición de cultivos de coca en Colombia: ¿se rinde Estados Unidos?
Esa es una de las muchas teorías para explicar por qué ese país no seguirá haciendo su medición anual de cultivos de coca en Colombia. Que se cansó. Hasta el despistado ministro de Defensa parece darle la razón, cuando en un claro jalón de orejas al Ejército, refiriéndose a las incautaciones de cocaína, dice: “estamos graves”.
A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 12 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la renuncia de Estados Unidos a seguir haciendo su medición anual sobre cultivos de coca en Colombia, monitoreo que realiza desde hace 20 años.
Según la congresista republicana de los Estados Unidos, María Elvira Salazar, es un regalito, un favorcito del Gobierno Biden al Gobierno Petro, su aliado ideológico, esa es una teoría, pero hay otras teorías. Por ejemplo, que esta medición resultaba redundante con la misma medición, pero que con resultados distintos hace también anualmente las Naciones Unidas. O es otra teoría, porque Estados Unidos ante la avalancha de cultivos de coca se cansó, es que el monitoreo no es barato y no es fácil en países con tanta extensión de cultivos como Colombia y tan geográficamente accidentados.
Y aunque el director de la Policía dice que esto no afecta para nada al país, pues esta segunda teoría nada tiene de improbable, si es que hasta el propio despistado ministro de Defensa, Iván Velázquez reconoce que estamos graves en un acto de sinceridad derrotista, pero también como un claro jalón de orejas al Ejército, refiriéndose a los pobres resultados en erradicación que ha bajado en un 87 %, y en incautaciones, y no le falta razón, porque las cifras son vergonzosas.
Según él mismo lo reporta, la Séptima División del Ejército, solo en tres departamentos, lleva tonelada y media incautada, cuando la meta nacional de este año es la bobadita de 834 toneladas que vamos a incautar. Pero ese es un dolor de cabeza pequeño para el ministro de Defensa al lado de la inseguridad que está viviendo el país, al punto de que el presidente de la Sociedad Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, afirma que Colombia enfrenta el reto de su seguridad alimentaria por cuenta de extorsiones y secuestros que han vuelto arreciar en el país.
Para no hablar de las 8.000 personas amenazadas con una hambruna en el Chocó desde Istmina hasta Sipí, por cuenta del paro armado del ELN que ha impuesto un confinamiento sobre la población, como lo venía haciendo, también el ELN en sus enfrentamientos con el Clan del Golfo. No sólo hay secuestros y extorsiones, también carnetización de campesinos, retenes ilegales y el Ejército nada o muy poquito.
Ahora que se pellizca, el ministro de Defensa reconoce que las Fuerzas Militares requieren un reposicionamiento, como llama él, para recuperar el territorio del país, pero escasamente donde no haya presencia de estructuras criminales con las que no hay pactado un cese al fuego. Y las cifras son abrumadoras, en lugares como Barrancabermeja el homicidio se incrementó en 100 %, en Sincelejo en un 97 %. En el país las masacres han crecido un 61 % desde que Petro se posicionó, y el secuestro en un 162 %. Solamente entre enero y junio han sido asesinados 83 líderes sociales.
En todo caso, la decisión de Estados Unidos de la de parar las mediciones de los cultivos de coca no es tan inofensiva como la pinta el director de la Policía, pues ha sido el principal punto de referencia para medir el éxito o fracaso de esta lucha, que además financian en buena parte los Estados Unidos. ¿Se acabará la financiación si ya no habrá medición?
Pero hay una última teoría: que es tal el problema del fentanilo en los Estados Unidos, conocida como la bomba zombie, opioide sintético casi 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina, está matando a miles de personas diariamente por sobredosis en Estados Unidos, y con esa preocupación muy grande en la mira, el Gobierno norteamericano puede que esté viendo ya la cocaína casi como una caricia.