NACIÓN
¿Qué opina María Isabel? Gestores de paz: ¿indultos disfrazados?
Gran controversia abre el nombramiento de Salvatore Mancuso como gestor de paz. El presidente lo hizo por twitter, aún no hay decreto que justifique sus funciones; y no es claro si con ello Mancuso recuperará su libertad, una vez regrese al país, en contravía de la orden de la Corte Suprema. ¿Habrá inventado Petro un mecanismo de indultos disfrazados?
A las 6:13 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy viernes 21 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno de la enorme controversia que abre el Gobierno con el nombramiento vía Twitter de Salvatore Mancuso como gestor de paz. Hasta ahora no hay decreto que nos explique las razones, pero es tan exótica la figura que, si Mancuso queda libre, tendría que interactuar con el laureado luchador contra la parapolítica, el exmagistrado auxiliar y hoy ministro de Defensa Iván Velázquez, hombro a hombro y quien dedicó gran parte de sus esfuerzos a perseguir los nexos del nuevo inflamante gestor de paz con la política.
Petro a lo mejor fue que se cansó de que en la JEP rechazaran a Mancuso por no quedar satisfechos sus magistrados por la falta de pruebas de las versiones que allá ha llevado el personaje y ahora pretende, pues, que la verdad que quiere oír Petro se la cuente a él sin que tenga quien la refute.
Encima de todo están las víctimas que quedan perplejas con este premio del gobierno Mancuso, pero es que a través de la figura de gestor de paz, el presidente se ha inventado prácticamente una nueva instancia judicial, una en la cual los premiados ‘a dedo’ tienen la posibilidad de quedar libres y no está claro a cambio de qué, como sucedió con alias Violeta, la que puso la bomba en el Centro Andino que dejó muertos y heridos.
Hoy Mancuso continúa en Estados Unidos donde ya pagó su condena por narcotráfico, pero en Colombia se supone que a su regreso tendrá que pagar por delitos como 140 masacres y la expansión del paramilitarismo en cuatro o cinco departamentos, desplazamientos y desapariciones.
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Quién sabe si la posible libertad como gestor de paz de Mancuso se estrelle con la decisión de la Corte de que, una vez regrese al país, Mancuso deberá continuar detenido por delitos que cometió después de su desmovilización, y ¿por qué le negaría el levantamiento de la orden de captura la Fiscalía a miembros del Clan del Golfo por no integrar grupos de carácter político, pero sí se la levantaría Mancuso porque el Gobierno lo quiere como gestor de paz?
¿Será que el nombramiento de Mancuso se va a quedar en el Twitter presidencial, porque a esto le falta un respaldo legal? ¿O será que Petro se contradice con la que fue la su lucha en el Congreso contra el paramilitarismo que adelantó de manera tan valiente por durante varios años?
Pero lo que parece es que los crímenes de Mancuso podrían quedar en la impunidad, sí, pues se prospera su nombramiento como gestor de paz. El presidente Petro abusando de esa figura de gestor de paz está abriendo el camino en Colombia a los indultos disfrazados.
Escuche la segunda opinión de María Isabel Rueda de hoy lunes 24 de julio:
¿Qué opina María Isabel? Congreso con heridas abiertas
Mientras el Gobierno insiste en echarse como enemigo al nuevo presidente del Congreso, la que parecía una posible coalición entre liberales y Cambio Radical, arde en llamas. Y entre todos se intercambian hirientes vainazos que ya dejan heridas prácticamente incurables.
A las 6:30 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy lunes 24 de julio en SEMANA?, pues la opinión gira en torno a la forma como el Gobierno, a través de suministro del interior de Fernando Velasco, está empeñado en exhibir la que ha sido considerada por algunos sectores como estruendosa derrota con la elección del presidente al Senado a quien ya graduaron de enemigo y que no tendrían necesariamente que haber sido así.
El elegido, el senador Name, pertenece al Partido Verde, que integra la coalición del Gobierno. No es que sea un enemigo frontal que plop, cayó de un árbol en el recinto parlamentario con la misión de tirarse todas las reformas del Gobierno; lo que pasa es que Name sí fue elegido con algunos votos de independientes y de la oposición, que lo prefirieron a él que a Angélica Lozano, a cuya opción el Gobierno, escasamente, se sumó la noche anterior porque hasta última hora insistió en Inti Asprilla a quien en su propio partido, el verde, no apoyó.
En cambio, Angélica Lozano recibió 11 de 13 votos de los verdes. Semejante desgano por la Angélica Lozano es lo que podría explicar los cuatro votos que a ella le arrebataron el triunfo. Porque en fuentes políticas se rumora que nada menos que un ministro con agenda propia fue el que más apoyó la opción de Name, que además recibió el voto de un senador de Benedetti, de otro senador de Carlos Romero y de otros senadores del alcalde Daniel Quintero y posiblemente el voto del propio Inti Aspilla.
La otra equivocación del Gobierno, a través del ministro Velasco, es haber iniciado un duelo de ‘vainazos’ con Name, lo señaló de haber sido elegido por partidos tradicionales, por lo que el nuevo presidente del Congreso, ni corto ni perezoso, le respondió a Velasco que él era un político tradicional-fracasado. Así, díganme, ¿cómo puede cultivarse una bella amistad entre el Gobierno y el presidente Name? Pero hay otra pelea que no parece que tendrá solución: la del expresidente César Gaviria con el exvicepresidente Germán Vargas.
Todo por cuenta de que el primero tenía candidato a la Cámara, el congresista Peinado, que no ganó y que Vargas no apoyaba. Aquí, también se han intercambiado punzantes mensajes que han dejado grandes heridas abiertas. De una coalición política que se divisaba en el horizonte, entre el liberalismo y Cambio Radical, pues hemos pasado a que Gaviria resolvió que lo que procede no es lo que dice Vargas.
Como es oponerse a todos los proyectos de Petro y que ese sea un buen camino. Sino más bien, dice Gaviria, que es un mejor camino proponer ideas que resuelvan los problemas. Y eso fue respondido por Vargas en un duro Twitter sugiriendo que el expresidente solo está interesado en puestos. Y ¿quién gana con esta pelea?
Pues el Gobierno. Luego, los resultados, tanto los directos como los colaterales de la instalación de la nueva legislatura, tampoco es que fueran catastróficos para el Gobierno; a no ser que este sigan insistiendo en que sí lo fueron, alimentando la versión de que el ministro Velasco fue fuertemente amonestado en el Palacio después de la elección de las heridas abiertas.