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¿Qué opina María Isabel? Iván Velásquez, ¿el minDefensa que necesita Petro?
Pues esa es la disyuntiva. Si el Presidente puede sostener a un ministro tan inepto en su cargo, o si le conviene mantenerlo, precisamente por eso. Las razones le apuntan más a lo segundo que a lo primero.
A las 6 en punto de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy viernes 16 de junio en SEMANA? La opinión gira en torno a dos preguntas. La primera, ¿cuánto más podrá sostener en su cargo el presidente Gustavo a su absolutamente incompetente ministro de Defensa Iván Velázquez? Y la segunda, ¿será que lo que le conviene dada tal característica del ministro es más bien sostenerlo?
Creo que la segunda pregunta le cabe más pertinencia que la primera, porque como ministros de defensas competentes los necesitan son los gobiernos que no están interesados en guardar su fuerza pública en los cuarteles, porque saben que los acuerdos de paz se ganan a punta de zanahoria y garrote, y sobre todo el control del territorio nacional no se puede abandonar en bien de la mayoría de la sociedad civil. Nunca, nunca se puede abandonar.
Pues bien, respondamos entonces más bien a la segunda pregunta, con una respuesta. Sí, al presidente le conviene que Iván Velázquez siga siendo el ministro de Defensa de este gobierno en momentos en que sus devaneos con la llamada ‘paz total’ implican unas confusas órdenes para soldados y policías, mientras disidencias y ELN suplantan al estado y entregan a la población carreteras y puentes como sucedió en Tibú en plena campaña proselitista y la absoluta falta de presencia de la autoridad.
Y le conviene además en medio del escándalo de los supuestos 3.000 millones en casa de Laura Sarabia, le conviene un ministro que una semana antes de que se conozca la posición oficial de Medicina Legal, se atreviera a casarse con la teoría de que la trágica muerte del coronel Óscar Dávila era un suicidio.
Lo más probable es que el fiscal, a cuya entidad que dirige está adscrita Medicina Legal, termine confirmando en las próximas horas el suicidio, lo cual de ninguna manera he insistido le quita gravedad al hecho de que el “nanny-gate” o escándalo de la niñera Marelbys Meza ya lleva un muerto.
Y le conviene además a Petro que Velázquez sea su ministro de Defensa, porque nada hemos oído y probablemente tampoco iremos del dinero que apareció para pagarle al coronel Dávila su defensa y que apareció proveniente del coronel Ferias de la intimidad del círculo de seguridad de Casa de Nariño del presidente Petro.
Si es verdad que el coronel Dávila sí intervino en el polígrafo y en las chuzadas, ¿cómo es posible que sea su inmediato superior el que le proporcione el dinero de su defensa de los honorarios del abogado y le señale al profesional, o sea, al abogado del régimen, el abogado del presidente Petro como no, como la persona que necesariamente debe contratar? Eso es incomprensible.
Conclusión: una pregunta oportuna nunca sobra, aunque finalmente sea un ministro de Defensa tan incompetente que en sus narices se le caiga su viceministro por la compra, o posibles sobrecostos de en billonario contrato de 58 vehículos de guerra canadienses firmado, clásicamente, como ocurren estos desfalcos un 29 de diciembre. Conclusión de conclusiones: al presidente Petro le conviene que Iván Velázquez se quede en su cargo cuanto pueda.
Escuche la otra opinión de María Isabel Rueda de hoy viernes 16 de junio:
¿Qué opina María Isabel? La hora del fiscal Barbosa
Se espera que en pocas horas, el fiscal Francisco Barbosa confirme un suicidio en el caso del coronel Dávila, lo cual, de ninguna manera, le abre novedad al asunto. Y que con todo, respecto a este escándalo, salga en defensa de la institucionalidad. Por esto es la hora del fiscal. Es la hora de que se luzca con una investigación oportuna y certera. El país espera su dictamen. Fiscal, aproveche su hora, porque le llegó.
¿Qué estará opinando María Isabel hoy viernes 16 de junio en SEMANA? La opinión gira en torno a la oportunidad de oro que se le presenta al fiscal general Francisco Barbosa de ordenar este escándalo de dineros que rondan al Gobierno Petro.
Es que incluso antes de que llegara a él a la presidencia, apareció en un video contando dinero de una bolsa negra. Esta provenía de un donante, del que solo sabemos que durante la Alcaldía de Petro, era el que tapaba los huecos con una máquina chimba, y que un día supuestamente se radicó en Suiza y allí se esfumó sin que llegáramos a saber ni el origen del efectivo ni la cifra exacta.
En las próximas horas es muy probable que escuchemos al fiscal. Se espera que haga un llamado a defender la institucionalidad, es decir, que no arranque la investigación rompiendo la vajilla, faltaba más. También es bastante probable que confirme que en el caso Dávila hubo un suicidio. Lo cual, desde luego y vuelvo y lo repito una y otra vez, no le resta gravedad a tan penoso episodio que viene bañado, además, en millones de pesos en efectivo.
Pero definitivamente, arranca la hora del fiscal, seguimos esperando resultados sobre la investigación a los dineros de Nicolás Pedro de dudosa procedencia, que sin duda tendrán vasos comunicantes con los dineros perdidos en la casa de Laura Sarabia. Pero son tantos los cabos sueltos de todo este episodio que ha llegado el momento preciso para el que el fiscal Barbosa colocado en modo laboral 7/24 ―que es un término que a mí personalmente me parece detestable pero hay que usarlo― para que el fiscal trabaje de sol a sol y nos deje aclarada esta situación que lo único que produce es precisamente desestabilización institucional.
Fiscal, es su hora, sorpréndanos con una investigación impecable y, sobre todo, oportuna. El país no aguanta tanta especulación sobre millonaria sumas en efectivo que se pierden, que aparecen, que se refunden, que conducen, además, a procedimientos investigativos ilegales como sucedió en este caso de la niñera. Y que ahora un testigo desconocido, según la revista SEMANA, achaca el propio presidente Pedro como propietario o como destinatario, no sabemos.
Fiscal, fájese, lúzcase, porque el cuidado de la institucionalidad ha quedado por circunstancias del destino en sus manos. Mientras desde su paseo en Alemania, adonde como es usual que viaje a hablar de la salvación del planeta, el presidente Petro niegue rotundamente cualquier vínculo con maletas en casa de su exfuncionaria Laura Sarabia. Y menos con exorbitante sumas como las de la de los 3.000 millones, que ahora nos brinca al escenario para que usted señor fiscal Francisco Barbosa encuentre, por favor, la verdad.