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¿Qué opina María Isabel? La salud de Petro
Varios congresistas, preocupados con sus frecuentes desapariciones están pidiendo que al mandatario le hagan una evaluación médica. El presidente se defiende diciendo que como no fue a la asamblea de la Andi porque le tenían preparada una “grosera encerrona”, ahora quieren confundir su ausencia con problemas de salud. Pero también salió el ministro del Interior a aclarar que el presidente “no está loco” y que, por el contrario, no solo está gobernando, sino que lo hace “con mucho amor”.
A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel, hoy miércoles 23 de agosto, en SEMANA? Pues, la opinión gira en torno a la polémica que ya no daba espera por las frecuentes desapariciones del presidente Petro de importantes eventos públicos y hasta de la vigilancia de su propia seguridad.
Varios congresistas están proponiendo preocupados, que se le practiquen exámenes médicos al Presidente para que se evalúe su estado real de salud y ya respondió el presidente mediante el inevitable Twitter, advierte que quieren confundir el que no vaya a un evento con que tiene supuestas enfermedades y le adjudicó su ausencia de la Asamblea de la Andi, el gremio que precisamente asocia a industriales y comerciantes, en momentos en que enfrentan un triste crecimiento de la economía colombiana del 0,3 %, a que le querían hacer en ese foro una grosera encerrona.
Pero ni explicó en qué consistía la tal grosera encerrona, ni explicó tampoco porque no acudió esa misma mañana a un diálogo social con su base en Cartagena. Pero en apoyo del presidente salió el ministro Velasco, negando una cosa de lo que nadie lo ha acusado, y no sé dónde se la saca el ministro Velasco que el presidente no está loco, lo cual pueden estar pensando algunos. Sí, pero en realidad la petición de los congresistas sobre el estado de salud del presidente, jamás se ha mencionado que Petro puede estar loco.
Por el contrario, dice el ministro del Interior que el presidente está gobernando y añade que lo hace con un profundo amor por el país, lo del amor, no lo pueden evaluar los médicos, pero si podemos medirlo por el nivel de camorrería que mantiene Petro con sus contradictores.
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Lo de loco, pues no es sino ir entonces al auditorio del Gimnasio Moderno a escuchar la magnífica e hilarante stand up del talentosísimo periodista Daniel Samper Ospina que llamó ‘Circombia’, que realmente lo hace a uno llorar de la risa ―cosa que en este momento en el país pasa poco―, tenemos pocas oportunidades para para ese placer de reírnos, el auditorio repleto; vayan, se los recomiendo, no se la pierdan.
Precisamente en su presentación, Daniel transmite varios monólogos o soliloquios de Petro, como los llamó el exministro Alejandro Gaviria; porque si algo le gusta a este presidente más que lo escuchen es escucharse. Pues en uno de esos soliloquios, por llamarlo de alguna manera, insólito, el presidente plantea que Colombia debe hacer viajes espaciales pasando la zona azul y adentrándose en las zonas oscuras del universo.
Lo estoy simplificando, claro, porque es larguísimo el soliloquio y sorprendente el plan del presidente Petro para que Colombia juegue de astronauta; en esos soliloquios puede estar la clave del término utilizado por el ministro del Interior para defender al presidente afirmando que no es que esté loco y que está gobernando con mucho amor.
Quien quita, a lo mejor Colombia alista un cohete y se adentre en dimensiones espaciales desconocidas, uno nunca sabe, pero un consejo para el presidente con el objeto de que se evite tanta polémica sobre su salud. Sea puntual, no se desaparezca y si es verdad que le tienen planeado una encerrona, pues se enfréntela en lugar de huir. Porque lo que usted llama encerrona, pudo haber sido preguntas difíciles de los empresarios sobre el 0,3 % de crecimiento económico escaso que un presidente pues debe estar presto a responder loco o cuerdo.
Lea la segunda de opinión de María Isabel, hoy 23 de agosto:
¿Qué opina María Isabel? Plan diabólico contra EPS
Una muerte anunciada. Lo había advertido la exministra Corcho: que iban a colapsar las EPS y que por eso había que estatizar la salud. Y como no les pagan, tres de ellas ya advirtieron que sus problemas financieros las obligarían a dejar de funcionar en septiembre. 13 millones de usuarios quedarían en el aire. Así, se está abriendo camino, a la fuerza y bajo un plan diabólico, la reforma a la salud del Gobierno.
A las 6:10 minutos de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy miércoles 23 de agosto, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a las advertencias de EPS tan serias como Sanitas, Compensar y Sura, que viene a ser como la historia de una muerte anunciada, en la cual, el que aplicó la eutanasia, fue el propio Gobierno.
Ha sido un proceso diabólico. La exministra Corcho advirtió que el sistema no funcionaba y que por eso había que sacar de operación a las EPS que tuvieran inversión privada. Luego dijo que sí las dejaría operando, pero casi de adorno, entonces, la muerte por inanición era inminente. Y llegó el día en que las tres EPS mencionadas anuncian que, tal y como está su situación financiera, que calificaron como angustiosa, dejarán de funcionar ─o dejarían de hacerlo─ a partir de septiembre.
Y que 13 millones de usuarios que se verían afectados con este cierre y a 34.000 empleados sin trabajo, que junto con sus familias, suman 136,000 personas que quedarían en el aire.
¿Concretamente, cuál es el problema? El primero, que los recursos asignados en el Presupuesto General de la Nación no alcanzan a cubrir las necesidades generales del sistema; y el segundo, que la Unidad de Pago por Capitación o UPC, que es la plata que da el gobierno por cada usuario o cada paciente, es insuficiente para atender el plan de beneficios de salud. Y un problema adicional, el Adres, que la reforma del Gobierno piensa convertir en el único manejador de los recursos de la salud en Colombia, no les está pagando a las EPS.
El Gobierno niega rotundamente que ello sea verdad; dice que el sistema de salud está financiado hasta finales del año y que, por el contrario, este año el sector salud recibió un aumento del 25 % en el presupuesto.
Según el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, hay críticas porque no les está funcionando el negocio, pero, eso sí, no hablan de sus ganancias en 2020 y 2021. El doctor Jaramillo lo llamó una tormenta en un vaso de agua, pero 13 millones de colombianos sin atención médica no es una tormenta en un vaso de agua, es una catástrofe.
Y culpó al gobierno Duque de ser el que les está debiendo plata a las EPS desde el Covid. El gremio de la EPS, Acemi, advierte que la grave situación merece ser atendida con urgencia.
Pero decía que la estrategia del Gobierno ha sido diabólica, porque, evidentemente, se puso en práctica desde el primer día, para poder abrirle camino a la terca reforma estatizante de la salud que quiere imponer Petro, pues el Gobierno no está haciendo los pagos derivados de cuentas que tienen la EPS, dejando crecer las viejas deudas y creando unas nuevas. Así, el vaticinio de la exministra Corcho de que este sistema no funciona y que, más temprano que tarde, se va a reventar, está perfectamente diseñado para que se reviente.