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¿Qué opina María Isabel? Lo más preocupante de las marchas del 1 de mayo
Los analistas coinciden: preocupa en extremo el anuncio de que Petro implantará una represión financiera y que toda marcha que él no apoye es de colombianos en pro de la muerte, con lo que cada día desnuda más su intolerancia democrática.
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¿Qué estará opinando María Isabel hoy jueves 2 de mayo en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a dos de los temas planteados ayer por Petro que más preocupaciones sembraron en el ambiente. El primero, el anuncio de que presentará una ley de inversión forzosa, léase represión financiera, como dice Jorge Restrepo, director del Cerac.
Con ello pretende Petro asignar selectivamente el destino de los ahorros del público, así no produzcan rendimientos, pero sí califiquen y satisfagan las necesidades de este Estado extremadamente asistencialista. Lo irónico es que este Día del Trabajo, en el que Petro se recostó –para variar– como presidente, comportándose como un activista en el Día Internacional del Trabajo, se dio, pero contra eso los sindicatos no protestaron.
El mismo día en que el Dane anunció una caída del empleo formal del 11,3 % solamente en marzo; es decir, fue un Día Internacional del Trabajo en que lo único que había para celebrar era que hoy en Colombia menos gente está trabajando, ¡qué paradoja! En vísperas de que la ministra del Trabajo, con su cajita de chicles, presentará ante el Congreso un proyecto de reforma laboral que encarece el empleo formal y nada hace para aumentarlo y disminuir el desempleo.
Lo segundo del discurso de Petro fue, más que una propuesta o un anuncio, el comentario de que la marcha del 21 fue la marcha de la muerte. Aumentando con ese comentario, como dice en su columna del El Tiempo Pedro Medellín, que es una expresión de inaceptable intolerancia y de una peligrosa muestra de propensión antidemocrática contra la gente que no está de acuerdo con él.
Lo único bueno de las intervenciones presidenciales del día de ayer es que podemos descubrir, cada día con mayor claridad, cómo Petro es más Petro.
Lea la primera opinión de María Isabel Rueda de hoy jueves 2 de mayo:
¿Qué opina María Isabel? Petro, cada día más Petro
Por lo menos, eso nos permitió ver el papel que cumplió el mandatario el día de ayer, cuando, más activista que presidente, pronunció un discurso polarizante en extremo y más apologético que nunca de la lucha de clases. Las marchas salieron mejor de lo esperado, pero carecieron del elemento de frescura de las marchas del 21: la espontaneidad.
¿Qué estará opinando María Isabel, hoy jueves 2 de mayo, en SEMANA? Pues la opinión, ¿cómo no?, va directo a las marchas petristas de ayer, porque la noticia es que él también logró llenar la Plaza de Bolívar. Y lo iba a hacer, porque se lo había propuesto.
Así fuera trayendo camionadas de indígenas recogidos en todo el país, montándose en el Día Internacional del Trabajo, convocando a funcionarios públicos y también convocando con pasión a sus principales adeptos, entre los cuales llamó la atención que había mucha gente joven –hay que decirlo–, en contraste con la marcha del 21, que, en términos reales, fue más abundante que la de ayer, donde, con excepción de Barranquilla y Cali, no se dieron las afluencias de manifestantes del 21.
En conclusión, la marcha petrista resultó mejor de lo esperado, pero no mejor que la del 21, definitivamente, y sí mejor que otros Días Internacionales del Trabajo, donde no se veía tanta noticia relacionada con la marcha, con el sindicalismo dividido, por cierto, por la conveniencia de que el presidente adquiriera mayor relevancia que el mensaje de los trabajadores en su día y de eso no hay duda, logró inflar, a como dio lugar, la marcha.
En términos de noticias fue uno de los más notables Días del Trabajo. Petro pronunció un discurso incendiario, extremadamente polarizante, lleno de barbaridades, como acusar al expresidente Julio César Turbay de haber sido un capo del narcotráfico, afirmación que es una comprobada mentira y que a Petro le resulta inadecuado e indecoroso por tratarse de uno de sus antecesores.
También, pues obviamente se refirió a Uribe en términos de asesino y de paramilitar. Reiteró que no se va a dejar matar ni se va a dejar tumbar. Insistió en su constituyente del pueblo, que ni el pueblo ha entendido aún cuál será su papel. Pero al mandatario le sirve para alimentar sus discursos.
Y la noticia bomba fue el rompimiento de relaciones diplomáticas con Israel, montándose Petro también en la ola de protestas muy fuerte que vienen dándose en cadena en importantes universidades de Estados Unidos contra la guerra en Gaza y que condujo a la Policía, incluso algo que no se les pasaría por la mente en Colombia, por ejemplo con la Universidad Nacional.
Meterse a la tradicional y renombrada Universidad de Columbia para desbaratar los campamentos estudiantiles ya instalados para ponerle sede oficial a sus protestas. Paréntesis, en la versión gringa de ‘estudien vagos’ que fue esta y que hiciera famosa en Colombia la senadora María Fernanda Cabal, el vocero de la Cámara, Mike Johnson, ha salido a regañar en diversas oportunidades a la rectora de Columbia.
Porque la situación no la domina, se le ha salido de las manos, hasta el punto de que tuvo que meter policía en el día de ayer, y a los estudiantes regañándolos por estar lo que dice “malgastando la plata de sus padres” y los llama a volver al pensum universitario con normalidad. ‘Estudien vagos’.
Volviendo a la marcha de Petro, su discurso, como decía al principio, fue polarizante al extremo, todo el tiempo aludió a la lucha de clases de principio a fin, en un discurso bien efectista y marcadamente populista de principio a fin. Como conclusión podemos decir que ayer Petro actuó más como activista que como presidente y que la marcha que logró convocar, lejos de ser lánguida –hay que reconocerlo–, sí dejó sembradas profundas sospechas sobre su falta de espontaneidad, a diferencia de las marchas del 21, donde esa fue su característica y su motivación: la espontaneidad.