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¿Qué opina María Isabel? Movilizaciones a favor del Gobierno Petro: ¿prueba de fortaleza o debilidad?
Un gobierno que tiene que recurrir a financiar, con dineros públicos, el pan y el circo de una movilización nacional a su favor está exhibiendo más debilidad que fortaleza. Falta ver a qué galaxia nos llevará a pasear el presidente en su discurso para dispersar el virus de la vida.
A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel, hoy miércoles 27 de septiembre en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a las movilizaciones, o más bien podría llamarse el paro, porque ninguno de los que participará en ellas tiene la menor intención de trabajar el día de hoy.
Convocadas y pagadas insólitamente por el propio Gobierno Petro, podrían salirles el tiro por la culata porque más que una muestra de fortaleza y poderío, financiar el traslado de más de 20.000 indígenas a Bogotá y sacar a la calle los sindicatos, contiene en el fondo una muestra de debilidad por parte del Gobierno que no puede ejecutar sus deberes sin recurrir al apoyo del pueblo.
Así este resulte forzado y esté apelando a todo tipo de disculpas heterogéneas para convocar a las calles a un grupo tan difícil de personas, cada quien alegando un particular interés.
Al presidente Petro, por ejemplo, le parece que las marchas serán un carnaval por la vida, pero es claro que su carnaval busca un impacto para sus reformas, o a favor de sus reformas, que se tramitan en el Congreso y una muestra de poderío ad portas de las elecciones regionales del próximo 29 de octubre.
Para el ministro del Interior, Velasco, son un llamado a que la gente defienda las garantías de las políticas públicas, y también le metió el calificativo de fiesta por la vida; mientras la alta consejera para las regiones tiene su propia explicación y dice que las movilizaciones son para que en Colombia haya una verdadera justicia social.
Entre tanto, la ministra del Medio Ambiente, Susana Muhamad, dice que las movilizaciones son por los páramos, por las selvas y por los ríos; para la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, las movilizaciones son por las gestiones comunitarias, por el agua y el saneamiento básico.
El ministro de las TIC, Mauricio Lizcano, promueve las marchas para la conectividad y la tecnología, y el ministro de Minas y Energía dice que la gente se va a movilizar hoy en pro de la equidad y de la sostenibilidad. Ah, y de la buena energía.
Mientras la vicepresidenta Francia Márquez hace su propio popurrí, nos movemos por la vida, por la paz, por la igualdad, por la justicia social y por los derechos de todos y de todas. Aunque se le olvidaron los derechos de todos.
Ya veremos con qué virus por la vida para propagar por las estrellas nos saldrá su costoso discurso de tarima el presidente Gustavo Petro, pero lo que sí es claro es que un mandatario que necesita invertir millones para garantizar unas movilizaciones a su favor, a favor de su gobierno, garantizando pan y circo hasta con grupos musicales para que la gente no se aburra, demuestra más debilidad que fortaleza.
Lea la segunda opinión de María Isabel, hoy 27 de septiembre:
¿Qué opina María Isabel? Los aplausos robados de Petro a Biden
Tan bochornoso hecho de que le haya trasplantado, la oficina de prensa de Palacio, los aplausos de Biden en la ONU al presidente Petro hizo noticia hasta en ‘Los Ángeles Times’ y ‘Bloomberg’. Se echó la culpa un pobre contratista, cuando fue evidente, en la transmisión en vivo, que prácticamente los aplausos corrieron por cuenta de la familia presidencial, la vice y el canciller.
A las 6:10 a. m. ¿qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 27 de septiembre en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la manipulación de los aplausos de Petro en el discurso de la ONU, en el video oficial que difundió el Gobierno, que aún resuenan en su versión fantasmal, porque nunca existieron.
Se le robaron en la Oficina de Prensa de Palacio los aplausos a Biden para aplicárselos a Petro, fue hasta noticia esa maniobra en Los Ángeles Times y en la agencia de noticias Bloomberg, y nos hace quedar supremamente mal. Pero la llamada rimbombante Consejería de Comunicaciones y Prensa de la Presidencia de la República, que no sabemos muy bien para qué sirve, resolvió salir de este delicado impasse de esta jugadita culpando a un pobre contratista.
Paréntesis: ¿es que la Consejería de Comunicaciones y Prensa de Presidencia necesita encima de su propio equipo apoyarse en contratistas externos? Pues terminaron culpando, como digo, a un contratista que lleva diez años trabajando en la Presidencia de haberse robado los aplausos, porque lo señalan de que era la persona que estaba al frente de la producción de la alocución presidencial.
Pero resalta que el tal contratista era el director de televisión de la Presidencia de la República, por lo que esto no exime de responsabilidad a la Oficina de Comunicaciones de la Presidencia, que tenía que haber sabido que en esa sesión de la ONU, durante el discurso del presidente, hubo no solo desbandada del auditorio, sino que prácticamente terminaron aplaudiendo a Petro solamente la vicepresidenta Francia Márquez, el canciller Leyva, su esposa Verónica y su hija Antonella.
Más grave aún: esta persona, este contratista, revela que los aplausos los tomó de lo filmado en el recinto por uno de los propios camarógrafos de Presidencia enviados a Nueva York como parte de la comitiva de prensa oficial para el cubrimiento de los eventos, y que lo hizo desprevenidamente para exaltar el discurso de Petro; de manera que ese camarógrafo sabía a quién le correspondían o quién era el dueño de los aplausos.
La reputación de este gobierno por cuenta de tan bochornoso episodio del robo de aplausos de Biden para Petro no hace sino aumentar su reputación como un gobierno mentiroso, que hoy llega al extremo de financiar con dineros públicos una masiva movilización pública, escarbando en todos los rincones nacionales para traerse a Bogotá simpatizantes del presidente; no aplausos esta vez, sino apoyos para Gustavo Petro Urrego.