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¿Qué opina María Isabel? Paz total no puede ser peor el resultado
Ninguno de los grupos favorecidos con un cese bilateral al fuego ha dejado de delinquir. Aumentan los desplazamientos y los confinamientos de la población. Pero el problema más urgente es con el ELN, con el que ayer se venció la tregua. A última hora la prorrogaron una semana más, para que el grupo guerrillero “medite” si la vuelve a prorrogar. Y del secuestro y los secuestrados, ni mu.
A las 6:10 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy martes 30 de enero, en SEMANA? La opinión gira alrededor de una pregunta: ¿hasta cuándo el Gobierno seguirá en esta lucha por la que ha llamado ‘paz total’, en cuyo proceso no hay un solo grupo que haya dejado de delinquir, a pesar de la paciencia y las gabelas, como el cese al fuego bilateral, que el Gobierno ha concedido?
A medianoche de anoche se vencía precisamente el acuerdo del cese al fuego bilateral con el ELN. Hasta ahora, lo máximo que logró la delegación del Gobierno después de la olímpica desmentida con respecto al comunicado de paz de Otty Patiño, por parte de Antonio García, es que se prolongue hasta una semana más un período, digámoslo, o llamémoslo, de pensadera: para que el ELN pueda evaluar la tregua, a ver si firman otra prórroga.
El problema es que el presidente Petro se puso los pantalones y les dijo que no más ceses al fuego gratis, que esto era a cambio de dejar de secuestrar y de entregar a los secuestrados que aún mantiene el grupo guerrillero en su poder, con un plazo que vence hoy, precisamente, 30 de enero.
Al parecer, el condicionamiento presidencial les entró por un oído y les salió por el otro. El Gobierno, obsesionado con mostrar los avances del ELN, como la cabeza del triunfo de las banderas que enarbola sobre la ‘paz total’, se siente aterrado de apretar más las tuercas.
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La pregunta es: ¿qué se discutirá durante este nuevo plazo de seis días de tregua? El ELN insiste en la financiación internacional. ¿Habrá algún interesado extranjero en sufragar un nuevo experimento con el ELN, que termina siempre zafándose de sus compromisos previos?
Mientras tanto, los resultados de la evaluación general de la ‘paz total’ no pueden ser peores. Crecen los desplazamientos forzados, que la Defensoría del Pueblo calcula que el año pasado subieron un 7 %, más el aumento del 63 % en los confinamientos de la población, en medio de la sopa de violencia y delincuencia en la que navegan y se enfrentan ELN, disidencias de las Farc y el Clan del Golfo, las joyitas de la corona que se disputan el control territorial.
Lo peor, no se están respetando los mínimos esenciales que implica una sentada a conversar con el Gobierno, y están es mirando a ver qué le sacan. El Consejo de Seguridad de la ONU, uno de los encargados de la verificación, porque lo que es el llamado Mecanismo de Monitoreo no abre la boca, ha revelado que investiga 170 posibles violaciones al fuego por parte del ELN en este período, pero que hasta ahora no ha confirmado ninguno de violación.
Con esa verificación, el ELN puede seguir tranquilo, de tregua en tregua, porque ni los desplazamientos ni los confinamientos ni los homicidios ni los secuestros se les están contabilizando como violaciones. Conclusión: el ELN mantiene su estatus prácticamente de intocable, mientras el Gobierno se le arrodilla para que las exigencias de Petro sobre el secuestro no se las lleve el viento.
