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¿Qué opina María Isabel? Petro denunciará al Estado que preside
En un hecho insólito, el jefe de Estado anuncia que irá ante la ONU a denunciar ese Estado del cual es jefe porque “no quiere cumplir el acuerdo de paz con las Farc”. Pero acaso, ¿aquí quién manda? Es un reconocimiento, más bien, de que el Estado le quedó grande al presidente...
¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 15 de mayo en SEMANA? Pues la opinión gira en torno no a la avivatada, sino al osazo que haría el presidente Petro si realmente toma la opción de ir ante las Naciones Unidas a denunciar que el Estado colombiano, del que se supone que él es la cabeza, “no quiere cumplir el acuerdo de paz que se firmó en 2016 con las Farc”.
Es realmente un hecho sin precedentes, porque lo que está denunciando el jefe de Estado es que el Estado del cual él es jefe, como pensamos muchos, le quedó grande. Lo que se sospecha es que ante el octavo informe del Instituto Kroc sobre los avances del proceso de paz, pues la función del Gobierno Petro en ese campo, y en muchos otros que no mide el instituto, es supremamente baja.
De 32 %, frente al 31 % del Gobierno Duque. Y Petro, uno, no quiere correr con esa responsabilidad, y dos, quiere ambientar su reforma constitucional, hacia la cual cada día cambia de ruta. Concretamente del acuerdo de paz, Petro no ha podido con la reforma agraria, con la reforma política, con la de la Ley de víctimas, con las garantías de los firmantes de paz y con el funcionamiento de la Jurisdicción Agraria y Rural, con la sustitución de activos ilícitos, hasta a la JEP le echaba pañitos por no recibir a Salvatore Mancuso.
En la práctica, la movida del lavado de manos de Petro sobre los alcances de su propio gobierno ante las Naciones Unidas es un insólito reconocimiento de su incapacidad como gobernante. ¿Se mencionará de quién es la culpa de los sobornos al Congreso sacados de la sed de los guajiros?
Lea la primera opinión de María Isabel de hoy miércoles 15 de mayo:
¿Qué opina María Isabel? Petro patinando sobre hielo
El patinaje en hielo parece ser una de las actividades favoritas del presidente por estos días, pues cambia permanentemente su propuesta de una asamblea constituyente. Ya vamos en referendo constitucional. Porque según sus maromas sobre hielo, él no quiere “cambiar la Constitución, sino aplicarla”. Cuidado va y se nos resbala y se le pone la rodilla como el otro día…
¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 15 de mayo en SEMANA? La opinión le apunta al patinaje en pista de hielo que se la pasa haciendo el presidente en torno a su propuesta de reformar la Constitución.
Su primer anuncio fue una asamblea constituyente, propiamente dicha; hoy vamos en que lo han tergiversado porque él no quiere cambiar la Constitución, sino lo que quiere es aplicarla. Para ello ya no habla de constituyentes, sino de referendo constitucional, que –explica– no será una constituyente contra la clase política y contra los oligarcas, sino con el pueblo.
Si logramos concretarlo algún día, podríamos establecer si su propuesta consistiría en elevar al rango constitucional un acuerdo nacional para permitir que la sociedad se exprese y decida ella misma, otra vez Petro bifurcando los caminos, entre una asamblea constituyente o constitucional, o un referendo constituyente. Y le añade a la lista de opciones un curioso etcétera.
Pero en ningún momento aclara el mandatario, al que no le podemos llamar jefe de Estado porque va a ir a denunciarlo ante la ONU, si el camino que elija para meterse con la Constitución será el contemplado como procedimiento en la carta del 91.
Muchos, entre otros el exministro Juan Camilo Restrepo, dicen que en el fondo lo que hay es una amenaza contra el Congreso, y a propósito, ¿cómo nos han hecho tragar el cuento de que el Congreso le dijo ‘no’ a la propuesta presidencial de subir a cuatro salarios mínimos lo que los trabajadores colombianos le tendrán que pagar obligatoriamente en virtud de la reforma pensional a Colpensiones?
Cuando lo que resulta ser en realidad es una jugadita para poder negociar entre los tres salarios mínimos que trae el proyecto radicado en el Congreso, y los 2,3 que el Senado ha aceptado discutir. ¡Un cañazo!, como ha calificado el señor Jorge Enrique Robledo la propuesta de Petro de la asamblea constituyente, y de otro cañazo, que es el tal referendo constitucional. En fin, en este gobierno andamos de cañazo en cañazo.