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¿Qué opina María Isabel? Ring de pelea para Claudia López
La alcaldesa tenía razón. El mandatario chino, Xi Jinping, no se iba a prestar para discutir con Petro la minucia distrital de cambiar las condiciones del contrato del metro.
A las 6:50 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy jueves 26 de octubre en SEMANA? Pues la opinión señala una conclusión: ring de Claudia López y el presidente Petro en la lona. Este equivocado y arrogante se había empeñado en poner como razón principal de su viaje a la China el tema de obligar, al distrito y a sus contratistas chinos, a convertir un tramo del trazado de Metro de Bogotá de superficial a subterráneo.
Como era obvio, y resultó evidente por las conclusiones que se revelaron tras el encuentro del presidente Petro y Xi Jinping, el mandatario chino no se prestó para el absurdo de discutir un contrato ya firmado entre el distrito y unas empresas de esa nacionalidad.
Lo máximo que logró Petro al respecto fue reunirse con representantes de dichas empresas, lo mismo que había podido hacer con su representante radicado en Bogotá, para discutir esos posibles cambios que estas empresas no tienen reparos en hacer siempre y cuando les paguen los extras que ello implicaría y quién sabe si hasta una indemnización por el cambio de los contratos o de las condiciones de dichos acuerdos.
El presidente, sin problema alguno, había ofrecido, como si fuera su plata de bolsillo, el presupuesto público para pagar sus dichas diferencias, pero es prácticamente evidente que el tema no se planteó, o si se hizo, no prosperó, porque no figura en la declaración conjunta de 31 puntos que firmaron ambos mandatarios y que quedó claro, entonces, que el tema del Metro de Bogotá lo definen los firmantes del contrato, que son el distrito y los contratistas chinos.
En sus términos nada tiene que ver ni Petro ni Xi Jinping. El presidente colombiano, aparentemente, se dejó llevar por la idea de que en China hay un régimen autócrata y que su mandatario, con bajar un dedo, lo resuelve todo, lo ordena todo y puede cambiarlo todo, pero hasta esa minucia no llegó Jinping por no ser un asunto de Estado.
De manera que Petro regresa a Colombia con los crespos hechos a enfrentar lo que será posiblemente una monumental derrota electoral del Pacto Histórico.