A las 6:10 a. m., ¿qué se estará preguntando María Isabel hoy martes, 3 de octubre, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la Corte Constitucional, que es noticia por dos motivos, el primero por la terna de posibles magistrados para reemplazar a Alejandro Linares, cuyo periodo termina el próximo diciembre.

Y el segundo es por haber tumbado, como era obvio para muchos expertos, la emergencia económica y social en La Guajira, que tiene causas estructurales y no sobrevinientes, al contrario de lo que la Constitución establece, para justificar que el Gobierno tome esta medida de emergencia que le permite gobernar un tiempo por decreto. Lo que alegó en este caso el Gobierno fue la inminencia del fenómeno de El Niño, basado en la predicción que lo anunciaba para septiembre, pero que el Ideam ya va corriendo para finales de octubre.

Una predicción no puede confundirse con un hecho sobreviniente, la predicción es algo que puede suceder, no se sabe cuándo ni cómo, el hecho sobreviniente ya llegó, ya se produjo y ya se conoce. Tampoco el calentamiento global ha llegado por el Gobierno, que es un hecho cantado para todo el planeta desde hace bastante, puede ser considerado un tema sobreviviente, existe el calentamiento global hace ya rato y el mundo está alerta al respecto.

La Corte -en su sabiduría- decidió declarar inconstitucional el decreto declaratorio de la emergencia económica, pero con respecto a uno de sus 14 decretos sobrevivientes, el del agua y -más puntualmente- el transporte del agua, resolvía prorrogar sus efectos un año, más en espera de una organización estructural del tema que por razones de precaución humanitaria.

Sin embargo, se espera que los otros decretos se caigan igualmente por haberse caído el decreto principal, el de la declaratoria de la emergencia. Regirán estos decretos hasta que en el curso del próximo mes se vayan cayendo en la medida en que la Corte se ocupe progresivamente de cada medida decretada.

Por lo demás, no deja de pesar en la decisión de la Corte, pero a voz baja, la coincidencia de la expedición del decreto de emergencia en La Guajira con la caída de la estantería política en el Congreso y los problemas delictuales que investiga la Fiscalía con respecto a la familia presidencial, que hace ver el decreto de emergencia económica como una especie de cortina de humo y como un peligroso recurso, además, que el Gobierno no descartaba replicar en varios lugares del país.

Por fortuna, este peligro por las vías constitucionales, por lo menos, ha quedado conjurado. Ahora se espera que el cobro extra por la energía en La Guajira que nos vienen cobrando en la factura de la luz también se caiga.

La pregunta es si nos devolverán ese platica. Y más importante aún se cae el experimento de La Guajira como conejillo de indias del ensayo del Gobierno de su intencionada y bastante polémica reforma a la salud, que ya había comenzado a aplicarse en ese departamento con muchas dudas acerca de su resultado. Entonces, pues, La Guajira va a ser gobernada mejor, como lo ordenó la Corte, pero no por decretos de emergencia económica y social.

Lea la primera opinión de María Isabel, hoy 3 de octubre:

¿Qué opina María Isabel? Otra terna de uno

El Gobierno se vino ya con sus tres candidatos para la Corte Constitucional. Le corresponde al presidente nominarlos y al Senado, escoger al ganador. Sin embargo, ya hay preguntas sobre cuál es el favorito. Pero comienza a cuestionarse la terna por su falta de independencia con el Gobierno, porque todos los ternados han sido o son todavía funcionarios.

A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy martes, 3 de octubre, en SEMANA? Pues la opinión va dirigida a la polémica terna presentada por el Gobierno para reemplazar al magistrado Alejandro Linares, cuyo periodo termina en diciembre en la Corte Constitucional.

La nominación de la terna para su reemplazo le corresponde al presidente y su elección al Senado de la República, pero la cercanía que los tres nominados tienen con la Casa de Nariño ha prendido las alarmas incluso de Humans Rights Watch, a través de su directora para las Américas, la excongresista Juanita Goebertus, dado que los tres ternados han sido o son aún funcionarios del Gobierno. Una de las grandes mentiras del ‘gobierno del cambio’ es que el nuevo fiscal sería totalmente independiente del Gobierno.

Pues los ternados son nada menos que la activista Cielo Rusinque, el polémico director de la Unidad de Restitución de Tierras en el ojo del huracán por su falta de ejecución, Gerardo Vega, y el actual secretario jurídico de la Presidencia Vladimir Fernández. Muchos analistas opinan que, como sucede generalmente con este tipo de ternas, pues se trata de una que ya tendría el favoritismo del Gobierno, sería este último don Vladimir Fernández, pero a cada uno lo acompaña su historia.

Cielo Rusinque, que es la que desempeñaba el cargo antes de que se decidiera hacer un enroque con Laura Sarabia, de directora del departamento de Prosperidad Social, y a Rusinque en reemplazo de Sarabia como jefe de Gabinete.

Sin embargo, antes de que fuera nombrada, esta se puso a dar declaraciones a los medios acerca de su cargo como una cotorra y el Gobierno optó por descartar su nombramiento, ya que consideró que la discreción no le daba, como es el caso de Laura Sarabia, que no abre la boca cuando no le toca. Sin embargo, con una activista de sus quilates, no sobraba hacerle el homenaje de incluirla en la terna para magistrada de la Corte Constitucional, así fuera como un gesto a pesar de que poca experiencia constitucional tiene ella.

El director de la Unidad de Restitución de Tierras es muy cercano al presidente, está trenzado en una disputa con la ministra de Agricultura, que va ganando ella y, como lo habíamos dicho anteriormente en esta sección, qué mejor fórmula para quitárselo del camino que hacerle el mismo homenaje, denominarlo como magistrado constitucional.

El tercero, el doctor Vladimir Fernández, que es actualmente secretario jurídico de Palacio, tiene, si se quiere, un poco más de afinidad con el tema constitucional, pero en lo que respecta a la independencia del Gobierno, podría decirse que es nula.

El Senado tiene la relativa ventaja de que su voto será secreto, pero que el reemplazo del magistrado Linares está cantado, ni la novicia rebelde lo cantaría mejor.