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¿Qué opina María Isabel? Tarde, largo y lleno de mentiras, el discurso de Petro en el Congreso
Por lo menos, sí llegó, aunque más de dos horas tarde. Su discurso, largo e improvisado, se dedicó a su carreta favorita, la ambiental, y entre muchas mentiras que dijo, la más grande fue que se acaba la guerra de la fuerza pública con la insurgencia, mientras sucedían en el país varios graves hechos de orden público. Presidencias de Senado y Cámara, sin sorpresas y sin motivos para la derrota que se le está atribuyendo al Gobierno.
A las 6:15 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy viernes 21 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la Presidencia, a la presencia del 20 de julio del presidente, Gustavo Petro, en la instalación de la segunda legislatura del Congreso, a la que perfectamente hubiera podido no ir.
Pero primero, como es usual, llegó dos horas tarde y se echó un discurso muy muy carretudo, improvisado, eso sí, de dos horas. La segunda característica es que apareció muy mansito, proponiendo un gran acuerdo nacional y diciendo varias mentiras. Una de ellas es que en Colombia, como potencia mundial de la vida, se está acabando la guerra entre el estado y la insurgencia, por lo que alcanzaron a gritarle mentiroso en el recinto.
Y no sin razón, porque, mientras tanto, en el país se producían varios actos de violencia, como el ataque con explosivos a miembros del Ejército en Vista Hermosa, Meta, que dejó tres soldados heridos, atentado atribuido a disidencias de las Farc. Y en Jamundí, lanzaron una granada contra un vehículo de la Policía que no alcanzó por fortuna a explotar.
Por eso, en su derecho a la réplica, la senadora María Fernanda Cabal refutó a Petro fuertemente en este punto, recordándole que solo este año los secuestros aumentaron en un 212 %, que ha habido 88 masacres y que han muerto 141 menores por desnutrición y otros motivos, para no hablar del asesinato de líderes sociales.
El presidente volvió a centrar su discurso en el cambio climático, su carreta favorita, y en su visión apocalíptica del planeta. Y resaltó que había que cumplirles a las Farc con el acuerdo de La Habana, pero ni una palabra sobre el cumplimiento de las Farc a sus víctimas con justicia, con restauración y con no repetición.
En cuanto a presidencias de Senado y Cámara, hubo cosas muy interesantes, porque en Cámara ganó Andrés Calle, un liberal cercanísimo al Gobierno Petro que competía con otro congresista liberal, Julián Peinado, impulsado este por el expresidente César Gaviria. Esto le permitió al ministro del Interior Luis Fernando Velasco, que le montó al expresidente Gaviria hasta una disidencia, desquitarse diciendo que la elección de Calle era síntoma de que en el Partido Liberal se estaba dando un viraje hacia nuevos liderazgos con mayor libertad y dignidad, en clarísimo vainazo al jefe actual del partido.
Mientras, en Senado, ante la falta de apoyo en su bancada, el Gobierno se vio obligado a retirarle su apoyo al favorito Inti Asprilla para terminar apoyando la candidatura de Angélica Lozano, que perdió apenas por cuatro votos en plenaria, porque terminó pasando lo que estaba cantado: que eligieron a otro verde, Iván Name.
Esto ha sido presentado como una derrota del Gobierno, lo cual no parece completamente cierto porque Name es de un partido aliado del Gobierno y no se caracteriza por ser un claro opositor del Gobierno, así haya terminado apoyado por conservadores y por Cambio Radical. Lo cual tampoco es que convierta nada en una amenaza para la agenda legislativa, así no sea del total bolsillo del Gobierno.
En conclusión, el ministro Velasco tuvo la visión de no dividir el Partido Verde, insistiendo en el apoyo del senador Inti, aunque este sí quedó muy sentido por eso. Y además se sacó su clavo con su gran adversario, el expresidente César Gaviria con la elección de Calle en la Cámara.
No faltaron tampoco en el discurso Petro sus tradicionales globos que nadie entiende. Uno, que mientras la marihuana fue creación de las juventudes rebeldes, la coca lo fue del neoliberalismo, vaya usted a saber por qué. Y que en la finca de Lafaurie, como le dice casi despectivamente al jefe gremial que hoy le colabora en la mesa de negociaciones con el ELN, “las vacas y los toros se alimentan mirando al cielo”.
Y lo último que dijo que dejó muy preocupado a todo el mundo, por los 70.000 km de mar que perdimos por cuenta del fallo de La Haya, que ha llegado la hora de sentarse con el dictador Daniel Ortega a negociar nuevo tratado sobre estas aguas. ¿Entonces por qué regañan al embajador de Nicaragua que se disfrazó de sandinista para salir a apoyar a Ortega?, ¿no estaría haciéndole ambientico al evento, al acuerdo sobre los derechos de las que fueron nuestras aguas con el dictador nicaragüense?
Escuche la segunda opinión de María Isabel Rueda de hoy viernes 21 de julio:
¿Qué opina María Isabel? De a ministro por mes en el Gobierno Petro
En 11 meses, el Gobierno ha perdido por distintas causas a 11 ministros. La última es la de Minas, Irene Vélez, a quien el presidente despidió cariñosamente con una mentira: que su defensa de las energías limpias fue lo que le costó su cargo. Y se rumoran desde ya otros cambios.
A las 6:30 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy viernes 21 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la inevitable caída de la cabecita con tenis que era ministra de Minas, Irene Vélez. Primero, porque es imposible que por un típico tráfico de influencia suyo termine sacrificando a un humilde funcionario de inmigración, y ella que permanezca en el cargo.
Segundo, por los escándalos de los contratos del Estado con su marido, incluyendo los que tuvo en la Universidad del Valle, donde ella misma ordenaba los pagos. Aunque son causas suficientes para su salida, hay, sin embargo, otra teoría que suena con fuerza, que aunque en su discurso el presidente Petro dijo otra gran mentira, como la de que la lucha por fuentes de energía alternativas le había costado el puesto a una excelente ministra, refiriéndose a Irene Vélez.
Hacía rato que el presidente Petro, dicen, venía insatisfecho con la gestión de la ministra por su falta de conocimiento técnico y que ya había pensado en cambiarla, pero que tenía un gran obstáculo: su amistad con su padre, Hildebrando Vélez, el influyente ambientalista de quien se dice que estaría trabajando muy duro a los intereses electorales del Gobierno en el sur del país, y a quien incluso se atribuye el invento de la vicepresidenta Francia Márquez.
Pero le llegó el día a la cabecita con tenis, y finalmente se fue el Gobierno con tenis y todo, y con ello el presidente, en 11 meses de gobierno, completa 11 ministros perdidos por diferentes razones, de prácticamente uno por mes.
Alejandro Gaviria, José Antonio Ocampo, Patricia Ariza, María Isabel Urrutia, Cecilia López, Sandra Milena Urrutia, Antonio Luna, Guillermo Reyes, Alfonso Prada, Carolina Corcho —la gran maravillosa y amable Carolina Corcho—, y ahora la filósofa Irene Vélez. Y vienen otros, dicen. Así que preparémonos.