Nación
“Que pague por lo que hizo”, así reaccionó el padre de Michel Dayana tras la captura de Harold Echeverry, el presunto feminicida
Tan pronto se dio la noticia, habitantes del barrio San Judas, en Cali, celebraron la captura.
“La justicia de Dios es perfecta, que pague por lo que hizo”, así lo expresó Genaro González, padre de Michel Dayana, luego de darse a conocer la noticia que el presunto responsable de la muerte de su hija, Harold Echeverry, fue capturado por las autoridades.
La Policía capturó al presunto femenicida en la ciudad de Villavicencio, Meta, hasta donde supuestamente habría huido después de cometer el crimen en Cali, el cual ha generado gran indignación en todo el país. Felipe Harman, alcalde de Villavicencio, confirmó la detención y aseguró que el supuesto agresor “estaba escondido”.
Tan pronto se dio la noticia, habitantes del barrio San Judas, en Cali, celebraron este lunes, 11 de diciembre, la captura del presunto responsable de la muerte de la niña de 15 años, que fue violada, asesinada y descuartizada en un taller.
“Siento un descanso. Mi hija no está, pero esto es un alivio para toda la familia”, dijo el padre de la menor que desapareció el pasado 7 de diciembre, en el Día de las Velitas, y fue hallada muerta al día siguiente, el viernes 8.
En un video dado a conocer por El País de Cali, se observan decenas de personas festejando la detención de Echeverry con gritos de “se hizo justicia”. Los familiares de la víctima se enteraron de la captura de Echeverry cuando estaban realizando una velatón en honor a la pequeña.
📌 Habitantes del barrio San Judas celebran frente al taller donde fue asesinada Michele Dayana González, la noticia de la captura del presunto asesino, Harold Andrés Echeverry. Más detalles 👉 https://t.co/iSYvlsQrWc
— El País Cali 📰 (@elpaiscali) December 11, 2023
🎥 Video: Raúl Palacios | El País pic.twitter.com/k8RT6scfQ2
En declaraciones a Noticias Caracol, Genaro González señaló que se sentía tranquilo y feliz con la captura de Echeverry, luego de enterrar a su hija en el cementerio. “En el trayecto me llegó la noticia, fue electrizante, fue una noticia refrescante, me volvió el alma. La verdad es una satisfacción grande que hayan capturado a ese animal, porque ese no es una persona”, dijo.
Ahora lo que pide el padre de la menor es que se haga justicia y no le den oportunidad al capturado de salir libre: “Que no tenga la mínima defensa de salir libre… El llamado a la justicia colombiana es que sean contundentes, la máxima pena para esa persona; a veces los jueces se basan en que fue un error y la persona queda libre, pero a una persona que le comprueben solamente que violó una niña, son razones suficientes para una condena máxima”, manifestó.
Echeverry cayó por una llamada
SEMANA conoció detalles de la travesía del vigilante, quien pasó por varios municipios en una motocicleta robada para no ser sorprendido por las autoridades.
El 8 de diciembre, la Policía Nacional, a través de un equipo de investigación criminal y de inteligencia, determinó que Echeverry salió del Valle del Cauca. Su primera parada fue en el municipio de Chicoral, en el departamento del Tolima.
Fue ahí donde engañó a un grupo cristiano, haciéndose pasar por un feligrés con necesidades. Pidió ayuda buscando una habitación y los religiosos le ayudaron a encontrar una a un bajo costo, por la cual debía pagar 150.000 pesos mensuales. Luego viaja a Villavicencio por la desconfianza de los operativos que se adelantaban para capturarlo.
En el departamento del Meta permaneció por tres días, pero un grave error, a pesar de sus mentiras, hizo que la Policía Nacional lo ubicara rápidamente.
Sus comunicaciones se encontraban monitoreadas por las autoridades y el presunto feminicida sostuvo una llamada con un familiar, la cual fue clave para ubicarlo.
Echeverry habló con su tío cuando salió de Chicoral. Sabiendo que las autoridades podrían estar escuchando sus llamadas, el hombre intentó confundir diciendo que aún se encontraba en el Tolima, mientras iba hacia Acacías, Meta.
La Policía Nacional, con capacidad de rastrearlo a través de la llamada, supo que no estaba diciendo la verdad. Este fue el primer indicio para dar con su paradero, el cual fue reforzado por la llamada de una vecina en Villavicencio, quien reconoció la cara del sujeto.