¿Qué pasará con los niños indígenas luego de que recuperen su estado de salud?

El pasado viernes 9 de junio fueron rescatados los cuatro menores de edad que se encontraban desaparecidos en la selva del Guaviare, tras el accidente que sufrió la avioneta en la que se movilizaban.

Aunque estuvieron más de 40 días perdidos, su cuadro de salud es favorable. Desde ese instante, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha estado comprometido con la protección de los niños, brindándoles un acompañamiento continuo que contribuya a crear un entorno estable y seguro que les devuelva la esperanza de un futuro digno.

“Desde el ICBF hemos dispuesto el equipo de defensores y defensoras de familia que han estado desde las regionales Bogotá y Meta acompañando a las familias y a los niños en un proceso interdisciplinario que lee adecuadamente las características y la coyuntura especial que han tenido ellos”, precisaron desde la institución.

¿Qué pasará con los menores, luego de que sean dados de alta?

La directora del ICBF, Astrid Cáceres, se pronunció frente a lo que sería el futuro de los niños una vez salgan del hospital. Cáceres hizo énfasis en que, por el momento, el ICBF se hará cargo de los menores, en cuanto se logren sanear las diferencias que hay entre las familias de Magdalena Mucutuy y Manuel Ranoque, padres de los menores.

Sin embargo, Narciso Mucutuy, abuelo de los menores y padre de Magdalena, habló en exclusiva con SEMANA y en entrevista con Vicky Dávila contó lo que esperan que pase con sus nietos, ya que buscan darles una familia tranquila y que puedan crecer sin más problemas.

“Después de que pase todo eso y ellos tengan bien los cinco sentidos, normalmente, ahí llegaremos ya a definir para que nos los entreguen, hacernos responsables, ya de ser abuelo, yo me quedo como papá de ellos y la abuelita queda como mamá de ellos. Esa es la esperanza que tenemos”, dijo Mucutuy.

Dependerá de la decisión del ICBF, luego de esclarecer las denuncias por maltrato y violencia intrafamiliar contra Manuel Ranoque, quien pidió al Gobierno un techo para los menores, que se quedaron sin su madre luego de que la avioneta en la que huyeron de la violencia en el suroriente del país se accidentara en Caquetá.

De acuerdo con las declaraciones que han ido entregando los familiares de los niños a los medios de comunicación, ha quedado sobre la mesa que no hay una buena relación entre la familia de Magdalena Mucutuy, mamá de los sobrevivientes, con Manuel Ranoque, papá biológico del niño y la bebé de 11 meses, y padrastro de las dos niñas mayores.

El ICBF sigue trabajando en compañía de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas (Opiac) para que los procesos de restablecimientos de derecho sea el correcto y así se atiendan de manera óptima a las necesidades, a la cultura y a la pertenencia étnica de los niños.

Por el momento, los menores continúan siendo atendidos de forma individualizada para ser guiados de la mejor manera en este proceso de resiliencia y así puedan quedar en las mejores manos.