POLÍTICA
Los congresistas del tapabocas
Las sesiones virtuales del Congreso empiezan a perder fuerza. Ahora se estudia un esquema semipresencial. ¿De dónde nace esta apuesta y qué implica?
Las sesiones virtuales del Congreso no lograron convencer a la mayoría de los senadores y representantes. Con la apertura gradual de la economía, un grupo de congresistas considera que llegó la hora de abandonar las pantallas y acudir presencialmente a la sede del Legislativo. Para evitar las aglomeraciones, proponen que las plenarias y las comisiones sean mixtas, es decir, que algunos acudan personalmente y otros continúen sus labores desde Zoom. ¿Qué hay detrás de esta alternativa que empieza a tomar fuerza?
La principal preocupación tiene que ver con que el trabajo de los congresistas termine siendo intrascendente y no haya contrapeso a las decisiones del Gobierno de Iván Duque en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus. Si bien es cierto que la tecnología ha funcionado y que los congresistas han sido juiciosos con el teletrabajo, los debates de control político no tienen la misma fuerza y persisten las dudas sobre la legalidad de votar virtualmente los proyectos de ley en curso.
Algunos congresistas consideran que los médicos y los funcionarios vienen haciendo sacrificios desde que se conoció el primer caso de covid-19 en el país, el pasado 6 de marzo. Si ellos salen a trabajar con protocolos, ¿por qué los congresistas se quedan en sus casas? Esa es la pregunta que está en el aire desde que se cerraron las puertas del Congreso para evitar la presencia masiva de personas.
Senadores y representantes a la Cámara que han ido a sesionar con tapabocas al Congreso de la República.
Pero todo está empezando a cambiar. Por primera vez, la Comisión de Paz del Senado, presidida por Roy Barreras, sesionó esta semana de manera semipresencial. Asistieron personalmente Angélica Lozano, Antonio Sanguino, Rodrigo Lara, Aída Avella, Iván Cepeda, Julián Gallo y Victoria Sandino. A cada uno de ellos se les hizo control de temperatura. Los otros integrantes se conectaron por Zoom.
La meta es pasar de unas sesiones virtuales a unas semipresenciales, pero con reglas de juego claras que hoy no existen. En eso viene trabajando el presidente del Senado, Lidio García, y un grupo de representantes a la Cámara.
Entre los asuntos por definir está el número de congresistas que asistirá por cada bancada. En cualquier caso, solo podrá haber 50 personas en el recinto, incluyendo al personal administrativo y de logística. García propone un pico y placa para que se rote la presencia de los senadores y que cada uno de ellos firme un documento donde asume la responsabilidad de ir a sesionar al Capitolio, dada la emergencia sanitaria. Otro tema por resolver es que haya libertad para que los legisladores se puedan mover libremente por las calles de Bogotá. Y que algunos puedan viajar a la ciudad, pues están en sus regiones desde el inicio de la cuarentena.
Hace una semana, Katherine Miranda, Inti Asprilla, David Racero, María José Pizarro y León Fredy Muñoz fueron los primeros representantes a la Cámara en pisar el Congreso. Ellos, que son de la oposición al presidente Duque, ingresaron con tapabocas y guardaron las distancias. Pero fueron denunciados ante la Corte Suprema de Justicia por presuntamente infringir la cuarentena que rige desde la medianoche del 24 de marzo.
"La meta es pasar de sesiones virtuales a semipresenciales, con estrictos protocolos sanitarios que están por definirse".
“Ir a sesionar personalmente es un acto de responsabilidad, no es un acto populista ni de desafío a las normas. No le podemos dar más largas a los proyectos de ley y a los debates de control político que tienen su escenario natural aquí en este recinto”, asegura Miranda.
Hasta ahora, los congresistas que han ido al Congreso lo han hecho amparados en el Decreto 593, que excluye del confinamiento a los servidores públicos cuyas actividades sean necesarias para mitigar la pandemia. En una carta enviada a Miranda, el Ministerio del Interior aseguró que el Congreso desempeña un rol fundamental y sin su actividad se pone en riesgo la democracia.
Apelando al decreto y a ese concepto del Gobierno, los representantes y senadores asisten al recinto. No obstante, para evitar denuncias, es importante una directriz del Gobierno que blinde el trabajo semipresencial del Congreso en las próximas semanas. El tema exige claridad porque además no hay una sola línea escrita sobre el sustento legal de las sesiones mixtas.
El representante José Daniel López, de Cambio Radical, lidera la reactivación de las sesiones en la Cámara y asegura que debe construirse una propuesta de “común acuerdo con todos los partidos políticos” y dejar atrás la confrontación que se ha visto en las últimas semanas, ya que algunos insisten en que se debe mantener el teletrabajo.
Lo que viene será clave. Por un lado, la ministra del Interior, Alicia Arango, citará a sesiones extras entre el 20 de junio y el 20 de julio. Por otro lado, se avecina la votación de las nuevas mesas directivas del Senado y la Cámara, lo que desatará fuertes pujas políticas.
Aunque a comienzos de año se dio como un hecho la llegada del senador Arturo Char a la presidencia del Congreso a partir del próximo 20 de julio, en nombre de Cambio Radical, los señalamientos de Aida Merlano en su contra pusieron a tambalear su elección. En el caso de la Cámara, la presidencia estaría en manos del antioqueño Germán Alcides Blanco, del Partido Conservador.
En el cronograma de la Cámara también está la escogencia del nuevo defensor del pueblo, en agosto, de una terna que deberá enviar próximamente el presidente Duque.
El senador Roy Barreras, médico de profesión, ha dicho que se deben fijar protocolos de bioseguridad para que los delegados trabajen con un distanciamiento social de 2 metros. “Lo que hay que hacer en este momento es cumplir con el deber. No quedar cortos ante la historia, no cercenar la democracia, no silenciar el Congreso. Es una responsabilidad histórica, ética, constitucional y legal”, le expresó en una carta al presidente del Senado.
En la Cámara se ha visto un choque de trenes porque el pasado 30 de abril se aprobó una proposición liderada por la bancada del Centro Democrático que permite exclusivamente las sesiones virtuales y dice que las semipresenciales “no son constitucionales”. Por medio de una acción de tutela, María José Pizarro, León Fredy Muñoz, David Racero, Inti Asprilla y Katherine Miranda buscan derogar esa disposición.
La tensión entre los congresistas que quieren ir con tapabocas a sesionar y los que prefieren seguirlo haciendo a través de Zoom está presente. Sin embargo, lo más seguro es que todo se termine decantando por las sesiones mixtas, con protocolos que se irán construyendo en los próximos días.
El presidente del Senado, que piensa viajar de Cartagena a Bogotá para cerrar su periodo en una sesión semipresencial, ha dicho que los congresistas mayores de 70 años o con riesgos en su salud deben evitar al máximo cualquier riesgo de exposición.
La reactivación presencial del Congreso será un hecho, con controles de temperatura, tapabocas, gel antibacterial, así como un reducido grupo de senadores y representantes legislando y guardando las distancias.